La Iglesia Living Hope se Une al Esfuerzo de “Árbol de Ángel”

Para esta Navidad, la iglesia Living Hope en San Fernando convirtió su santuario en un maravilloso banquete de tierra invernal este pasado sábado. Pero, los huéspedes no eran miembros de la iglesia, estos fueron los que “sirvieron” a aquellos quienes sin culpa propia se ven involucrados en el sistema de prisiones – los hijos con padres encarcelados.

Los administradores de la iglesia se volvieron voluntarios y se unieron al “Árbol de Ángel”, el programa nacional más grande que beneficia a los hijos de prisioneros.

Vestidos con sus mejores atuendos, los niños – desde bebitos hasta adolescentes – caminaron en el cuarto decorado bellamente. Fueron recibidos con enormes sonrisas y dirigidos a sentarse en mesas también muy decoradas donde les sirvieron un almuerzo caliente. Un despliegue de copos de nieve eran proyectados en una enorme pantalla sobre el escenario mientras Santa Claus tomaba su lugar listo para recibirlos.

Frente al escenario había regalos bellamente envueltos y seleccionados para ellos.

A través del programa “Árbol de Ángel”, eventos navideños similares al que se organizó en la iglesia Living Hope se llevan a cabo en todo el país. La Navidad es una temporada especialmente triste y solitaria para estos niños, y un tiempo en que se acentúa el estar alejados de sus padres, mientras enfrentan mensajes por todos lados sobre la “familia perfecta e ideal”.

Los presos se registran en el programa y escriben mensajes personales a sus hijos en una calcomanía en forma de árbol que se adhiere al regalo que recibe el menor. Ya que los prisioneros no tienen la capacidad para comprar los regalos desde la cárcel, los presentes se compran en representación de los reos y se les ofrece a los niños como un regalo que les envían sus padres.

La organización fue fundada en 1982 por un ex prisionero que vivió de primera mano la difícil relación entre los reos y sus hijos. Uno en cada 28 o 2.7 millones de niños a través de la nación reportan tener a un padre que está en prisión.  

Para Sam y Janel Meza, los pastores de la iglesia Living Hope en San Fernando, el programa encajó de manera perfecta con la misión y filosofía de su iglesia y se lanzaron a aprender sobre el mismo e incluso querían ir más lejos.

“Generalmente, la gente ‘adopta’ a un niño y le lleva el regalo a su casa, pero eso parecía impersonal. Nosotros queríamos que vinieran aquí y hacerlos sentir realmente especial”, dijo la pastora Meza. Su esposo hizo eco de ese sentimiento. “Hemos tenido entregas de regalo y otros eventos en el pasado, y nunca sentí que estaba bien hacer que la gente hiciera fila para recibir un regalo o comida. No me sentía bien con eso”, dijo el Pastor Meza. “Esto es mucho mejor”.

 Los niños se reunieron en mesas de manualidades y colorearon tarjetas navideñas y las incluyeron en cartas que escribieron a sus padres, las cuales fueron colocadas dentro de una cesta. Las cartas serán entregadas al ministerio de prisiones para ser distribuidas entre los reos.

Una pequeña niña, que escribía sus palabras en letras redondas cuidadosamente, le dijo a su padre que recibió los regalos que le envió. Ella le deseó una Feliz Navidad y dibujó corazones rojos en el sobre.

Una mujer compartió que su esposo fue sentenciado a tres años y la dejó sola para cuidar de cinco hijas de entre 3 y 10 años. Ella dijo que debido a su estatus migratorio, él fue enviado a prisión federal y luego que complete su sentencia será deportado.

Lucy Guzmán, otra joven madre, estaba junto a su hijo de tres años a quien describió como muy “apegado” a ella. “Realmente me preocupa”, dijo.

“Vamos al parque donde hay padres jugando con sus hijos, ahora mi hijo está chiquito y no entiende, pero realmente me preocupa cuando crezca y lo note. Realmente me preocupa el impacto que tenga sobre él, el no tener un padre al ir creciendo”.

Guzmán explicó que su esposo recibió una sentencia de por vida y aunque tiene esperanzas de apelar el castigo, ella sabe que no será fácil revertirlo. “El estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado y aunque no cometió el crimen, estaba ahí y fue visto como un cómplice”, dijo ella.

“Cuando hablo con él, le dijo que ya no se trata de nosotros, sino de nuestro hijo”, señaló.

Agregó que aunque sí recibe ayuda de sus padres, su papá es el abuelo de su hijo y no puede hacer muchas de las cosas que un padre haría con su hijo. “El es mayor y a veces no ejerce mucha presión, como todos los abuelos”.    

Ahora que ella es una madre soltera, cumplir con las obligaciones puedes ser un verdadero desafío, aunque sabe que tiene más suerte que otras en circunstancias similares que no tienen el apoyo de una familia a quien acudir. Ella dijo que los regalos que les obsequiaron en el evento de “Árbol de Ángel” en la iglesia Living Hope era una gran ayuda, y también era un impulso ver que hay otros que se preocupan y otras personas que como ella enfrentan circunstancias similares.

“Espero volver a este evento”, dijo.