EL PARTIDO DE LA SEMANA

Canoga Park, que abrió sus puertas en 1914, es la escuela más antigua en el oeste del Valle de San Fernando y ciertamente ha tenido a estudiantes ilustres, desde el actor Bryan Cranston (“Breaking Bad”) y Jacqueline Danell Obradors (“Tortilla Soup”) hasta Will E. Jackson, fundador de Greenpeace y LaVar Ball – sí, ese de la marca Big Baller Brand con los hijos que juegan baloncesto.

Cuando se trata de deportes, Canoga Park rara vez recibe el talento máximo que a menudo llega a planteles como Chaminade, Taft, Cleveland o Birmingham. Pero los que quedan parecen evolucionar a un tipo de atleta específico, especialmente para el football.

“Tenemos a chicos muy duros”, dijo el entrenador Kevin Carlsen. “Quizás no sean los más talentosos, ni los más atléticos, pero te van a escuchar y serán muy fuertes. Creo que en el football, si tienes chicos fuertes, puedes resolver las cosas”.

Carlsen sabe de lo que habla. Jugó football en Canoga Park, donde se graduó en 1997, para luego asistir a Azusa Pacific University. Es dueño de un negocio de seguridad, pero regresó a Canoga Park hace 10 años como un asistente de entrenador. Fue coordinador ofensivo hasta que el ex entrenador Ivan Moreno decidió dejar el cargo el verano pasado. Aunque Carlsen y su esposa esperaban a su primer hija, quien nació hace tres meses, aceptó el cargo de entrenador en jefe para preservar un sistema de continuidad para los jugadores. Todavía no tiene un contrato.

No es una vida fácil. Algunos dirían que es una vida dura – o al menos ocupada. Pero es una que acepta sin quejas. Hasta hoy solo ha habido un problema.

“¿Dormir? ¿Qué es eso?”, dijo riendo.

Los jugadores están contentos de que Carlsen aceptó el trabajo, nadie más que el center y linebacker Chris Rizo, un estudiante de último año quien – como muchos otros en la escuadra de los Hunters – conoce a Carlsen desde su primer año en la escuela.

“Realmente dio un paso al frente, pasando de entrenador asistente a coordinador ofensivo a entrenador en jefe”, dijo Rizo, de 17 años. “Ayuda saber que puso mucho esfuerzo para poder mejorar este equipo, y cómo es ahora. Realmente sobresale saber que dio un paso al frente en esta situación”.

“Como escuela, sabemos por lo que jugamos y lo que representamos”, dijo el running back y linebacker Daniel Pérez, de 17 años y estudiante de último año. “Y eso significa cualquier cosa que nos dé el entrenador, lo hacemos al 100 por ciento sin importar la situación. Si llevo la pelota en el punto extra o en el gol de campo, lo hago al 100 por ciento”.

Carlsen no es el único con una historia interesante. El quarterback Andrew Galván, de 16 años, jugó en el equipo de junior varsity de Canoga Park en su primer y segundo año en la escuela. El año pasado se transfirió a la secundaria Cleveland, pero decidió regresar en su último año.

“Estaba un poco preocupado que hubieran malas vibras de algunos jugadores porque me fui como si nada, y regresé como si nada”, dijo Galván. “Pensé que sería como ‘Oh, qué hace aquí de nuevo. Pero había sonrisas en las caras de algunas personas, y me recibieron con un sentimiento que perduró durante toda la temporada.

“La línea ofensiva a la que regresé era la línea ofensiva cuando estaba en el segundo año. Así que estoy cómodo con tenerlos enfrente en vez de otras personas. Danny era mi running back titular, estoy contento de tenerlo. Son todos a los que ya estoy acostumbrado – algunas adiciones al equipo. Todo el resto está bien”.

Los Hunters tienen marca de 3-1 bajo Carlsen y su equipo mientras el equipo se prepara para enfrentar a Van Nuys que no ha ganado un partido y va 0-3. El encuentro será el viernes 22 de Septiembre en el juego de apertura de la Liga Valley Mission para ambas escuadras. Canoga Park ha rebotado de una derrota en el primer partido de temporada contra Taft y ahora tiene tres victorias, incluyendo un triunfo emocionante de 22-20 contra Chatsworth el 15 de Septiembre donde la defensa impidió un intento de conversión de dos puntos de los Chancellors que habría empatado el juego en los últimos dos minutos.

La derrota contra Taft y el triunfo contra Chatsworth han ofrecido información importante para Carlsen.

“Creo que todavía no hemos jugado nuestro mejor partido. Siento que estamos llegando a donde queremos estar, pero hasta que lo logremos necesitamos tomar en serio cada equipo al que enfrentemos”, dijo Carlsen. “No importa quién es – puedes perder cualquier viernes. En los últimos 10 años que he estado aquí, hemos perdido partidos contra equipos que jugaban peor que nosotros. Así que necesitamos seguir mejorando”.

Los jugadores dicen que entienden.

“(Del triunfo de Chatsworth) aprendimos que podemos hacer todo lo que es posible. Podemos unirnos, y ganar como uno solo”, dijo Rizo. “En el partido de apertura, la química no estaba todavía ahí. Pero esta semana pasada nuestra química mejoró, y nuestro equipo es más estable”.

“Básicamente aprendimos a no subestimar a ningún equipo. Y seguir luchando hasta el final del partido”, agregó Pérez.

Como equipo de la División I de la City Section, los Hunters ya tienen un puesto garantizado en la postemporada. Carlsen no quiere que el equipo piense tan adelante. Actualmente lo único que importa es los partidos de liga. Hay al menos tres equipos – Reseda, San Fernando y Sylmar – que será exámenes fuertes. Habrá otros.

Será duro.

Canoga Park espera ser igual.

“El resto de la temporada será muy interesante porque nuestro equipo realmente esta ansioso de jugar”, dijo Rizo.