“En una protesta contra un mitin de la supremacía blanca en Charlottesville, una mujer de 20 años (mi hija, nativa de Houston) fue una de las personas que fue atropellada por un coche. Ella está en el hospital y realmente vamos a apreciar cualquier ayuda para los costos del hospital. Natalie no tiene seguro médico en este momento y ha sostenido fracturas del cráneo entre otras lesiones a causa del ataque. Gracias y que Dios los bendiga”
Ese es el mensaje en una página de GoFundMe (https://www.gofundme.com/Natalie-Romero-Medical-Fund) pidiendo $120,000 en donativos – ya superó los $130,000 – para Natalie Romero, una de las 19 personas heridas cuando James Alex Fields Jr. supuestamente manejó su auto contra una multitud de manifestantes que llegaron para contrarrestar a supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia el pasado sábado 12 de Agosto. Heather Heyer, una paralegal de 32 años, murió en el incidente.
Romero, de 20 años, y quien es oriunda de Houston, Texas y quien acaba de terminar su primer año en la Universidad de Virginia en Charlottesville, sigue en el hospital con graves lesiones.
La madre de Natalie, Ericka Chaves, ha dicho a los medios que su hija es la primera en la familia en asistir a la Universidad y no tiene seguro médico.
Chaves dijo que las lesiones de Romero no atentan contra su vida y que está mejorando, pero aún no es capaz de hablar.
La aparente embestida intencional contra los manifestantes ha dado impulso tanto a la supremacía blanca como a su oposición. Los primeros han prometido que este es el comienzo de más manifestaciones, los últimos también han salido a las calles a abogar por la paz.
El atacante
Fields Jr., el presunto conductor, fue acusado previamente de golpear a su madre y amenazarla con un cuchillo, según los expedientes de la policía publicados el lunes.
Samantha Bloom, que está discapacitada y usa una silla de ruedas, repetidamente llamó a la policía sobre su hijo en 2010 y 2011, diciéndole a los oficiales que estaba tomando medicamentos para controlar su temperamento, de acuerdo con transcripciones de llamadas al 911.
Fields, descrito por un ex profesor de secundaria como un admirador de Adolf Hitler y la Alemania nazi, fue acusado de asesinato en segundo grado por el incidente del sábado pasado.
Un juez le negó la fianza el lunes después de que la oficina del defensor público dijo que no podía representarlo porque un pariente de alguien en la oficina resultó herido en la protesta del sábado.
A Fields le fue asignado a un abogado local, y otra audiencia fue pactada para el 25 de Agosto.
Los registros muestran que Fields fue arrestado y puesto en detención juvenil después de que su madre reportó en 2011 que se puso de pie detrás de ella empuñando un cuchillo de 12 pulgadas.
En otro incidente en 2010, ella dijo que su hijo la golpeó en la cabeza y la encerró en el baño después de que ella le dijo que dejara de jugar juegos de video. No hay indicios en los registros de que fue arrestado en esa ocasión.
También el lunes, un antiguo compañero de clase dijo a Associated Press que en un viaje escolar a Europa en 2015, Fields – entonces un adolescente – le dijo que no podía soportar a los franceses y dijo que sólo iba en el viaje para poder visitar “la madre patria” – Alemania.
Un maestro que enseñó a Fields en la escuela secundaria dijo el domingo que Fields estaba fascinado con el nazismo, idolatraba a Hitler, y había sido señalado en el noveno grado por los funcionarios de Randall K. Cooper High School en Union, Kentucky, por sus convicciones “profundamente arraigadas, radicales” en la raza.
Fields también confió que le habían diagnosticado esquizofrenia cuando era más joven y le habían recetado un medicamento antipsicótico, según el maestro, Derek Weimer.
Fields se enlistó más adelante en el ejército y se reportó para entrenamiento básico en 2015 pero fue removido de servicio activo cuatro meses después debido a lo qué un militar describió solamente como “una falta de cumplimiento de estándares del entrenamiento.”
Fields habían sido fotografiado horas antes del ataque del sábado con un escudo que llevaba el emblema de Vanguard America, uno de los grupos de odio que participó en la protesta contra la retirada de una estatua del general Confederado Robert E. Lee. El domingo el grupo negó cualquier asociación con Fields.
Bajo presión para hablar más enérgicamente, el Presidente Donald Trump condenó a los miembros de Ku Klux Klan, los neonazis y la supremacía blanca que participaron en la violencia como “delincuentes y matones” y declaró que “el racismo es malo”.
El fracaso inicial de Trump el sábado para denunciar a los grupos por su nombre, y culpar la violencia en “muchos bandos”, impulsó la crítica de otros republicanos, así como demócratas.