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Bobby Chacón, un boxeador que es parte del Salón de la Fama, murió el miércoles 8 de Septiembre cerca de Lake Elsinore a consecuencia de la demencia. Tenía 64 años y será recordado en el Noreste del Valle de San Fernando no solo como un campeón del ring, sino como un hombre siempre amigable.

La gente de la comunidad lo adoraba y él también adoraba a la gente. Fue uno de los chicos del barrio que alcanzaron la fama, que se graduó de la secundaria San Fernando y de la Universidad Estatal de California, Northridge.

El deporte de los puños le cobró caro a este boxeador que sufrió daños neurológicos después de su larga carrera, pero hasta recientemente, todavía se le veía en los eventos comunitarios, en una pose de boxeador, siempre con los puños arriba y una gran sonrisa en su casa, posando para fotos y firmando autografos. Ya tenía problemas para hablar, pero lo intentaba y usaba su enorme sonrisa y su gran cariño para comunicarse con aquellos que se le acercaban. Nunca se negó a tomarse una foto.

La noticia de su deceso se propagó rápidemente en San Fernando, el lugar donde nació, y a través de Facebook. Gemeniis Negrete escribió en la red social “Que descanse en paz, y que su legado viva para siempre!!! BOBBY CHACON!!! CAMPEÓN!!! LEYENDA!!!

El Sgto. Brent Seacrest, Forense del Condado de Riverside, dijo que Chacón murió en su casa “con su familia alrededor”.

Gary Ballin, el peluquero de Chacón en San Fernando y un viejo amigo del pugilista, dijo que sus amigos “eran muy protectores” de Chacón a medida que sus problemas con la demencia se hicieron más pronunciados.

“En años recientes la gente se dio cuenta de su condición y siempre se preguntaban cuáles eran sus capacidades. El tenía problemas para hablar y para caminar”, dijo Ballin.  “Pero la coordinación de ojos y manos era exelente. Una vez él y un amigo llegaron al VFW en San Fernando para jugar billar. Y él le estaba ganando a todos, juego tras juego”.

Como boxeador, la fuerza y la valentía de Chacón fueron lo que a la larga le dañó, dijo Ballin. “El recibió demasiados golpes. Pero los recibió porque podía hacerlo. Era demasiado valiente para su propio bien”.

Patricia Yribe, una residente de Sylmar y compañera de clases con Chacón en la secundaria San Fernando en 1969 y 1970, era la comadre del pugilista.

“Era un hombre con un gran corazón”, dijo Yribe. “Era así con todos sus amigos. Muy dulce, muy amable, muy gentil. En la secundaria no estaba muy interesado en la escuela. La gente lo adoraba, aunque la escuela no era su fuerte”.

Agregó que era duro verlo sufriendo de demencia avanzada. “Todavía me reconocía y seguía siendo la misma persona de buen corazón. Parecía entender su situación y estaba triste por eso. Pero…también tuvo una vida dura. Su esposa se suicidó y uno de sus hijos fue asesinado en Panorama City. Así que tuvo algunas dificultades”.

Anthony Davis, la ex estrella de football que vive en Sylmar, recordó jugar en las ligas infantiles de béisbol junto a Chacón. También estuvo presente en Los Angeles Sports Arena para la pelea en que López ganó un campeonato mundial.

“Lo que recuerdo es que Bobby siempre tenía una sonrisa en su cara”, dijo Davis. “Y créelo o no, aún de niño era duro. Nadie se metía con él”.

Como pugilista, dijo Davis, Chacón era duro. “No permitía que nadie dijera cosas de él. Siempre defendió su posición. Era grandioso”.

Elegido al Salón Internacional de la Fama del Boxeo en 2005, el ex campeón de pesos pluma de la WBC y super pluma tuvo registro de 59-7-1 con 47 knockouts en una carrera de 16 años.

El oriundo del Valle tuvo numerosas peleas memorables, incluyendo victoria sobre Rafael “Bazooka” Limón, Cornelius Boza-Edwards, Danny López y Rubén Olivares.

También derrotó al futuro entrenador Freddie Roach y perdió ante Alexis Arguello y Ray “Boom Boom” Mancini.

“Uno de los peleadores más emocionantes en la historia de la Costa Oeste, un luchador de coraje y sangre que se paró ante los mejores boxeadores en tres divisiones”, diijo Ricky Farris, presidente del Salón de la Fama del Boxeo de la Costa Oeste.

Bill Caplan apodó a Chacón como “Schoolboy” (Chico de Escuela).

Chacón saltó a la fama en el Sur de California, lo que le valió una oportunidad contra Olivares en 1973, una pelea que perdió pero que le ganó una reputación de un boxeador aguerrido. Un año después, derrotó a López, y al año siguiente ganó el título de los pesos pluma.

Perdió ese cinturón, pero batalló en una serie de peleas épicas antes de ganar el título de los super pluma en 1982 al derrotar a Limón. A eso le siguió una victoria en 1983 sobre Boza-Edwards en lo que se consideró la Pelea del Año.

“Tenía una gran personalidad y siempre estaba riendo y sonriendo, y hacía amigos con todo el que conocía”, dijo el promotor de boxeo Don Chargin a Yahoo Sports. “Era el sueño de cualquier promotor. Era grandioso, un boxeador que entretenía, era muy bueno en las conferencias de prensa y podías llevarlo a cualquier lado para conocer a gente porque tenía un gran carisma”.