CIUDAD DE GUATEMALA (AP) – El expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina aseguró el lunes que las acusaciones de defraudación aduanera por las que ha permanecido detenido dos años y medio son una maniobra política en su contra. 

Pérez Molina se defendió el lunes en una audiencia pública frente al juez que en los próximos días deberá decidir si hay elementos suficientes para formalmente iniciarle un juicio por el caso de defraudación, conocido localmente como la Línea y por el cual renunció en 2015 a la presidencia antes de ser arrestado. 

“Este es un caso político y lamentablemente ha arrastrado a muchas personas que no tiene responsabilidad en esto”, dijo Pérez Molina. 

La Fiscalía guatemalteca y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) acusan al expresidente de defraudación aduanera, asociación ilícita y cohecho por supuestamente liderar una estructura que defraudó al Estado guatemalteco por varios millones de dólares durante 2013, cuando Pérez Molina ya era presidente. 

Pérez Molina fue electo para gobernar entre 2012 y 2015, pero renunció 4 meses antes de entregar la presidencia, y poco después fue acusado formalmente. 

Según la acusación, Pérez Molina y su entonces vicepresidenta Roxana Baldetti eran la cabeza de una estructura de exfuncionarios y exempleados públicos, particulares y empresarios que aceptaron sobornos para defraudar El estado. 

Pérez Molina dijo que el caso reflejaba “pobreza, torpeza y falta de argumentos. 

El abogado defensor de Pérez Molina, César Calderón, pidió al juez -por momento a gritos- que cerrara y archivara el proceso en contra del expresidente, bajo el argumento de que no había evidencias científicas ni legales contra su cliente. 

Según Calderón, de 206 pruebas presentadas por la fiscalía, ninguna se obtuvo de forma licita, pues en ese momento el ex mandatario contaba con inmunidad. 

Pérez Molina calificó los dos años y medio que ha estado en la cárcel como un “abuso de la prisión preventiva”. 

Otras 29 personas también están detenidas por el mismo caso, incluida la exvicepresidenta Baldetti. 

Cuando en 2015, la fiscalía y la CICIG anunciaron una investigación contra Pérez Molina y Baldetti miles de guatemaltecos se manifestaron por días en las calles y exigieron su renuncia. 

Pérez Molina finalmente renunció y se formó un gobierno de transición que llamó a elecciones. En enero de 2016, tomó posesión el nuevo presidente Jimmy Morales que ganó la presidencia bajo el lema de “Ni corrupto, ni ladrón”. 

Sin embargo tras año y medio de gobierno la fiscalía y la CICIG también han solicitado el retiro de la inmunidad de Morales, también vinculado a delitos de corrupción y quien ha negado cualquier irregularidad.