Lo atrapan— Walter Rosales (izq.) y Roger Juárez (der.), defensores de Monroe, cubren al running back Justin Rogers (en medio) de Los Angeles High School.

 

Al contrario de lo que se piensa, las Cenicientas no siempre tienen un final feliz.

Y aunque Monroe High tiene mucho por que sonreír cuando piense en la temporada 2014, el reloj llegó a las 12 de la noche y no hubo príncipe que llegara al rescate.

Los Vikings no consiguieron el premio que ansiaban, el campeonato de la División III de la City Section. Ahora le pertenece a Los Angeles High después de un convincente triunfo de 28-14 el pasado sábado 6 de Diciembre en el Coliseo de Los Angeles.

Los Romans (12-2), que ocupaba la primera casilla de la División, terminó dominando el marcador y frustrando la ofensiva de los Vikings. Monroe (10-4), que ocupaban la tercera casilla y no le permitió al mariscal de campo Luis Dorame desarrollar su juego.

Dorame, que venía promediando 267.8 yardas de pase por partido, solo consiguió 160 yardas en 18 por 39 pases. Lanzó para un touchdown y fue interceptado una vez. Y tampoco consiguió avanzar mucho por la vía terrestre.

“Los Angeles hizo un buen trabajo poniendo presión sobre nosotros y poniendo sus brazos arriba”, dijo Don Senagal, entrenador de Monroe. “Ellos jugaron lo mejor del año, y pusieron sus brazos arriba sabiendo las limitaciones de nuestro mariscal de campo en cuanto a altura”.

Dorame mide 5’9” de estatura.

“No jugamos el juego que debimos haber jugado”, agregó Dorame.

La defensa de los Vikings hizo todo lo que pudo para mantener viva la esperanza de Monroe. Forzó una intercepción, recuperó balones, bloqueó intentos de dos puntos y le hizo cuatro “sacks” a Kaymen Cureton, mariscal de campo de los Romans. Pero Cureton completó 19 de 53 pases para 237 yardas y dos touchdowns.

Eric Scott, entrenador de Los Angeles, admitió el buen trabajo de la defensa de Monroe, pero dijo que su equipo sobrellevó la ansiedad tempranera.

“Tienes que darte cuenta que es un partido de campeonato y los nervios te traicionan”, dijo Scott. “Hay altas y bajas. Mi mariscal de campo es apenas un estudiante de segundo año y tuvo sus errores… pero también creo que nuestra defensa jugó un gran partido hoy”.

Y lo más importante para los Romans—nunca estuvieron abajo en el marcador.

Los Ángeles abrió el marcador en el primer cuarto con una corrida de una yarda por parte del fullback Andrus Martin. Luego añadió una conversión de dos puntos para tomar una delantera de 8-0.

Walter Rosales de Monroe obtuvo el primero de sus dos recuperaciones de balones en el segundo cuarto, pero cayó en la yarda 26 de los Romans. Dorame luego llevó a los Vikings a la yarda 1, para luego marcar. Con el punto extra, los Vikings iban en desventaja 8-7 con 7:28 todavía por jugar en la primera mitad.

Pero eso fue suficiente para que los Romans aumentaran su ventaja. Primero, Cureton conectó con Branden Bacon para un pase de 50 yardas—Los Angeles agregó una conversión de dos puntos—y con menos de 30 segundos en la primera mitad, Cureton lanzó su segundo pase de touchdown a Richard Smith desde solo cuatro yardas afuera. Aunque no consiguieron el punto de conversión, Los Angeles aumentó su ventaja a 22-7.

Monroe salió al tercer cuarto buscando recortar esa ventaja de Los Angeles y Dorame conectó con A.J. Senegal para un pase de 45 yardas con 11:16 todavía por jugar. Pero la mejor jugada del partido ocurrió siete minutos después.

Los Angeles tenía el balón en la yarda 18 de Monroe cuando la defensa de los Vikings le hizo un “sack” a Cureton y lo forzó a botar el balón en la yarda 25. Rosales levantó la pelota y corrió por la banda aparentemente en camino a un touchdown con tres Vikings persiguiéndolo.

Sin embargo, los árbitros dieron una “flag” a Monroe por un bloqueo ilegal que no estaba relacionado con la jugada. Esto regresó la pelota a la yarda 40 de Los Angeles para comenzar el cuarto periodo.

Los Vikings no lo podían creer.

“A veces deberías dejar la ‘flag’ en la bolsa en un partido de esta magnitud”, dijo Senegal. “Pero no funcionó así”.

“Pensé que tenía un touchdown”, dijo Rosales. “Recogí el balón y corrí. Estaba viendo a la pantalla del marcador para ver si venía alguien detrás de mi. La decisión fue dura, pero le dije a mis compañeros que los tendríamos en la siguiente jugada”. 

Pero no fue así. Monroe llegó a la yarda 2 de los Romans, pero tuvieron que entregar el balón sin haber anotado. Los Angeles respondió—como un campeón—recorriendo 98 yardas en 14 jugadas. Smith corrió las últimas 23 yardas para conseguir el touchdown ganador cuando quedaban 4:03 en el reloj. 

Fue el primer campeonato de City Football para los Romans desde 1965.

Monroe disputaba su primer partido por el título de la City desde 1971. Todavía busca su primer campeonato. Pero, como Senegal indicó luego del pitazo final, no hay forma que la temporada 2014 se vera de manera negativa; es la primera temporada ganadora para el equipo desde 2007.