Arte Moreno, el dueño de los Angeles, quizá no tenga tanto dinero como los propietarios de los Dodgers – Guggenheim Management – pero eso no significa que sea un tacaño. Anaheim tuvo la sexta planilla más alta en las mayores el año pasado con casi $155 millones. Y los Angels – que abren la temporada 2015 en Seattle el 6 de Abril – no tienen miedo de jugársela con un jugador de “nombre” como Albert Pujols o Josh Hamilton, o aferrar a una joven superestrella como Mike Trout.
Pero piezas claves de los Angels se han vuelto, en términos de béisbol, viejos o en la fase final de sus carreras. Aunque la experiencia es buena, eso a menudo conlleva lesiones y menos producción. Aún si muchas cosas se acoplan de manera correcta, como lo hicieron en 2014, no se requiere de mucho para que las cosas salgan mal.
El gerente general Jerry Dipoto ciertamente cree que el equipo tiene lo suficiente para competir por un título. Pero también empezó a rehacer el equipo para crecer al lado de Trout.
Dipoto empezó con los lanzadores. Jared Weaver (18.9, 3.59) fue uno de los tres lanzadores en liderar la Liga Americana en triunfos, pero su velocidad continúa decayendo y en un futuro cercano los bateadores se ajustarán a esto. C.J. Wilson (13-10, 4.51) a menudo se mete en problemas por demasiados lanzamientos y no podía lanzar fuerte a menudo que avanza el partido. La estrella en ascenso Garrett Richards (13.4, 2.61) viene saliendo de una cirugía en la rodillo y no podrá salir de la lista de lesionados hasta mediados de Abril. Matt Shoemaker tuvo una excelente primera temporada (14-3, 2.89 en 20 inicios), pero sólo se enfrentó a 11 equipos. Las otras escuadras ahora podrán revisar videos y ajustarse a él.
Dipoto intercambió por dos potenciales jugadores titulares como Andrew Heany y Nick Tropeano; ninguno tuvo una primavera sensacional y ambos probablemente comiencen en las ligas menores. Eso mueve a Hector Santiago (6-9, 3.75) de regreso a la rotación inicial. Varias adiciones que Dipoto trajo al “bullpen” el año pasado – el cerrador Huston Street, Joe Smith, Cory Rasmus – están de regreso y mejor preparados. También esperan tener un impactos los relevistas José Álvarez, que se recupera de una cirugía en el codo, y Drew Rucinski.
Dipoto tuvo que deshacerse del segunda base Howie Kendricks al intercambiar por Heaney, y su seguridad en la defensa y eficiencia con el bate (tiene promedio de .292 en su carrera) se echará de menos. Johnny Giavotella, que está bateando .349 esta temporada, parece haber derrotado a otros dos contendientes para iniciar en la segunda base, pero tendrá que comprobar eso toda la temporada.
Trout ganó su primer premio MVP con la fuerza de sus 36 jonrones, 111 RBIs y 115 carreras marcadas. Pero su promedio sólo fue de .287 y fue ponchado en 184 ocasiones — 104 veces en la segunda mitad a medida que los lanzadores explotaban su gusto por las “fastballs”. Pero el hombre tiene 23 años y cerrará esos huecos a medida que madure.
El apoyo de los veteranos alrededor de Trout todavía es impredecible. Pujols se ha visto saludable esta primavera, y todavía es capaz de impulsar 100 carreras, pero seguramente eso empezará a decaer a sus 34 años. David Freese regresa a la tercera base, pero está abanicando más y pegando con menos intensidad. Los altos promedios de Eric Aybar en “hits” (164) y RBIs (68) fueron una buena sorpresa, pero se desconoce si continuará esa producción.
El jardinero y bateador designado Matt Joyce puede pegarle a cualquier cosa que lance un derecho, pero su promedio es de menos .200 contra lanzadores zurdos.
Así que los jóvenes tendrán que dar un paso al frente. Kole Calhoun (17 jonrones) no es el prototipo de bateador inicial, aunque si marcó 90 carreras en 127 partidos y es un sólido jardinero defensivo. Los relevistas potenciales C.J. Cron, Collin Cowgill, Taylor Featherston, Grant Green y Josh Rutledge tendrán que aprovechar cualquier oportunidad que se les presente.
Y hay un par de escenarios aún por ver.
Richards estaba en camino a ser un lanzador élite antes de su lesión en el tendón de su rodilla izquierda en Agosto. Si regresa en forma, la rotación inicial será más que respetable. Si tiene problemas, la rotación caerá en problemas. Eso no es bueno en una era en donde los lanzadores son dominantes de nuevo.
El otro es Hamilton, que a menudo a parecido un esqueleto de lo que fue en la cancha (especialmente cuando tuvo registro de 0 en 13 oportunidades contra Kansas City en la postemporada). Una cirugía ya había retrasado su incorporación a los entrenamientos de la primavera, y ahora enfrenta la disciplina de las Ligas Mayores de Béisbol después de admitir otra recaída por las drogas. Si llega a jugar en la temporada 2015, qué efecto tiene eso en un equipo de Angels que pudiera estar mejor sin él, pero tiene la obligación contractual de pagarle a Hamilton (alrededor de $25 millones por año) hasta 2017. Ni Moreno quiere comerse lo que queda de ese contrato.
Todavía hay una ventana abierta para que este grupo alcance la Serie Mundial, pero se cierra cada vez más.