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LOS ÁNGELES (AP) — Activistas que defienden a los inmigrantes en Estados Unidos solicitaron el martes a un juez federal que ordene la libertad de los padres que fueron separados de sus hijos en la frontera con México, mientras una multitud protestaba contra un evento en Los Ángeles donde iba a hablar el secretario de Justicia Jeff Sessions. 

La demanda judicial fue presentada por Public Counsel, una firma de abogados en Los Ángeles que ayuda gratuitamente a los inmigrantes, en nombre de tres madres centroamericanas cuyos hijos les fueron arrebatados por las autoridades estadounidenses en mayo. 

Más de 2,000 menores de edad en total han quedado separados de sus padres y han sido colocados en albergues del gobierno, bajo una política del gobierno de Donald Trump _ya revertida_ de “tolerancia cero” hacia quienes cruzan ilegalmente la frontera. Public Counsel exige que los padres sean puestos en libertad y reunidos inmediatamente con sus hijos. 

“Estos padres están atemorizados por sus hijos y lo que más quieren es asegurarse de que las heridas psicológicas que esta experiencia ya ha causado no sigan infligiendo daño irreparable”, dijo en un comunicado Judy London, una abogada de Public Counsel. 

El Departamento de Justicia se negó a formular comentarios. 

Ante la conmoción internacional provocada por el tratamiento de los niños, el presidente Trump la semana pasada anunció que pondría fin a la práctica de separaciones familiares. 

En lugar de ello, el gobierno ahora busca en el tribunal federal en Los Ángeles dejar que las familias permanezcan detenidas juntas mientras dure el proceso migratorio. Bajo un arreglo judicial de 1997, a los niños hay que dejarlos en libertad lo más pronto posible. 

El martes, el secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar declaró que su departamento sigue estando a cargo de 2.047 niños migrantes que habían sido separados de sus padres. Eso es solo seis menos de la cifra que el departamento tenía el miércoles pasado. 

También el martes, decenas de activistas a favor de los inmigrantes protestaron frente a la fiscalía en el centro de Los Ángeles. Sessions debía pronunciar un discurso ante un grupo conservador en un hotel cercano más tarde. 

Los manifestantes portaban carteles que decían “¡Dejen en libertad a los niños!” y “¡Dejen de enjaular a familias!“. Muchos aplaudieron en señal de apoyo a grupo de religiosos cuando fueron arrestados por bloquear una vía. 

No se informó de inmediato cuántas personas fueron detenidas. 

“Ellos mismos nos dijeron, inequívocamente, que serían ser arrestados”, dijo el subcomandante policial Robert Arcos. “Era su deseo ser arrestados, ciertamente no era nuestro deseo”.