Photographer / Wes Kuykendall

La Ciudad de San Fernando pospuso el encendido de su árbol de Navidad a principios de mes. No tenía sentido que la gente estuviera afuera en medio del humo y las cenizas que impregnaban el aire en medio del intenso Incendio Creek en Sylmar. 

Tampoco tenía sentido que se encendiera el árbol de Navidad mientras tantos otros se quemaban en las colinas cercanas. 

Toda esta tragedia les dio qué pensar a los residentes del noreste del Valle. Las conversaciones derivaban en una misma idea – cómo, de un día para otro, la vida cambia para siempre. Al ver las llamas en las montañas y ver los reportes noticiosos, la gente no se sentía muy jovial.

Pero cuando los fuertes vientos se acabaron y los bomberos lograron controlar el Incendio Creek, el aire empezó a aclararse y la Ciudad finalmente pudo llevar a cabo la celebración con Santa que llega para animar a los niños antes de la Noche Buena. Este año, la gente parecía apreciar esto un poco más.

Como es la tradición, Santa llegó con estilo, cruzando las calles de San Fernando en un Chevy del año 58. Al verlo, los adultos parecían igual de animados que los niños, todos pidiendo tomarse una foto con el hombre del traje rojo y su trineo de cuatro ruedas.

Mientras los niños hacían fila para el momento de las cámaras, una niña pequeña le pidió una muñeca American Doll “que se parezca a mí”. Otro chico le pidió carritos. Mientras hacían estos pedidos, Santa miraba a los padres para que le dieran una señal – si esos deseos serían respondidos en la Navidad. Aunque, en estos días, dice que se abstiene de preguntar a los niños qué quieren sabiendo que no siempre es posible conceder estos deseos. Pero los niños se emocionan y le dejan saber, aunque él no pregunte. 

Santa le dijo al San Fernando Valley Sun/El Sol que tiene el mejor trabajo del mundo, que le dan momentos que nunca olvidará.

“Hace algunos años, visité una casa de convalecencia en Sylmar y entré al cuarto de una anciana. Cuando me vio, me pidió un beso, así que me agaché y la besé en la frente. Cuando me di la vuelta para salir, ví que las enfermeras y cuidadoras estaban llorando en la puerta. Les pregunté por qué y una me dijo, ‘ella no habla, es la primera vez que la hemos escuchado hablar’”.

Papá Noel dijo que ha conocido a la gente más agradecida que vive en las zonas más pobres, incluyendo un niño que siempre recordará porque le tocó el corazón y al mismo tiempo le dio una gran felicidad. “Las comunidades pobres no son nuevas para mi. He estado en lugares pobres. Durante una de esas visitas, había un niño que siempre recordaré. Cuando le pregunté qué quería en la Navidad, me dijo ‘nada, solo quiero un abrazo de ti’”.

“Tiene que ver con el espíritu de la Navidad”, compartió Santa.

“Nunca debemos de dejar de creer en Santa”.