Los lanzadores y la defensa son ahora los que ganan los partidos. Con mayor cantidad de lanzadores que tiran por encima de las 90 mph, y con un mayor número de jugadores en esta posición, no sorprende que el promedio de carreras haya caído el año a 4.07, el más bajo desde la temporada 1981 afectada por una huelga. Los “hits” por partido también se redujeron a 8.56, la cifra más baja desde 1972. El combinado de “strike outs” — 7.70 por partido en 2014 – se ha elevado cada año desde 2000.
Los Dodgers, que inician la temporada regular en casa el 6 de Abril contra San Diego, se han dado cuenta de esto.
Su nueva gerencia compuesta por Andrew Friedman como presidente de operaciones (antes con Tampa Bay), y el gerente general Farhan Zaidi, de Oakland, son fanáticos del análisis al determinar el valor de los jugadores. Pero no se requiere de estadísticas para saber que los Dodgers tienen flaquezas, defensivamente y en el montículo.
Quizá el cambio más grande (después de las oficinas) para los Dodgers fue en el medio. El jardinero central Matt Kemp fue intercambiado con San Diego, y el segunda base Dee Gordon se fue a Miami (junto con el lanzador Dan Haren). El paracortos Hanley Ramírez se fue a la agencia libre (y firmó con Boston). Los veteranos Jimmy Rollins y Howie Kendricks fueron traídos para hacer un combo de doble jugada. El “rookie” Joc Pederson, que estaba haciendo un notorio trabajo en las menores, va ahora al jardín central. Y Yasmani Grandal, que llegó en el acuerdo por Kemp, hace de un lado a A.J. Ellis para iniciar como receptor.
A pesar de que los Dodgers perdieron a Haren y Josh Beckett (quien se retiró), la rotación de lanzadores sigue siendo impresionante. Clayton Kershaw (21-3, 1.77) fue dominante contra todos, excepto por St. Louis en Octubre. Zack Greinke (17.8, 2.71) sería el lanzador inicial en cualquier otra franquicia. Hyun-Jin Ryu (14.7, 3.38) es un lanzador con menor promedio que cualquier otro lanzador tercero, pero está agobiado por las lesiones; ahora empieza la temporada en la lista de lesionados debido a dolor en su hombro izquierda. Para mejorar la retaguardia, los Dodgers cuentan con las nuevas adquisiciones Brandon McCarthy, que lanzó para Arizona y los Yankees el año pasado, y Brett Anderson, antes de Colorado, que también ha tenido problemas con lesiones. Joe Wieland (si se mantiene saludable), pudiera reemplazar a Ryu.
El “bullpen”, a pesar las 44 salvadas de Kenley Jensen, tuvo un desempeño regular en 2014. Se fue Brian Wilson. El intermitente Brandon League (que podría iniciar la temporada en la lista de lesionados con problemas en el hombro) continúa en el equipo, como también Paco Rodríguez y J.P. Howell. También se supone que vendría ayuda de Joel Peralta, Chris Hatcher y Juan Nicosia.
Sólo el tiempo lo dirá.
Será difícil reemplazar las amenazas ofensivas que representaban Henley y Kemp, pero los Dodgers todavía tienen bateadores importantes. Adrián González tiene 33 años pero sigue siendo muy capaz; pegó 27 jonrones y sus 116 RBIs (carreras impulsadas) lideraron las mayores el año pasado, y es una aspiradora de limpieza en la primera base. Lo único que impide que el jardinero Yasiel Puig (.296, 16 jonrones y 69 RBIs) se convierta en uno de los mejores jugadores en la Liga es más experiencia y enfoque. Tanto Rollins como Hendricks son bateadores profesionales comprobados. Los único huecos potenciales están en el receptor, el tercera base Juan Uribe (ahora de 36 años) y el jardinero izquierdo Carl Crawford sólo porque él también parece no estar saludable por largos periodos de tiempo.
Los Dodgers todavía tienen a Andre Ethier (y su enorme contrato) si quieren hacer un intercambio a media temporada. Y hay un par de historias intrigantes en el jugador cubano Alex Guerrero (que puede rehusarse a ir a las menores y convertirse en agente libre si no es parte de las Ligas Mayores), y el prospecto de 20 años Corey Seager, que empezará la temporada en las menores, pero podría ser llamado al equipo grande si le ocurre algo a Rollins. Ambos podrían tener papeles importantes en el 2015.
Aunque los 26 años sin llegar a la Serie Mundial no se asemejan a los más de 80 años de la sequía de los Chicago Cubs, los fanáticos de los Dodgers están cansados de escuchar de ello y de quejarse del acuerdo televisivo con Time Warner Cable que impide que cerca del 70 por ciento de ellos vea los partidos por televisión.
Pero la realidad es que lo único que podría renovar la confianza de los fanáticos en el equipo es un regreso a la Serie Mundial.