El Riviera Country Club en Pacific Palisades tiene uno de los campos de golf más antiguos y gloriosos en el Sur de California. Desde su apertura en 1926, en Riviera se ha jugado el U.S. Open, dos campeonatos del PGA, y claro, el L.A. Open bajo numerosos patrocinios. El número de jugadores profesionales y amateurs que han caminado por sus terrenos, que cubren 7,298 yardas, incluyen a Ben Hogan, Arnold Palmer, Jack Nicklaus, Tiger Woods y Phil Mickelson. Charlie Sifford, uno de los primeros jugadores afroamericanos de golf en el PGA Tour, ganó el evento en 1969.
Actualmente ahí se juega esta semana el evento Northern Trust Open del PGA Tour, que empieza hoy jueves 18 de Febrero.
Ningún torneo puede realizarse sin sus estrellas o patrocinadores. Y tampoco puede funcionar sin los transportistas, atendientes, trabajadores que mueven objetos y voluntarios. Tu puedes ver algunos de ellos durante el evento mismo, en las semanas antes y después. Pero hay cerca de 1,200 de ellos que laboran unas 12,500 horas para hacer que el torneo se realice sin problemas.
“Dependemos de los voluntarios”, dijo Julia Schmitt, gerente de servicios de torneos en Riviera. “Si no tenemos suficientes, se le dificulta a nuestros trabajadores realizar el torneo de manera eficiente. Tener a las personas que donan su tiempo y pasión para el evento es especial. Es mucho trabajo, pero tiene una recompensa”.
Entre los voluntarios de este evento está Doug Shaw. Criado en North Hollywood, pero ahora residente de Panorama City, Shaw, de 59 años, ha sido un voluntario desde 1991; el único año que no asistió fue en 2010 cuando, como miembro de la Guardia Nacional Aérea de Estados Unidos, estuvo en Irak.
En Riviera, él es el director del comité de bodegas, un cargo que ha tenido por 11 años.
Un ávido jugador de golf — aunque Shaw admite que él “nunca practica, solo juega” — trabajar en el torneo le da la oportunidad de ser parte del evento.
Su primera participación fue ayudando en el evento PGA Senior Open Tour en Rancho Park.
“Uno de mis amigos me dio la solicitud para un evento del Senior Tour — el Senior Classic en Rancho Park. Me sonó divertido y me inscribí. Y sí fue divertido”, dijo Shaw. “Y una de las señoras con las que trabajé en ese evento era miembro del comité del torneo aquí (en Riviera). Le dije que estaba interesado en trabajar en este torneo y ella me dijo, ‘claro, inscríbete'”.
“Vine ese año y lo he estado haciendo desde entonces. Rancho quizá fue en 1990, pero 1991 fue definitivamente la primera vez aquí en Riviera”.
Este día, Shaw lleva a un visitante en un carrito de golf para mostrarle el campo y los “rounds” en los que está asignado. Deja cajas de materiales y artículos para una de las tiendas de hospitalidad que están diseminadas por los terrenos. El y su equipo de 15 voluntarios — incluyendo su buen amigo John A. Duran (“mi mano derecha”) de North Hills — estará cargando y distribuyendo materiales para tiendas de hospitalidad, así como objetos donados para las esposas embarazadas de miembros del Ejército de Estados unidos que están asignados fuera del país o miembros militares embarazadas — una de las varias organizaciones caritativas del PGA. Los días de Shaw empiezan alrededor de las 9 a.m. y concluyen cerca de las 5 p.m. Pero empezando el lunes 15 de Febrero, Shaw llega a las 5 a.m. y no se va hasta que oscurece.
“Cuando llega la semana del torneo, estoy corriendo de un lado a otro”, dijo.
Pero no se equivoquen, esta es una labor de amor. Shaw ha estado en el Riviera por 25 años y nunca ha recibido un centavo por sus esfuerzos. El ni siquiera ve el torneo, excepto por los momentos en que puede echar un vistazo o dos a la televisión en la bodega.
Shaw dice que se divierte al ver a los voluntarios primerizos que tienen una idea diferente de lo que tendrá lugar durante sus labores.
“Algunos piensan que estarán juntándose con los jugadores de golf, las celebridades o viendo mucho golf”, dijo Shaw. “Si trabajas como mariscal, registrador de puntos, esos están en el campo, eso tiene más que ver con el deporte del golf. Pero muchos otros trabajos no. Nosotros hacemos más del trabajo de tornillos y tuercas. Pero lo disfrutamos”.
Schmitt describe a Shaw como “una de esas personas que no aparece en el radar y que trabaja duro. El hace su trabajo y lo hace con pasión. Realmente disfruta lo que hace y tenemos suerte de tenerlo”.
Al igual que Shaw, muchos de los voluntarios regresan año tras año — incluyendo Linda, la esposa de Shaw.
No es inusual encontrar personas que han trabajado en el torneo de Rivera por más de 40 años o más.
¿Qué los atrae?
“Disfruto a la gente con la que trabajo”, dijo Shaw. “Disfruto la causa que estoy apoyando (City of Hope). Me gusta la camaradería. Llega con el tiempo
“Conoces a gente, haces amistades, juegas golf juntos. Algunos de nosotros vamos y trabajamos en otros torneos. Me gusta donar mi tiempo. Es divertido. Nunca sabes a quién vas a conocer”
Shaw recordó la vez que conoció a Jerry West, cuando el ex Laker y Jugador del Salón de la Fama de la NBA era el director del torneo. Y en 2013, Shaw se unió a un juego de cuatro jugadores que jugó con el golfista profesional Dustin Johnson en un evento de amateurs y profesionales antes del comienzo del torneo.
Shaw se jubiló de su trabajo como inspector de seguridad para una agencia de contratos de defensa. En Mayo se jubilará de la Guardia Nacional Aérea luego de 30 años de servicio. Espera trabajar en el torneo por otros 10 años. “Siempre y cuando pueda moverme”, dijo.
Una vez se jubile, tendrá dos pensiones y tiempo para pescar — su otra pasión.