A. Garcia / El Sol 

Jim Davis

A pesar de estar recuperándose de una cirugía de rodilla, sufriendo un resfriado y luchando contra el vértigo, que le ocasionó dos caídas, Jim Davis logró completar la maratón de Los Angeles el año pasado.

A lo largo de la carrera de 26.2 millas, el residente de Sylmar recibió la ayuda de un hombre y su novia que lo ayudaron a cruzar hasta llegar y cruzar la meta.

Lo hizo caminando por casi ocho horas, pero lo logró.

Y al hacerlo, mantuvo el legado vivo.

Davis, de 76 años de edad, es un Legacy Runner, un club que acoge a cerca de 150 atletas que han participado – y lo más importante, completado – todas las ediciones de la maratón de Los Angeles.

“Requiere mucho mantenerlo. Nos hacemos viejos, nos lesionamos”, admite Davis, un jubilado que se mantiene activo.

Pero es un club al que nadie más puede entrar, y eso es lo que la hace especial.

Es también la razón por la que Davis se está preparando para su esfuerzo atlético este domingo 19 de Marzo, cuando se enfrente nuevamente a la ruta, desde el estadio de los Dodgers al muelle de Santa Mónica, para tomar parte en otra maratón.

Lo único que no le gusta a Davis acerca del recorrido es que es de punto a punto, en lugar de iniciar y terminar en un solo lugar, como solía ser cuando tenía lugar en el centro de Los Angeles.

“Hace difícil ir y regresar”, explica Davis, añadiendo que un vecino generalmente lo lleva y lo recoge.

Un corredor

La ruta no es lo único que ha cambiado desde que Davis primero corrió la carrera en 1986. Completar la competencia, dijo, fue asombrosamente fácil para él. Y lo hizo en poco más de cuatro horas. No había entrenado para ello y simplemente decidió tomar parte en la maratón después de que un amigo lo interesó en el atletismo dos años antes, aunque no salía a correr todo el tiempo.

Más tarde Davis se volvió en un adicto a correr, que realizaba todos los días, en la mañana o tarde en la noche, en el tiempo de calor o frío. En sus años más activos, cuando corrió cuatro maratones — incluso el desafante maratón de Boston, al cual calificó después de completar la maratón de Portland en poco más de tres horas.

Davis fue parte de un par de clubes de corredores de distancia para entrenamiento de maratón y para diversión, llegando incluso a participar en carreras de 31 millas pasando por Santa Clarita, Placerita Canyon, y regresando al valle.

En varios tramos de su vida, él dice que corría hasta 70 millas a la semana.

Y reducir su tiempo en maratón de Los Ángeles era también un objetivo a lo largo de esos años.

Recuerda que hubo mucha emoción en la ciudad para el primer maratón. Davis fue uno de los primeros 10,000 participantes en la competencia, que ha crecido a más de 25,000 personas. El ha  sido uno de ellos a lo largo de los años.

El cambio más notable en todo este tiempo es el hecho de que solía correrlo. Hoy en día, se trata  sobre todo de caminar.

“El año pasado fue mejor que lo de un par de años antes, fueron menos de ocho horas,” enfatiza Davis. “Recuerdo cuando solía correrlo en apenas más de tres horas”.

“Caminé y troté por las primeras 12 millas y luego solo caminé “, explicó de su actuación en la maratón de Los Ángeles de 2016.

Legacy Runner

A pesar de su decreciente poder de atletismo, Davis nunca ha pensado en dejar de participar en la prueba.

“Quiero seguir esa racha. Esa es una gran motivación”, dice de tomar parte en la maratón. “Es algo que puedo hacer, quiero hacer y puedo seguir haciendo”.

Como parte del club de Legacy Runner, Davis ha recibido certificados, camisetas conmemorativas, zapatos e invitaciones a fiestas. También obtiene un montón de respeto de los otros corredores y personas que presencian la carrera. Su hijo también se presentó en la carrera el año pasado y se conectaron en la milla 12.

El año pasado él no entrenó para la maratón porque se estaba recuperando de una cirugía de rodilla. Todavía le da problemas, pero ha sido capaz de caminar algunas veces últimamente.

También admite que lidiar con un resfriado y vértigo el año pasado fue brutal.

“Paré un par de veces. Mi cuerpo quería seguir en movimiento. Era la sensación más rara”, dice.

Este año, el plan es simple. “Quiero cruzar el inicio de la carrera y correr y caminar un poco y ver cómo va”, dice. “Mi plan es terminar. Lo haré, con la ayuda de Dios, por supuesto”.

Para los nuevos corredores, Davis recomienda ajustar su mente a terminar la carrera.

“Hay que salir con la mentalidad de que vas a terminar, entonces solo tomas un paso a la vez hasta terminar. Tienes que verte cruzando la línea de meta”, enfatiza.

Ya en la carrera, dice, también ayuda llegar a ciertos puntos para mantenerse motivado a seguir adelante. Para él, el punto es llegar a Venice, cuando estás a sólo tres millas de la línea de meta.

Pero lo más importante, señala, es dar el primer paso. “No puedes terminar si no empiezas”, señala.

Y “terminar es lo único que quiero hacer ahora”, dice Davis..