Esmeralda Pérez (izq.) y Mónica Perla

La temporada del equipo de basquetbol de la secundaria Poly es una para el recuerdo a pesar de los desafíos.

Un grupo de 11 jugadoras de muy baja estatura habían ganado 14 de 20 encuentros (hasta el 19 de Enero) y tenían al equipo al tope de la Liga East Valley, medio juego arriba de North Hollywood y un juego arriba de Grant antes del inicio de los partidos de liga esta semana. 

Para lograrlo, las jovencitas han mostrado ganas y valentía, siempre dispuestas a tomar riesgos y jugar duro.

Tremeka Baptiste ha venido cultivando ese tipo de actitud desde que se convirtió en la entrenadora de esta escuadra en 2003. Ni siquiera su mejor equipo, que tuvo récord de 22-7 en la temporada 2008-2009, ganó la liga y alcanzó la semifinal de la División II de la City, evitó periodos de dudas. Tampoco el equipo del año pasado, que tuvo un registro de 19-10 y fueron co-campeonas de la liga East Valley (con Monroe), pero perdió en la primera ronda de los playoffs contra Sylmar. 

Baptiste dijo que vio lo que venía buscando en este grupo antes de que empezara la temporada 2014-2015.

“Estábamos jugando contra Canyon en la liga de otoño”, dijo Baptiste. “Canyon es un equipo alto, y en el pasado les habría dado pánico. Pero no fue así; empezaron a jugarles el tu por tu y si Canyon se adelantaba ellas reaccionaban—y seguían lanzando.

“Fue cuando me di cuenta. No sé si ellas lo notaron. Honestamente, ni siquiera sé si lo pensaron. El año pasado tuve a algunos jugadores que expresaron temor, pero nadie está haciendo eso ahora. Y es por eso que hay esta diferencia”.

Quienes llevan la batuta son una estudiante de primer año y otra de último año.

Mónica Perla, de 17 años, mide apenas 5 pies y es la base y líder del equipo. La transformación no siempre fue fácil o rápida, pero Perla estaba dispuesta a ser más que un cuerpo dentro de un uniforme. 

“En mi primer año me dio miedo probar cosas nuevas. Tenía miedo de lo que iba a pensar la gente, el entrenador”, dijo Perla, quien promedia 5.5 puntos, 5.2 rebotes y cuatro asistencias por partido. “Sobrellevé eso para el final de mi segundo año. Fue cuando empecé a sentir confianza en mí misma, y a practicar más para mejorar, y no tener miedo de probar cosas. Y ahora, que es mi último año, es como si me equivoco, no importa”.

Esmeralda Pérez, de 15 años, mide 5 pies 2 pulgadas de alto y es la líder en canastas en el equipo, promediando 14.9 puntos por encuentro. Apenas llegó al equipo principal, pero es de las pocas jugadoras con una extensa experiencia en el basquetbol juvenil. Al principio solo quería encajar con sus compañeras, pero a medida que avanza la temporada, se ha vuelto más fuerte.

“Algunas de las chicas piensan que saben lo que tienen que hacer, pero no quieren decir nada”, dijo Pérez. “Tienes que decirles y es cuando dicen ‘Ah, ya entiendo’”.

Poly no apabulla a sus contrincantes con tamaño y fuerza. La jugadora más alta mide 5 pies 11 pulgadas. 

“Este es el equipo más pequeño (en altura) que he tenido”, dijo Baptiste.

En cambio, los Parrots dependen de velocidad, inteligencia y resistencia. Defensivamente se van contra los oponentes como pirañas sobre la carne fresca. Ofensivamente, corren en cada oportunidad para hacer un disparo antes de que los oponentes tengan chanza de defender. Todo lo que hacen molesta, desorienta y cansa a los contrincantes.

“Ponemos presión en la defensa, dependiendo del equipo”, dijo Baptiste. “Si es un equipo experimentado, entonces tenemos que jugar más inteligentemente ya que (el contrincante) no se va a molestar tanto. Pero la idea es poner presión, presión, presión. El ritmo es nuestra arma”.

Esa fórmula funciona la mayoría de las veces. Contra Arleta el Viernes 16 de Enero, las Parrots hicieron que las Mustangs sucumbieran al peso de sus propios pérdidas de balón y tiros fallados. En el segundo cuarto, las Parrots se fueron arriba 29-7 y terminaron ganando 77-36.

Pero contra Carson el Lunes 19 de Enero, las Parrots no tuvieron la misma suerte con las Colts y perdieron 55-38.

No es la forma que las Parrots querían empezar la semana, especialmente cuando tienen enfrente partidos contra North Hollywood el 21 de Enero y Grant el 23 de Enero, dos equipos con los que disputarán el título de la liga. Ambos partidos son en casa. Las Parrots tampoco contarán con los servicios de otras jugadoras claves, como Isabella López, que ha tenido problemas con su tobillo.

Pero Poly sigue adelante sin detenerse. Perla seguirá luchando y animando a sus compañeras en busca de un nuevo pase a la postemporada. Ella dijo que no ha olvidado el dolor de la derrota del año pasado en el primera ronda.

“Esa derrota me molestó”, dijo Perla. “No quiero perder otra vez en la primera ronda este año porque es mi último año. Y sé que somos un mejor equipo este año porque lo deseamos más”.

La opinión de Pérez no es complicada. “Ya deberíamos entender (la importancia de jugar en conjunto). Hemos perdido partidos jugando como individuos. Los partidos que hemos ganado, los ganamos como equipo”, dijo ella. 

Las Parrots nunca han ganado un campeonato municipal de basquetbol, y todavía es muy temprano para pensar en eso. Pero si pueden repetir como campeones de liga, eso les daría un puesto favorable en los playoffs de la División III. Y entonces quién sabe, especialmente si López regresa a la alineación.

Como todo lo demás en esta temporada, las Parrots piensan en grande.

“Un título de liga es algo factible. También los playoffs. Ellas tienen la habilidad de llegar hasta donde quieran”, dijo Baptiste de su equipo. “No quiere decir que lo vayan a conseguir. Pero lo pueden hacer. Y tengo fe que lo pueden hacer”.