M. Terry / El Sol

Las Chicas Matador -- Channon Fluker (33), es visto aquí en acción en contra de Weber State, lidera a CSUN en el torneo de la NCAA en el partido contra Notre Dame.

Cuando se acababan los últimos segundos del torneo de baloncesto femenino de la Conferencia Big West en el Honda Center el sábado, 10 de Marzo, el impacto de lo que la Universidad Estatal de California, Northridge (CSUN) estaba a punto de lograr se podía sentir desde el Valle hasta el Norte de California.

Las Matadors, apostadas en la quinta casilla, jugaban su cuarto partido en cinco días. Ningún equipo de la Conferencia Big West había ganado el campeonato del torneo ganando cuatro juegos. Se enfrentaban a UC Davis, equipo del primer lugar y campeona de la Conferencia por dos torneos seguidos. Las Aggies tomaron una ventaja temprana de 10 puntos y seguían adelante 29-24 en el entretiempo, conduciendo a este hecho desalentador: UC Davis era 21-0 esta temporada al liderar en la mitad.

Pero las Matadores (19-15) cambiaron el guión en ambas cuentas, sacando una victoria de 63-55 sobre UC Davis (25-6) para su tercer título del Big West en cinco años y el avance automático al torneo de baloncesto femenino de la División I de la NCAA: tienen el puesto 16  y viajarán a Indiana para hacer frente a Notre Dame (29-3) – que ocupan el primer escaño en el regional de Spokane – en la acción de la primera ronda el viernes, 16 de Marzo, a las 2 p.m., partido que será televisado en ESPN.

El encuentro será una oportunidad para que el resto de la nación vea una estrella local emergente.

Channon Fluker da a las Matadors una oportunidad de lucha contra las Fighting Irish. La centro de hablado suave y quien mide 6-4, promedia 18.8 puntos y 12.1 rebotes por partido y acaba de ganar su segundo premio de Jugadora del Año en la conferencia esta temporada. Ella registró 24 puntos y 17 rebotes en el encuentro contra las Aggies. Ella es una de 11 jugadoras activas de la División I de NCAA con 1,000 puntos y 1,000 en su carrera.

Lo más impresionante es que el deporte sigue siendo relativamente nuevo para la nativa de Pasadena de 21 años de edad. Fluker no comenzó a jugar baloncesto organizado hasta su primer año en la escuela secundaria, aunque, como recuerda, “yo era a menudo la chica más alta de mi clase”. Ella era feliz siendo una animadora hasta que su hermano mayor Collin la animó a jugar. Y mientras sus habilidades eran muy crudas, la gente notaba su habilidad innata para rebotar tiros perdidos.

“Otras [personas] me dijeron que siguiera jugando, que podría llegar a cosas buenas”, dijo Fluker, hablando por teléfono el lunes 12 de marzo mientras esperaba para ver en que puesto quedaba el equipo en el torneo del NCAA.

Pero su último año de secundaria algunas universidades mostraron interés, pero ninguna más que CSUN. A Fluker, quien dijo que se sometió al proceso de reclutamiento “por mi cuenta”, le gustó lo que los entrenadores tenían que decir y el hecho de que Northridge estaba cerca de casa.

El entrenador en jefe Jason Flowers, se maravilla de lo lejos que ha llegado Fluker como jugadora, y cuánto más lejos podría ir.

“Ella nunca jugó baloncesto de equipo, y su secundaria (Maranatha en Pasadena) estaba en una liga no tan prestigiosa como otras. Así que voló bajo el radar”, dijo Flowers. “Pero su nivel de capacidad de trabajo ha subido desde que ha estado aquí. En la escuela secundaria… ella era simplemente más grande que las otras. Pero aquí se ha dedicado a mejorar y a trabajar duro.

“todavía hay mucho espacio para el crecimiento en su juego. Mucho [sobre el baloncesto] es todavía nuevo para ella. Su curva de aprendizaje todavía puede ser empinada. Podría tomar otro nivel de compromiso para [convertirse en élite], pero creo que todavía verá más crecimiento para el próximo año”.

Fluker dice que Flowers ha sido “una gran influencia en mí como persona y jugadora. Él me empuja; no me deja ser menos de lo que puedo ser. Me ha empujado a trabajar más duro y no se satisface con donde estoy. Hay mucho más que puedo seguir haciendo.

Hay tantas cosas que ya ha hecho.

Fluker es la quinta jugadora en la historia de la Conferencia Big West en repetir como Mejor Jugador del Año, y la primera desde Brittany Crain de UC Riverside en 2015 y 2016. También fue nombrada Jugadora Defensiva del Año en la Conferencia Big West, y primera todo-Conferencia del equipo, convirtiéndose en solamente la segunda jugadora de CSUN después de Ashley Guay (que ahora es un entrenador auxiliar aquí) en ser nombrada jugadora del año de la Conferencia y es el tercer Matador en las últimas cinco temporadas en ser nombrada Gran Jugadora Defensiva del Año.

Mientras se convierte en una fuerza en la cancha, Fluker sigue siendo modesta fuera del estadio y esta ansiosa por aprender. El verano pasado fue invitada al campo de entrenamiento del equipo nacional sub-23 de los Estados Unidos – la única jugadora todavía en la universidad en ser invitada – recibiendo la oportunidad de ver y competir contra algunas de las mejores jugadoras del país.

“Me abrió los ojos”, dijo Fluker. “Comencé a jugar más tarde que muchas de las chicas. Aprendí que había más desarrollo que hacer. Estaba un poco fuera de lugar, pero podía mantenerme al igual que ellas. Y sé que las cosas pueden ser mejores”.

Flowers dijo que Fluker podría tener la oportunidad de jugar profesionalmente si continúa persiguiendo la excelencia y se dedica a alcanzar su máximo potencial.

“Si ser un profesional es lo que ella decide hacer… ella puede jugar en Europa y tiene potencial para estar en la WNBA. Ella tiene la habilidad “, dijo el entrenador. “Pero ese es el ‘uno por ciento ‘ del uno por ciento. Y tiene que ver más acerca de su enfoque mental. Si ella consigue esa  mentalidad, ella tiene tan buena oportunidad como cualquiera que ha jugado aquí”.

Eso es a largo plazo. Más inmediato es el desafío imponente de jugar contra Notre Dame en su casa, conocido como el Pabellón de Purcell. Las Fighting Irish, que ganaron un quinto título consecutivo de la temporada regular ACC, pero perdieron ante Louisville en la final del torneo de la Conferencia en Greensboro, Carolina del Norte el 4 de Marzo (sus otras derrotas fueron a domicilio con Connecticut el 3 de Diciembre y Louisville el 11 de Enero), tienen registro de 30-6 al caer en la primera casilla. También tienen marca de 18-2 en los juegos de torneo de la NCAA en su casa, incluyendo los últimos 12 consecutivos. Y, como si necesitaran más ayuda, está el karma del Día de San Patricio este fin de semana.

Fluker no tiene que conquistar Notre Dame por sí misma. Tessa Boagni, Jugadora Más Valiosa de la Conferencia Big West, y una estudiante de último año que mide 6-2 que anotó 23 puntos en la final contra UC Davis, promedia 13.6 puntos y puede llenar la hoja de estadísticas. Serafina Maulupe es otra encestadora eficiente, con un promedio de 11.7 puntos.

Igual de importante, las Matadors — que comenzaron la temporada 0-5, pero que tienen marca de 19-10 desde entonces — pueden jugar relajadas porque ellas, como equipo chico, no tienen nada que perder.

Pero si CSUN gana el partido, todo eso podría cambiar.