Darryl Washburn

Spartans al ataque --  Travis Fukumoto (der.) defensor de Granada Hills solo puede ver mientras Will Clark avanza hacia la canasta. Sylmar ganó el partido 51-48.

 

Al preguntarle sobre un momento definitorio de la temporada 2014-15 del equipo de basquetbol masculino, el entrenador de Sylmar Bort Escoto dijo que honestamente no podía pensar en uno. Después de todo, hay mucho que ocurre durante una temporada– jugadores que llegan, otros que se transfieren, que se vuelven elegibles, que aprenden a jugar en conjunto, que luchan contra rachas malas y se confían en las rachas buenas.

Aun así intentó dar una respuesta.

“El único cambio que vi … fue cuando Clarence Williams llegó del football”, dijo Escoto. “Habíamos jugado siete partidos y perdido la mayoría. [Entonces Williams se unió al equipo) y el equipo pasó del boxeador que recibe golpes al boxeador que los da. Empezamos el año y no jugábamos fuerte del todo. No podíamos agarrar rebotes o parar a nadie — era una combinación mala. Pero yo siempre pregone lo mismo: ‘lo que importa es como terminamos. Hay que seguir mejorando’.

Así que quizá el momento definitivo para Sylmar en esta temporada llegó el 14 de Febrero, el día después que terminó la temporada regular y se anunciaron los puestos en los playoffs. Los Spartans habían ganado el título municipal de la División II el año anterior, lo que les permitió subir a la División I. Y aunque los mejores equipos de la División I habían sido movidos a la recientemente formada Open Division bracket, Sylmar se encontró colocada en la novena casilla de los playoffs– lo que significaba no tener partidos en casa, y teóricamente, un camino mas difícil al campeonato. 

Y sin embargo ahí estaban los Spartans el sábado 7 de Marzo celebrando su segundo campeonato consecutivo después de derrotar a Granada Hills 51-48, en Cal State University, Dominguez Hills. Un título que pocos habrían pronosticado que ganaría Sylmar (21-13) — especialmente Escoto.

“Este se siente mejor que todos los demás pero no lo esperábamos”, dijo él después del partido. “Nunca lo vi venir, nunca pensé que tuviéramos la oportunidad de ganar el título. Honestamente no pensé que ganáramos nuestra liga. No lo puedo explicar, no te puedo dar una respuesta. Es casi como la película ‘Angels In The Outfield’. Algo está pasando y tu no sabes lo que es”.

El tercer campeonato de Sylmar – junto con el conseguido en 1998 y 2014 – convirtió a Escoto en el primer entrenador de la ciudad en llevar a un equipo a un título luego de ganar el campeonato de la división previa el año anterior.

Sylmar llegó a la final después de arrebatar triunfos a Freemont de Los Angeles, a Palisades en tiempo extra y a Washington Prep antes de enfrentar a Granada Hills.

Los Highlanders (20-13), que ganaron un título municipal por última vez en 1987, también tuvieron un paso inspirador en los playoffs al derrotar a Garfield de Los Angeles y Poly. También estaban ansiosos de enfrentar de nuevo a Sylmar luego de perder contra los Spartans 82-67 en diciembre.

Esta vez, la competencia fue férrea, ya que ambos equipos tuvieron periodos de control y pelearon fuertemente por alzarse con la victoria. Pero en el segundo cuarto, Granada Hills explotó con una ventaja de 27-18 y parecía tomar control del encuentro hasta que Anthony Zelaya encestó para tres puntos y redujo la ventaja de 27-21 para irse al medio tiempo con ese marcador.

Esto calmó a los Spartans y restauró su cometido. “Estábamos calmados. El entrenador nos dijo que el partido no se ganaba en el primera mitad, sino en la segunda. Nos dijo que saliéramos con intensidad y fuego porque parecíamos muertos en la cancha”, dijo Williams.

Los Highlanders, liderados por Michael Kalu y Michael Mensah, mantuvieron una ventaja de seis puntos en el tercer periodo hasta que Sylmar equiparó las cosas a los 33 puntos. En el cuarto periodo, Granada Hills saltó a 39-35, pero los Spartans iniciaron una racha de 12-2 y pusieron las cosas 45-41 con tres minutos por jugar.

Y luego las cosas se pusieron dramáticas. Sylmar tenía una ventaja de 50-48 con 22 segundos restantes en el partido cuando Jason Horosny – que marcó nueve puntos en la primer mitad y no tenía puntos en la segunda – falló una canasta de tres puntos. Williams tomó el rebote y le cometieron falta con 8.6 segundos por jugar. El hizo uno de sus tres tiros libros, lo que significaba que los Highlanders tenían una oportunidad más.

Kalu, quien marcó 13 puntos para liderar a Granada Hills, lanzó para tres puntos y empatar el partido con dos segundos todavía restantes en el reloj. Pero el disparo no entró y Granada Hills no tuvo oportunidad de lanzar otra canasta.  

“Nuestros chicos se pusieron un poco ansiosos con toda la presión”, dijo el entrenador Don Loperena de Granada Hills. “Teníamos algunas jugadas en las que veníamos trabajando, pero los chicos se adelantaron y se salieron de ritmo”.

Loperena también alabó el trabajo férreo de Sylmar y su entrega.

Escoto también llegó a la misma conclusión.

“No jugamos bien del todo. No quiero quitarles nada. No jugamos bien de principio a fin, pero salimos adelante”, dijo.

Y eso es lo que los hace campeones.