El talento no se limita por la altura de una persona o el tamaño de su corazón. No tienes que ser un superdotado de grandes proporciones para tener éxito en la cancha. Y si eres bueno y estás comprometido, siempre habrá un equipo que te quiera.
Con 5’9” de estatura y 165 libras de peso, Danny Trejo es una persona promedio. Pero el estudiante de primer año en la Universidad Estatal de California, Northridge (CSUN) que juega como delantero no es nada promedio en la cancha.
Trejo, de 19 años, se ha convertido en parte vital del ataque de CSUN y alguien a quien temen sus oponentes. Los Matadors, que tienen registro de 5-4 en la temporada, inician hoy sus juegos de la Conferencia Big West en contra de Sacramento State en Sacramento. Trejo ocupa el segundo lugar en el equipo en goles (4).
Dice que no le sorprende su éxito.
“Trabajo en mi juego. Sé lo que se necesita para obtener buenos resultados. No me sorprende en absoluto”, dijo Trejo. “Todavía tengo hambre de esto. Solo quiero seguir jugando fuerte, y el cielo es el límite”.
Quizá a nadie le sorprenda el poderío ofensivo de Trejo. Terminó su carrera en la secundaria como el líder de goleo masculino en California con 200 goles.
Pero pocos aficionados, buscadores de talento y entrenadores reconocen su nombre o sus logros.
Trejo, uno de siete hijos y de descendencia mexicana, viene de Mendota, un pequeño poblado en el centro de California ubicado a 40 millas de Fresno y con una población de 12,000 habitantes que viven la ciudad de 3.3 millas cuadradas. Muchos de sus residentes trabajan en el campo – Mendota se promociona como el “centro mundial del melón”.
Así que el futbol no es lo único en lo que Trejo quiero enfocarse. También lo hace en sus oportunidades educativas. Es el primero en su familia en asistir a la universidad. Sus hermanos mayores Martha y Luis Trejo asistieron a colegios comunitarios.
“Al crecer en un pequeño poblado…todos queremos hacer grandes cosas. Tuve la oportunidad de venir a Los Angeles y tener mi educación, así como jugar mi deporte favorito. Quiero tomar ventaja de esto mientras estoy aquí. Dar lo mejor de mí, y hacer lo que debo para tener éxito”, dijo Trejo, quien estudia kinesiología.
“Cuando llegué aquí me di cuenta que era muy distinto, al venir de una ciudad pequeña – todo es muy diferente. Pero me estoy adaptando y me encanta. Estoy obteniendo mi educación y jugando el deporte que me gusta. Se siente muy bien”.
Terry Davila, entrenador del equipo de futbol masculino en CSUN, vio videos y fue a ver él mismo a Trejo el otoño pasado mientras jugaba para el equipo de la secundaria Mendota, donde marcó 65 goles en su último año – un récord en la Sección Central – y ayudó a su equipo a repetir como campeones de la Liga Sierra y la División IV.
Pero fue más que su rapidez y sus habilidades pegándole al balón o pasándolo lo que hizo que Davila lo quisiera en el equipo de los Matadors.
“Vi como la comunidad y su equipo reaccionaban a él. Tiene una influencia tremenda en la gente”, dijo Davila. “Hace las cosas bien. Lidera con el ejemplo, y es un tremendo modelo a seguir para muchos jugadores en su comunidad – no solo por su talento sino por la forma en que hace las cosas. Hace todo de la manera correcta”.
Robert “Beto” Mejía, entrenador del equipo de la secundaria Mendota y quien ayudó a Trejo con las ofertas universitarias que recibía, hizo eco de las palabras de Davila.
“Danny es un talento especial”, dijo Mejia. “El entiende que el trabajo duro y ser humilde puede ponerte en los lugares correctos. Y no le han regalado nada. Es realmente genuino y apasionado, no solo con el futbol, sino con la vida.
“Lo quería para el equipo de football. Pero un chico de este calibre y talento, no quería que se lesionada jugando football y se arriesgara a no poder jugar futbol en la universidad y de manera profesional. Creo que puede convertirse en profesional. Si estuviera en una academia o en áreas como esas donde hay recursos – quizá con el equipo nacional en Florida. Pero 200 goles no es algo que pasa de la noche a la mañana. Hasta 100 goles en la secundaria es algo espectacular”.
Aún así, se esperaba que Trejo se adaptara a la velocidad y el nivel de juego en el futbol colegial de la División I de la NCAA. Hasta Trejo admite que no están en óptimas condiciones físicas para jugar a este nivel.
“El futbol de la secundaria, no corres tanto – es más lento”, dijo Trejo. “Cuando llegas a la universidad tienes que adaptarte. Estoy entrenando fuerte, tratando de ponerme en forma para este nivel”.
Y sin embargo.
Trejo marcó su primer gol contra Sienna el 25 de Agosto, apenas su segundo partido en la universidad. También anotó contra Utah Valley, Grand Canyon y UCLA.
“Es mejor de lo que pensaba”, dijo Davila.
Por ahora, el enfoque total de Trejo está en el futbol y su trabajo académico. Le encantaría tener la oportunidad de jugar a nivel profesional, pero no depende de eso en su futuro.
“Me encanta sentir que estoy teniendo éxito en mi deporte y recibiendo mi educación”, dijo. “Estar en la universidad se siente bien. Estoy aquí solo y eso es lo que me motiva.
“Soy un chico pequeño de un poblado pequeño. Pero estoy aquí con metas”, expresó.