M. Terry / El Sol

CSUN con un pie al frente — (Izq. a der.) Cynthia Sánchez, Destinney Durón y Cynthia Tafoya han contribuido a la racha de 6-2 que tiene el equipo de futbol femenino de los Matadors al comienzo de la temporada.

Las tres mujeres sentadas frente a mi tienen el “look” de atletas, pero también de estudiantes universitarias. Todas portan sudaderas con grandes logos que leen “CSUN Student-Athlete”.

Destinney Durón, Cynthia Sánchez y Cynthia Tafoya están en diferentes etapas de su carrera universitaria. Durón, de 19 años, está en su segundo año universitario. Sánchez, de 20 años, está en el tercero y Tafoya, de 22 años, terminará su licenciatura en Inglés este otoño y recibirá su diploma en la primera. Pero ellas tienen más en común que solo ser jóvenes que están a punto de emprender su vida adulta.

Todas son miembros importantes del equipo de futbol femenino de la Universidad Estatal de California, Northridge (CSUN) que ha comenzado la temporada con marca de 6-2. Las Matadors ocupan actualmente el segundo puesto en la Conferencia Big West; tienen la misma cantidad de triunfos que la Universidad Estatal de California Fullerton, aunque Fullerton tiene una derrota menos.

Sánchez, quien juega en la delantera, lidera al equipo en goles (y es segunda en la Conferencia Big West) con seis anotaciones y 13 puntos. Tafoya está entre las 10 mejores atajadoras en la Conferencia en términos de triunfos, salvadas y porcentajes de goles en contra. Durán, quien juega en el medio campo y en la defensiva, es ahora parte de la alineación titular y ha impresionado con su velocidad, fuerza y atención.

Todas ellas alcanzaron este punto en sus carreras y vidas de manera distinta, pero todas comparten historias similares.

Oriunda de Burbank, Durón tuvo un desempeño excelente en la secundaria Hart de Newhall, donde jugó por cuatro año y fue elegida al equipo ideal de la liga. Cuando llegó el momento de decidir sobre la universidad, Northridge “estaba cerca de casa”, dijo. “También consideré San Diego, pero quería estar cerca”.

Sánchez es de Gilroy en el condado Santa Clara – “la capital mundial del ajo”, indicó ella de forma orgullosa – y es un poco corta de estatura, 5 pies 2 pulgadas. Cuando se lesionó un ligamento de su rodilla derecha en la secundaria, las universidad que habían mostrado interés dejaron voltearon a ver a otros lados.

Pero no así CSUN.

 “[El entrenador] Keith West llamó y dijo ‘no te preocupes, todavía te queremos. Ponte mejor y ven aquí”, dijo Sánchez. “No es que fueran la única opción; pero él hizo el esfuerzo para llamarme y decirme que todavía me quería en el equipo. Eso realmente ayudó”.

Tafoya es de North Hollywood y asistió a la secundaria Notre Dame. Ella llegó a buscar una oportunidad en el equipo en su primer año y ahora es parte de la alineación titular. Nunca ha querido jugar como guardameta en otro lugar.

“Empecé a los 9 años”, contó. “Todo el mundo se fijaba en los porteros porque eran los que más trabajaban. Y eso fue emocionante para mí. Los vi saltando y yendo de un lado a otro y supe que quería hacer eso”.

West, quien está en su 10a temporada como entrenador del equipo femenino de futbol de CSUN, describe al trio como el tipo de jugadores que busca de forma active para Northridge.

“Busco a chicas que quieran mejorar, que estén tomando forma y vayan en ascendencia. De otra manera, los que tengan algo que no les puedas enseñar”, dijo West. “Cuando vienen aquí, la expectativa es que mejoren. Si no tienen eso, no saldrán avante aquí”.

El sabía que Sánchez sería especial – “una chica que yo sabía haría una diferencia en el programa” – y agregó que ella está recompensando esa fe en ella esta temporada. “Este año han empezado a llegar los goles. Con algunas chicas [el gran éxito] viene desde el comienzo y para otras requiere de tiempo. Pero ella está mostrando que tiene lo que se necesita para ser una gran delantera. Tiene técnica, es rápida y tiene un gran deseo y un espíritu competitivo. Y es muy humilde y aprecia el equipo”.

El potencial total de Durón podría llegar en la temporada, dijo West. “Ella es grande, fuerte, muy buena en el aire, le pega bien a la pelota, es muy técnica y tiene velocidad. Tiene todo el paquete. Puede pegarle a la pelota a 40 yardas de distancia. Es muy inteligente en cuanto al partido; las tres son iguales en esto”.

Pero lo que realmente enorgullece a West es el desarrollo de Tafoya como una guardameta de calidad. “Su primeros años no estaban en tan buena forma como necesitaba para ser dominante en esa parte de la cancha. Ahora es como un gato, la forma en que se mueve en la portería. Cynthia también es un gran ser humano. Pero en la portería no puedes ser la persona más amable. Creo que ella se ha dado cuenta de eso. Eso, y su creencia de que puede hacer las jugadas en los partidos que la veo hacer en las prácticas”.

Northridge ha venido jugando futbol femenino de División I desde 1995, pero solo ha ido al Torneo NCAA una vez – en 2012, el mismo año que las Matadors ganaron el campeonato de la Conferencia Big West. Hay una pequeña mezcla de ese equipo y el equipo de 2015. El equipo de 2012 tenía a nueve estudiantes de último año y cinco estudiantes de tercer año. Este equipo tiene a cinco estudiantes de último año y ocho estudiantes de tercer año. En ambas instancias, las jugadoras se llevaban bien entre sí y estaban enfocadas en los objetivos del equipo – en ganar un campeonato – en vez de metas individuales.

Es por so que a Tafoya no le sorprende el comienzo con registro de 6-2, y la racha de cinco partidos ganados para CSUN.

“Sabía que sería así desde el año pasado”, dijo. “Podía ver que las jugadoras de primer y segundo año querían trabajar fuerte. Y entre las vacaciones, todos hemos trabajado arduamente de forma individual. Así que sabía que sería así cuando llegara el otoño”.

Las otras chicas están de acuerdo.

“Generalmente hemos tenido problema encontrando a líderes en nuestro equipo. Pero este año siento que todas somos líderes”, dijo Sánchez. “Todas queremos tener parte en el liderazgo. En  [el triunfo de 1-0 del domingo contra Portland] todas nos gritábamos unas con las otras, diciéndonos qué debíamos hacer. Pero… sabíamos de dónde venía, de un buen lugar en el corazón. Todos tenemos confianza en nuestros papeles y queremos ayudarnos a mejorar”.

Y agrega Durón, “Todo el mundo es más maduro. Puedes notar que este año todo el mundo lo quiere. Y tenemos un buen equipo este año, así que estoy segura que vamos a ganar”.

Una vez más, apenas es Septiembre y faltan 12 partidos más de la temporada regular, seguido por el Torneo Big West, que determina al representante de la Conferencia en el campeonato de la NCAA. Pero estas Matadors están rebosantes de confianza. Y la fórmula para mantener ese nivel de confianza es simple, dijo Tafoya.

“De verdad creer. Y disciplina”, dijo ella. “Esas son dos cosas primordiales”.