El encuentro entre Sylmar y Chatsworth por el campeonato femenino de voleibol en la División I de la City Section fue el clásico partido peleado, que se definió hasta el final.

Tanto las Chancellors y las Spartans habían jugado ya 40 encuentros esta temporada antes de la final que tuvo lugar el pasado sábado 11 de Noviembre, sin contar las prácticas y entrenamientos antes de los partidos. 

Así que los fanáticos se apostaron en el Centro de Aprendizaje Roybal esperando un juego duro y largo entre dos escuadras acostumbradas a pelear cada punto, sin importar lo que diga el marcador.

En cambio, Chatsworth no necesitó mucho tiempo para derrotar a Sylmar, ganando el título de la División I en sets consecutivos de 25-22, 25-19, y 25-15. De esta manera, las Chancellors se convirtieron en un programa sobresaliente de voleibol femenino en el Valle, una zona donde ya hay varios de ellos. 

Nada agradaría más a Sina Aghassy. Cuando se convirtió en entrenador en 2015, llevó a las Chancellors al título de la División II. (Chatsworth había ganado un campeonato por última vez en 2006, y el título City 4A en 1994). Pero Aghassy todavía tenía mucho trabajo por hacer para moldear el programa a su gusto.

“Cuando llegué a Chatsworth, sabía que nos faltaba experiencia”, dijo Aghassy. También quería que sus jugadoras estuvieran en óptimas condiciones de voleibol. Aparte que ahora tenía al grupo de jugadoras que habían llegado a la escuela ese año por primera vez. Ahora era “su” equipo.

Chatsworth fue lo suficientemente bueno el año pasado para ganar 27 partidos y ser elegido para la División Open. Pero las Chancellors no llegaron lejos en los playoffs, perdiendo ante Eagle Rock en la primera ronda. Esas jugadoras tenían ahora mayor experiencia y estaban llegando más cerca, en la mente de Aghassy, a su tipo de equipo.

Esta temporada el entrenador generó un calendario más fuerte que incluyó torneos difíciles en la secundaria Venice y Las Vegas, así como el Chatsworth Invitational. El grupo base de las Chancellors – ahora estudiantes de tercer año – eran de rachas, igual perdían varios juegos, como los ganaban. Pero Aghassy creía que su equipo se estaba poniendo más fuerte colectivamente, incluso si las mismas jugadoras no lo veían.

“Cuando pones torneos y encuentros en ese calendario, quieres sacarle el mayor provecho. Este año valió la pena”, dijo el entrenador.

El brillo final se lo daría la Liga West Valley. Es sin lugar a dudas la mejor de la Ciudad; tres equipos (El Camino Real, Granada Hills y Taft) jugaron en la División Open mientras que Chatsworth y Cleveland estaban en la División I.

Las Chancellors ganaron tres de sus 10 partidos de liga, pero para gusto de Aghassy, sus mejores jugadores como la opposite hitter Chelsea Olmeda estaban pidiendo ver videos de sus siguientes oponentes después de terminar un partido.  

 “Con nuestro equipo, parecía una temporada de altas y bajas”, dijo Aghassy. “Pero al final de la liga empezamos a agarrar ritmo y nos dimos cuenta cómo debíamos prepáranos.

“Podías ver que teníamos la mentalidad correcta. Estábamos ansiosos. Fuimos a los playoffs con un gran y nuevo enfoque”.

Las Chancellors tenían la casilla número uno en la División I y jugaron como tal, barriendo a Van Nuys y Venice antes de enfrentar a Sylmar. Las Spartans (25-16-1), que ocupaban el segundo lugar en los playoffs, llegaron a las postemporada bien preparadas bajo un calendario difícil. Solo habían perdido un set mientras despachaban a South Gate y Cleveland.

Sin embargo, el sábado fue Chatsworth quien destrozó el juego de Sylmar.

Las Spartans iban adelante 22-17 en el primer set antes de que las Chancellors ganaron ocho puntos consecutivos para tomar la delantera. (Olmedo fue la jugadora sobresaliente en esa racha). Y en el segundo y tercer set, sin importar cuán bien jugara Sylmar, Chatsworth jugó mejor, y la delantera se hacía más grande.

“Nuestra comunicación y agresividad nos ayudó”, dijo Delaney Vega, quien dio pases excelentes a sus compañeras. “Y (ese primer set) nos dio un gran impulso de confianza cuando Chelsea tuvo esa racha. También nos dio energía, que ayudó en los siguientes sets”.

“Jugamos bien como equipo. No nos dimos por vencidas. Como podías ver en el primer set, íbamos abajo por bastante, pero sabíamos que debíamos seguir luchando para ganar el partido.

“Al principio estaba nerviosa. Pero cuando tienes una racha así te motiva, te hace tener más confianza”.

Dieciséis de las 19 jugadoras de Chatsworth pueden regresar la próxima temporada. Aghassy dice que pueden ser aún más competitivas en la Liga West Valley, y quizá regresar a la División Open.

Y tal vez convertirse en el programa que los equipos respeten año tras año.

El sueño continúa.