M. Terry / El Sol

Talentos en Ascenso -- La lanzadora Alexis Cervantes y la receptora Lilia Montenegro son pilares del equipo de softball de Arleta.

Al contrario de Amanda y Erika Guijarro, las entrenadoras de softball en Arleta, Alexis Cervantes y Lilia Montenegro no son gemelas. ¿BFFs? (Mejores Amigas) sí. Y son compañeras de clases y pilares del equipo de las Mustangs.

Sin embargo, los equipos que enfrentan a Arleta quizá se pregunten si Cervantes, la lanzadora derecha, y Montenegro, la receptora, tienen algo que las une; alguna conexión telepática en la forma que Cervantes lanza y Montenegro pide las jugadas.

Cervantes, de 17 años, está teniendo una gran temporada 2016. Ella ganó los 19 partidos para Arleta ( y tiene dos de las 3 derrotas), incluyendo nueve blanqueadas y un partido sin hit.

Montenegro, de 16 años, ha estado detrás del plato en todos estos encuentros. Y no solo recibe la pelota; ella pide los lanzamientos y ordena la defensa. Su madurez e inteligencia le permite a las Guijarro concentrarse en otros sectores del juego.

Si no nació para jugar esta posición, Montenegro ciertamente absorbió lo que se necesita desde que se puso su primera máscara protectora.

“Es un aspecto de liderazgo”, dijo Montenegro, sobre lo que la atrajo a la posición más difícil del juego. “Yo pido los lanzamientos, dirijo al equipo así que sé dónde [dirigir el blanco para que Cervantes] lance la pelota al lugar correcto”.

Las dos han estado tan unidas en la cancha que Cervantes — quien tiene 5-6 lanzamientos de diferentes velocidades — dice que rara vez rechaza una de las señales de Montenegro.

 “Ella sabe lo que hace, así que confío en ella”, dijo Cervantes. “Es una receptora increíble; no hay nada que se le vaya”.

Cervantes sí se beneficia de la inteligencia de Montenegro. Pero también ha trabajado en la cancha (incluyendo lecciones privadas de pitcheo) y en el cuarto de pesas para convertirse en una jugadora sólida y balanceada, y de las mejores del Valle, sino es que de toda la City Section. Aparte de pitcher, Cervantes tiene registro de bateo de .391 con dos dobles, dos tripes y 20 RBIs (carreras impulsadas).

Y la conexión con su compañera está hecha de titanio.

“La relación se ha vuelto fuerte”, dijo Cervantes. “No hicimos mucho en el primer año. El segundo año (su primer año en el primer equipo) fue donde empezó todo. Y sabía que podía confiar en ella”

“Nos hicimos muy cercanas”, agregó Montenegro. “Pasamos tiempo juntas. Y cuando vayamos a la universidad, queremos estar juntas”.

En su segundo año Cervantes tuvo registro de 15-4 con un ERA de 1.57 en 21 partidos y 18 comienzos. Tuvo 77 ponches y permitió 94 hitas y 25 carreras en 111.2 entradas.

Números bastante buenos. Pero no se comparan con lo que ha hecho esta temporada.

En 23 apariciones (hasta el 2 de Mayo), Cervantes ha lanzado en 21 de los 23 juegos del equipo, acumulando 137.2 entradas. Ha permitido 83 hits y 15 carreras (ERA de 0.76). Ha ponchado a 181 y caminado a 21, golpeado a tres bateadoras y hecho un solo lanzamiento “loco”.

Parte de eso es el avance propio de Cervantes. En su segundo año a veces ella era presa de su naturaleza competitiva. Podía lanzar strikes al igual que permitir bases por bolas y crear problemas innecesarios.

“Quería mi puesto en el primero equipo. Había otra jugadora novata que era bastante buena”, dijo Cervantes. Pero una lesión terminó con la carrera de esa jugadora, y Cervantes se acomodó en el papel de líder del montículo. Y este año es prácticamente la única lanzadora de los Mustangs.

En ofensiva, Montenegro tiene marca de bateo de .259 e impulsado 10 carreras. Pero la ofensiva no es la responsabilidad de Montenegro. Defensivamente, es brillante; solo dos errores y un pase por bola.

Todo esto mientras dirige las jugadas para Cervantes y las Guijarro.

Es raro que una receptora de secundaria lo haga. Pero Erika, que fue receptora en la secundaria y la universidad, vio algo en Montenegro como novata que convenció a la entrenadora que la jugadora podía lidiar con esa responsabilidad desde entonces.

“La llevamos a un partido de un torneo de otoño, y su reacción y habilidad para ‘leer’ la defensa como novata, la forma en que era inteligente con las bateadoras, me dijo ‘wow’, esa chica debe ser nuestra receptora titular”, dijo Erika.

“En los primeros partidos yo dirigía los lanzamientos para ella, dependiendo de la situación o dónde esté parada la bateadora. Llegó al punto donde ella sabía lo que yo iba a pedir. Así que le di esa libertad. Y esta temporada no ha habido una sola vez donde yo tenga que decir ‘no pidas ese lanzamiento otra vez’. Ella tiene una buena cabeza para recordar qué es lo que las bateadoras pueden pegar o no, muy inteligente en cuanto a eso”.

Amanda concuerda.

“Mi hermana…le ha estado enseñando a ambas cómo leer a bateadoras y qué hacer o lanzar en diferentes situaciones. Lilia realmente se ha convertido en una estudiosa del juego, y es responsable de controlar el juego. Y ha hecho un trabajo tremendo”.

La victoria de 7-0 sobre North Hollywood el lunes 2 de Mayo le garantizó a Arleta una porción del título de la Liga East Valley. Las Mustangs tenían ventaja de un partido sobre Poly con un encuentro todavía por disputar. (Ambos equipos jugaron el miércoles 3 de Mayo en Poly. El resultado no estaba disponible al cierre de esta edición).

Las Mustangs — que el año pasado subieron a la División I por primera vez — esperan ver dónde quedarán en la lista de equipos que compiten en los playoffs, la decisión se sabrá este sábado 7 de mayo. Tienen la oportunidad de iniciar con un partido en casa. Lo que Amanda Guijarro quiere evitar     es un partido de eliminación. Ese fue el destino de Arleta el año pasado. Ganaron el partido contra Narbonne, pero fueron apabulladas por Granada Hills en la primera ronda.     

Pero la entrenadora considera que su equipo está mejor preparado para la postemporada de la División I, que tendría a poderosos equipos del Valle como son el campeón defensor

Chatsworth, El Camino Real, Granada Hills, San Fernando y Kennedy, así como escuelas incluyendo  Carson, Lincoln de Los Angeles, y Port of Los Angeles en San Pedro.

“Creo que si nos mantenemos enfocadas, podemos llegar lejos”, dijo Amanda. “Tenemos las herramientas. Nuestros bates son mejores y nuestra defensiva es mejor que el año pasado. Y Alexis lo quiere este año”.

Las jugadoras también creen que son mejores este año.

“Hemos tomado más tiempo con el bateo y asegurarnos que tenemos nuestros lanzamientos [correctos]”, dijo Montenegro. “Y nos hemos unido más como equipo. Claro, puedes tener cosas aquí y allá, pero cuando entramos a la cancha somos ‘una'”.