El Camino Hacia una Mejor Salud en 2018 Pasa por su Estómago

 Según las estadísticas, aproximadamente uno de cada tres estadounidenses se comprometió a cambiar sus hábitos o mejorar de alguna manera en el mes de Enero. Mejorar la salud de uno — y, en particular, la dieta — es un propósito de Año Nuevo muy popular.

Mantenerse fiel a la nueva resolución de uno es la parte difícil. Mientras que millones hacen propósitos y prometen cambiar, millones — hasta el 80 por ciento, según la revista U.S. News and World Report — también las rompen o se dan por vencidos en Febrero. Y una dieta “nueva y mejorada” puede ser una de las primeras en irse.

Las razones varían. El comer más sano puede ser más costoso de lo que se pensó al principio. La gente puede ver una dieta más saludable como algo temporal en lugar de un cambio de estilo de vida, que cuando una persona llega a un peso o tamaño deseado, puede consciente o inconscientemente volver a los viejos hábitos. O han hecho poco o nada para entender y hacer frente a los desafíos involucrados en sostener la motivación y la nueva auto-disciplina necesaria para cambiar.

El peso puede volver enseguida — o incluso más que antes — y el desánimo lo está mirando en el espejo.

Los médicos y dietistas están de acuerdo: usted debe darle tiempo para no sólo cambiar su dieta, sino cambiar sus hábitos. Es un maratón, no un carrera de un cuarto de milla. Los planes de dieta de siete, catorce y 21 días pueden ser irreales para alguien que busca resultados permanentes y duraderos.

Primero debe consultar con un médico y/o dietista para ayudar a planificar metas manejables y sustentables. Pero aquí hay algunos consejos sobre qué y cómo comer:

Aumente las cantidades de frutas y verduras. Trate de añadir uno más de cada uno a cada comida. Almacene las verduras crudas cortadas en el frente de la nevera y la fruta en el mostrador donde la pueda ver. Mantenga aderezos saludables a mano, como hummus, mantequilla de maní y yogur bajo en grasa. 

Mantenga un diario o escriba lo que come. Un diario de alimentos puede ayudarle a prestar atención a lo que come y cómo se siente. Sus hábitos pueden sorprenderle. Puede escribirlo a mano o descargar una aplicación para su teléfono o tableta. No tiene que seguir las comidas todos los días. Sólo hágalo un día a la semana o por unos días. Eso le dará una idea de qué y cómo come.

Reduzca el consumo de azúcar. Dejar de beber una soda azucarada al día puede eliminar alrededor de 8 cucharaditas de azúcar. Elija agua o té sin endulzar en su lugar. Escoja fruta fresca o fruta enlatada en agua o jugo, no jarabe. Opte por cereales sin endulzar.

Reduzca el consumo de comidas rápidas. Esto puede parecer difícil, en parte porque los anuncios de hamburguesas, salchichas, patatas fritas, batidos, caramelos, patatas y otros alimentos muy azucarados o salados están por todas partes. Pero usted puede combatir la necesidad de ceder constantemente a sus impulsos de comida chatarra. Viaje diferentes rutas donde no tenga que pasar por lugares de tentación. Mantenga las frutas o nueces con usted para masticar hasta llegar a casa o al trabajo. Si usted tiene que pasar a un restaurante, escoja los artículos bajos en caloría como el pollo asado a la parilla. Busque opciones de frutas o verduras como una ensalada (ver el aderezo) o una papa al horno como acompañante. Ordene los tamaños regulares o pequeños.

También debe considerar…

Coma en casa más a menudo. Planífique cada día para que los restaurantes no sean su única opción. Use una olla de cocción lenta para que tenga una comida caliente y saludable lista y esperando cuando llegue a casa por la noche. Cocine más de lo que necesita y congele la mitad. Tendrá comidas que puede sacar y calentar cuando las necesite.

Pero si usted sale a comer….

Coma inteligente en los restaurantes. Pida el menú para niños o pida tamaños de porciones más pequeñas. No aguante tanta hambre que coma en exceso cuando llegue. Mastique un bocadillo saludable antes de salir. Comience con una sopa clara (no cremosa) o una ensalada. Divida su comida por la mitad y lleve la parte no consumida a casa. O divida un aperitivo con un amigo. Está bien decirle al camarero que no traiga pan o tortillas fritas a su mesa.

Beba más agua. Puede llenarlo así como limpiar el sistema.

Introduzca un snack (aperitivo) más saludable al día. En lugar de galletas o papas fritas, vaya por un pequeño puñado de nueces, o yogur bajo en grasa en su lugar. Busca fruta fresca de temporada. Las naranjas son buenas porque toman tiempo para pelar y comer. Pruebe pretzels o unas galletitas de trigo entero con queso bajo en grasa. Sólo coma cuando este realmente hambriento, no sólo aburrido o estresado. Y solo tome una porción.

Evite comer sin poner atención. A menudo no come porque tiene hambre. No se siente frente al televisor o la computadora cuando coma. Cuando se hacen varias cosas a la vez, es más probable que coma en exceso. Deténgase cuando se sienta satisfecha – pero antes de sentirse llena. Está bien dejar comida en su plato.

Busque ayuda. Esto puede ser muy importante porque es más fácil mantenerse motivada con personas que estén de su lado. Pregunte a un amigo o familiar que coma de manera saludable con usted. Así los dos se harán responsables de lo que comen. No trate de comer de manera saludable cuando su familia come lo que quiera. Si todos lo intentan juntos y uno de ustedes se sienten tentados, el resto le dará su apoyo. O vaya y baje una aplicación de teléfono celular para llevar un registro de lo que come.

Fuente: WebMD.com