LOS ANGELES (CNS) — El origen del hombre que murió abatido por tiros hechos por policías de Los Angeles en Skid Row cada vez deja más misterio y preguntas.

Las autoridades no han revelado el nombre del hombre, pero Los Angeles Times lo identificó como Charley Saturmin Robinet de 39 años e inicialmente dijo que era un oriundo de Francia.

Robinet fue convicto en Marzo de 2000 de robo de banco por un atraco en una sucursal de el Wells Fargo en Thousand Oaks, según registros de la corte federal.

El hombre habría sido liberado en Mayo después de servir una sentencia de 15 años.

Sin embargo, un oficial del Servicio U.S. Marshall’s le dijo a la televisora ABC7 que había una orden de arresto para él por violar su libertad condicional.

Sin embargo, más tarde Los Angeles Times reportó que el hombre identificado como Robinet no era en realidad un ciudadano francés, sino que había robado la identidad de otra persona para obtener un pasaporte francés en la década de los 90s y por ese medio entrar a Estados Unidos.

Axel Cruau, el cónsul francés en Los Angeles, dijo a Los Angeles Times que el verdadero Charley Saturmin Robinet “está vivo y en Francia”, según reportó el periódico.

Cruau dijo que las autoridades federales notificaron a autoridades del orden estadounidenses — que se estaban preparando para deportarlo en 2000 — Robinet no era el verdadero nombre del individuo.

El dijo que no sabía qué había sucedido luego de eso.

Todo esto se da en medio de fuertes protestas contra el Departamento de Policía de Los Angeles este martes.

Varias decenas de personas marcharon hacia el cuartel general de policía de Los Ángeles en protesta por la muerte del hombre.

La manifestación del martes por la mañana incluyó un momento de silencio y la participante Patrisse Cullors declaró el lugar del tiroteo en Skid Row como “camposanto”.

La policía canalizaba el tráfico mientras el grupo marchaba hacia el edificio policial donde había una reunión programada de la Comisión Policial de la municipalidad, un panel de civiles que supervisan el departamento de policía.

En el lugar del hecho se veían muestras de homenaje. Se depositaron rosas blancas sobre una carpa, donde se exhibían mantas y prendas de vestir del hombre conocido como “Africa”.

El incidente fue captado en video pero todavía no está claro lo que ocurrió.

Los manifestantes cantaban “hey, hey, ho, ho, Chief’s Beck got to go!” (hey, hey, ho, ho, el jefe Beck tiene que irse) y también criticaron a la Comisión de Policía, que se reunía este martes.

“¿Quién es el responsable? ¿Es un individuo con problemas mentales o se trata de agentes con poco entrenamiento?…¿Es una persona con problemas mentales que está siendo retenido por cuatro agentes del orden, golpeado, que recibe choques eléctricos, que es rodeado por aquellos cuyo trabajo es proteger y servir?”, preguntó el Rev. K.W. Tulloss, presidente de la sucursal en Los Angeles de la organización National Action Network liderada por Al Sharpton.

Otro manifestante usaba un pito con un micrófono y llamó cobardes al jefe policial Charlie Beck y al Presidente de la Comisión Steve Soboroff.

Beck dijo el lunes que el hombre estaba forcejeando con la policía y que intentó tomar una de las armas en la funda de un agente, lo que provocó el tiroteo. También insistió en que los agentes que se acercaron al hombre actuaron de forma “compasiva” hacia él hasta que él comenzó a ir por el arma.

Beck dijo que los agentes usaron Tasers (pistolas de choques eléctricos) “en un intento por subyugarlo. Sin embargo los Tasers parecieron tener poco efecto y él continuó resistiéndose violentamente”.

A medida que la pelea continuaba, el hombre “tomó a la fuerza una de las pistolas en la funda que traía un agente, lo que resultó en el tiroteo”, dijo la policía.

Pero en la protesta de este martes, Steve Díaz, miembro del grupo que aboga por los hombres Los Angeles Community Action Network, pidió a la Comisión de Policía que enjuicie a los agentes involucrados en el tiroteo y que desarme a los agentes de policía, “empezando en Skid Row”.

Díaz culpó a la Iniciativa Ciudades Seguras del LAPD, la cual dijo ha aumentado de 15 a más de 100 agentes en los nueve años que lleva el programa.

El llamó el tiroteo “un linchamiento moderno” que fue el resultado de la política de la iniciativa de “tener más despliegue en nuestro vecindario y no hacer nada mejor que molestar a los indigente, a la gente de bajos recursos, en el nombre de la gentrificación”.

Tulloss dijo que cualquier política que llevó a la muerte del hombre “no tiene lugar en la ciudad de Los Angeles”. También cuestionó el culpar a la víctima, quien se cree padecía de problemas mentales.

“La vida es valiosa sin importar los desafíos. El no debió morir”, dijo Tulloss.

Beck y Soboroff pidieron una vez más al público el martes no hacer juzgamientos prematuros sobre el caso, pero los manifestantes se negaron a este pedido. Algunos criticaron el que el Departamento haya enviado a cinco agentes a subyugar al hombre y otros cuestionaron los motivos del jefe policial para publicar fotos que aparentemente muestran que el hombre intentó tomar la pistola de un agente, mientras se abstenía de presentar otros videos y evidencia.

Beck también proveyó a los medios con fotos de la pistola del agente, que muestran parte de la funda jalada hacia adelante y una bala parcialmente disparada en el cartucho — una indicación de que el hombre estaba jalando la pistola durante la confrontación.

Un total de cuatro agentes, todos ellos de la Estación Central de LAPD y asignado a Safer Cities, estuvieron involucrados en el forcejeo, la mayoría del cual fue captado en un video de teléfono celular que ha sido visto 3.2 millones de veces en 10 horas. Tres de los agentes, incluyendo un sargento, dispararon sus armas, dijo la policía.

“Todos los agentes han tenido entrenamiento para lidiar con personas con problemas mentales”, dijo Beck.

Testigos del tiroteo gritaron “él no tenía un arma” mientras los agentes forcejeaban en la caótica escena luego del tiroteo. Algunos testigos entrevistados por televisoras dijeron que los agentes pudieron haber retenido al sospechoso sin tener que utilizar fuerza letal, y uno lo describió como un asesinato.

En el video se escucha a alguien gritar “suelta el arma” justo antes de que se oigan los disparos.

Un residente del área de Skid Row le dijo a Los Angeles Times que el hombre muerto había pasado cerca de 10 años en un hospital mental antes de arribar recientemente a esa zona. El hombre murió en el lugar.

El LAPD anunció que la División de Investigación de Fuerza del Departamento había iniciado una investigación en coordinación con la Oficina del Inspector General del LAPD. Los resultados serán entregados a la Comisión de Policía, para que se determine si el uso de fuerza fue consistente con la política del departamento.

Adicionalmente, la División de Integridad del Sistema de Justicia de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Angeles revisará el caso para determinar si se presentan cargos criminales.

Jeretta Sandoz, director del sindicato de policías del LAPD, defendió las acciones de los agentes, diciendo que el intento de tomar el arma de un agente “no termina bien”.

“No crean que cuando una persona toma el arma de un agente es para dársela de regreso”, dijo ella.

También pidió al público que “permita que esta investigación siga su curso”.