M. Terry / El Sol

Jugadores de básquetbol de Vaughn (izq.-der.) Lorenzo Grandison, Eric Pérez y Ricardo González dicen que disfrutan el salón de clases tanto como los partidos.

 

El nombre oficial es Vaughn International Studies Academy, una escuela con 594 estudiantes de secundaria en la ciudad de San Fernando que es parte del Centro de Aprendizaje Vaughn, un grupo de escuelas chárter desde kínder hasta el grado 12, donde los trofeos académicos tienen más peso que los deportivos. Y eso no cambiará, sin importar lo exitosos que sean los equipos masculinos y femeninos.

El equipo masculino de básquetbol, que sólo ha venido jugando a nivel de varsity desde 2007-2008, está pasando por su mejor temporada — una que pudiera traducirse en una campeonato, dependiendo de cuán lejos llegue el equipo en la postemporada. Los White Tigers son parte de la División V de la City Section, que es para las escuelas pequeñas. Tienen marca de 16-6 en total (hasta antes del partido del 11 de febrero contra Sherman Oaks CES que está invicto) y terminarán posiblemente segundos en la Liga Valley.

Pero el equipo está en un ambiente donde la perspectiva es tan importante como los puntos. La televisión no está tocando la puerta de Vaughn buscando transmitir sus partidos. No hay una fila ilimitada de sudaderas, gorras u otros artículos deportivos de venta.

El gimnasio de la escuela es chico, casi claustrofóbico — un lugar perfecto para llenar con fanáticos ruidosos que esperan intimidar al contrincante. Pero este día (6 de Febrero) la concurrencia es poca, una mezcla de estudiantes y algunos padres que ven el partido contra Valley of Academy of Arts de forma respetuosa y hasta un poco pasiva. Ellos animan cuando los White Tigers hacen una canasta o una buena jugada defensiva, pero nunca de forma irrespetuosa u ofensiva. 

El equipo no es muy alto o bendecido con gran atletismo, así que se juega más con la cabeza que con la canasta. Los White Tigers intentan jugar con inteligencia y sin egoísmo en la cancha; la defensa, hasta cuando abruman al contrincante, es un esfuerzo coordinado para cansar a los equipos. La ofensiva es un asunto de confianza; todo el mundo está dispuesto a compartir el balón y hacer el tiro cuando tienen oportunidad. Y todo el mundo paga el precio del esfuerzo en la defensa. Es una fórmula para el éxito que todos los entrenadores dicen funciona, pero que no todos lo equipos pueden ejecutar.

El entrenador David Cory ha tenido dos otros equipos que han ganado 17 partidos en una temporada. Pero él admite que este podría ser su mejor escuadra.

“Es su persistencia para no darse por vencidos. Tuvimos un partido contra Fulton donde estábamos abajo por nueve puntos con tres minutos por jugar y por tres con 15 segundos por jugar. Y ganamos. Tuvimos otro partido donde íbamos abajo por 14 con siete minutos por jugar, y regresamos y ganamos. A medida que avanza la temporada, tenemos la conciencia que si el partido está demasiado cerrado, vamos a ganar”, dijo Corey.

“Esta temporada, cualquier partido donde la diferencia sea seis puntos o menos no lo hemos perdido. No sé si es que podemos cuidar la pelota, o hacer buenos tiros, solo que tenemos la conciencia de no darnos por vencido”.

Tres jugadores — Ricardo González, Lorenzo Grandson y Eric Pérez — han pasado casi toda su vida escolar en Vaughn. Todos ellos dicen sin equivocarse que es un lugar especial, que la experiencia de asistir a una escuela pequeña ha sido todo menos intimidante.

“Esta es la única escuela a la que he asistido. Empecé en la guardería al otro lado de la calle”, dijo González, de 17 años y en su último año de escuela. “Mi papá dijo que podía ir a la escuela donde vive él, en Whittier. Lo pensé, pero me quedé aquí y nunca me arrepentí”.

“He estado en Vaughn desde que estaba en el jardín de niños”, dijo Pérez de 15 años. “Es una buena escuela para la educación y para el básquetbol. Me puede llevar a la universidad y quizá jugar baloncesto colegial”.

Al igual que González, Grandson tiene 17 años y está en su último año de secundaria. El es el mejor jugador de Vaughn, y sin lugar a dudas sería más conocido si asistiera a una escuela más grande y prestigiosa. Pero ha estado en Vaughn desde el primer grado y dijo que nunca ha pensado en transferirse.

“Me gustaría que mi nombre fuera más visible. Pero me gusta aquí”, dijo. “No lo cambiaría por nada. Al final estaré mejor por lo que he aprendido aquí. Me ha ayudado a prepararme para la universidad, puedo obtener un buen diploma, y tener una mejor vida”.

Todos están disfrutando la temporada 2014-15, y están confiados de su desempeño en los playoffs. El sábado 14 de Febrero se deciden la posición de los equipos para la postemporada.

“Actualmente creo que estamos en nuestros puntos más altos como equipo de básquetbol”, dijo Grandson. “Tenemos una buena oportunidad de tener una buena posición y luchar por el campeonato, y poder ganarlo, no solo llegar a los playoffs y ser derrotados en la primera ronda”.

Pero ellos también ven la imagen más amplia, de lo que pasa más allá del básquetbol. Las lecciones que se aprenden dentro y fuera de la cancha.

Esto es algo que Cory ha aprendido del legendario entrenador John Wooden. En 1999, Cory tuvo la oportunidad de conocer y hablar con el afamado líder de UCLA cuando Cory entrenaba a un equipo de una escuela primaria. Y se llevó consejos valiosos.

“El habló de apoyar al individuo, animarlo”, relató Cory. “Saber que habrá momentos en que fallan, pero resaltar sus éxitos.

“Y también tener una práctica disciplinada en vez de nada más tirar balones a la cancha. Eso es algo que compartió conmigo el (ex entrenador de CSUN Bobby) Braswell. Fui un gerente para él por dos años. Se trata de entender los momentos, y cómo llevar a cabo una práctica efectivamente al sacar mayor provecho a su tiempo, tener un plan de juego”.

Disciplina. Perspectiva. En un ambiente de protección y de cuidado.

Probablemente es cierto que Vaughn quizá nunca desarrolle el tipo de programas deportivos de alto nivel que se puede encontrar en la secundaria San Fernando, El Camino Real, Alemany o Sierra Canyon.

Y todo el mundo en Vaughn está de acuerdo con eso.