Para la mayoría de nosotros, la temporada de football estudiantil comenzó el 28 de Agosto. Para los Parrots de la secundaria Poly en Sun Valley, pudo haber iniciado la semana pasada.
Poly tenía marca de 1-3 antes del partido del 25 de Septiembre para abrir su competencia en la Liga East Valley contra North Hollywood, que tenía marca de 3-1 y se veía como un contendiente potencial en contra de Grant y el campeón defensor Arleta.
Los Parrots — cuya única victoria había sido contra Bernstein de Hollywood — intentaban encontrar su camino después de una temporada con marca de 3-9 en 2014 después de haber llegado al partido del título por la División III de la City Section el año anterior. Y lo hacían prácticamente como un nuevo equipo, luego de que se graduaron 25 jugadores de último año.
Aunque no lo mostraba, el entrenador José Campos estaba nervioso en las prácticas de verano. Las cosas debían ser diferentes esta temporada, no solo por el orgullo de la escuela, sino también porque los Parrots habían subido a la División II.
“Nosotros (los entrenadores) no vimos mucha mejoría o progreso. Estábamos haciendo la misma cosa una y otra vez”, dijo Campos. “Normalmente, tenemos una idea que podemos empezar a instalar, y para el partido dos y tres podemos empezar a poner diferentes formaciones en la ofensiva y defensa. En la defensa no habíamos tenido una práctica defensiva completa hasta que entramos a jugar de lleno. Nos enfocamos más en la ofensiva y tomó cierto tiempo para ajustarnos”.
Así que no sorprende que la temporada 2015 había empezado lenta, con derrotas en contra de St. Genevieve, Westchester de Los Angeles y Reseda redondeando la victoria en contra de Bernstein. La derrota de 48-0 ante Westchester en casa el 11 de Septiembre fue particularmente desilusionante.
“Pensé que al jugar en Westchester — un oponente de la División II que creí que podíamos ver más tarde en la temporada — quieres enfrentar cierta velocidad y ver qué puedes hacer”, dijo Campos. “Pensé que jugaríamos una mejor defensiva. Pero en general, como equipo, no jugamos muy bien”.
Muy pocas personas habrían vaticinado el resultado de 41-21 que Poly le propinó a su rival North Hollywood. Aún más impresionante, los Parrots — que iban en desventaja 21-20 en el medio tiempo — no permitieron que los Huskies acumularan ningún punto en la segunda mitad.
Para los jugadores que buscaban una razón para creer que las cosas buenas todavía podían venir esta temporada, la habían encontrado.
La victoria “ha abierto [los ojos de los jugadores] para darse cuenta que podemos ser un buen equipo”, dijo Juan Guzmán, de 17 años y estudiantes de último año que juega como fullback y middle linebacker y quien tuvo un papel preponderante cuando recobró un fumble en el segundo cuarto y lo retornó para un touchdown.
“La semana pasada de prácticas estábamos pegando duro, siendo disciplinados y haciendo más acondicionamiento…al hacer lo que hicimos (en contra de North Hollywood), mostró que podemos ganarle a equipos”.
Guzman — quien jugó en el partido final de la División III en contra de View Park de Los Angeles — admitió que tuvo miedo que el equipo de este año fuera, sin proponérselo, en el mismo camino del equipo del año pasado. “Al principio tenía miedo, debido a la falta de fuerza que teníamos, y falta de tamaño. Pero estábamos motivados para ir a la sala de pesas”, dijo.
“El tamaño no importa; se trata de fuerza y resistencia y realizar la técnica correcta. Puedes ganarle a cualquiera”.
Pero requirió de una victoria como el triunfo en contra de North Hollywood para vender esto por completo, según el lineman Eric Novoa.
“Creo que necesitábamos ver que podíamos ganar”, dijo Novoa, de 17 años. “Creo que los chicos no conocían su verdadero potencial hasta el pasado viernes. Cuando vimos que podíamos hacerlo, fue como ‘por qué no podemos hacer cada vez'”.
“Honestamente, lo que creo que cambió las cosas fue ver cómo era ir bola por bola. Ellos marcaban, y nosotros recuperamos la pelota y la regresamos y marcamos. Mantuvimos nuestro pensamiento de ‘podemos hacer esto’. Aparte de eso fue que ellos perdían la pelota, no la cuidaban; pensé, ‘tenemos oportunidad de hacer esto'”.
En el triunfo, los Parrots han encontrado a una estrella potencial en el running back Kevin Ascencio, de 16 años, quien corrió por 215 yardas y tres touchdowns.
El buen desempeño fue quizá, en parte, debido a que Ascencio finalmente se ajustó a jugar al nivel del primer equipo.
“Los capitanes dijeron que [el partido] se jugaría a un ritmo mucho más rápido con gente más grande”, dijo Ascencio. “No es nada comparado con JV; estas jugando prácticamente contra hombres adultos”.
Pero Ascencio también consideró que la verdadera naturaleza del equipo y su determinación iba a surgir en cualquier momento. “Vi a todos mis compañeros que hicieron su trabajo, y fueron un mejor equipo que el año pasado. Lo vi, aún en el verano”.
Ahora es Poly el que debe mantener el ritmo que creó en contra de North Hollywood. El próximo rival es Monroe, seguido por Verdugo Hills. Esto le da a los Parrots la oportunidad de tener marca de 3-0 en la liga justo antes de enfrentar a Arleta y Grant.
Poly no esta hablando de ser campeón de liga.
Pero los Parrots empiezan a ver que ahora son parte de la conversación.
“No me preocupa (caer en el desánimo en el partido contra Monroe) porque estamos muy hambrientos”, dijo Novoa. “Queremos ganar y llegar a los playoffs, y jugar en el Coliseo. El año pasado saboreamos eso; esta vez queremos llegar hasta el final”.