¡Cuidado! Estafadores se Están Aprovechando de la Gente

Un tipo está parado en una esquina de la calle sosteniendo un letrero y pidiendo donaciones para un funeral. El cartel hecho a mano dice que el niño murió de cáncer recientemente y muestra una imagen del pequeño afectado por la enfermedad.

Eso no lenvataría sospechas, excepto que el niño en la foto recientemente visto con uno de estos carteles en la esquina de Hacienda Boulevard y Amar Road en La Puente murió hace cinco años y estuvo en el centro de uno de los casos más terribles de abuso parental en la historia del Condado de Los Angeles, uno que sacudió al Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS), enviando a dos trabajadores sociales y sus supervisores ante la corte por presunta negligencia y falsificación de registros en un caso que todavía está en curso.

El chico que aparece en la imagen vista en el cartel recientemente fue el de Gabriel Fernández, el niño de 8 años de edad que fue torturado hasta la muerte en 2013 por su madre, Pearl Sinthia Fernández y su novio, Isauro Isaguirre. 

En junio, Pearl Fernandez, de 34 años, fue condenada a prisión de por vida sin la posibilidad de libertad condicional y Isaguirre, 37, recibió la pena de muerte por los golpes, la quema, y todo tipo de atrocidades cometidas contra el niño en su casa en Palmdale.

Que los defraudadores estén usando la imagen del pequeño Gabriel para estafar a la gente es algo que la prima del chico y defensora de él por largo tiempo, Emily Carranza, considera escandaloso y despreciable.

Carranza es la fuerza detrás del sitio web Gabriel’s Justice (https://www.Facebook.com/Justice4Gabriel/), creado a raíz de la muerte de Gabriel Fernández para canalizar la ira contra DCFS y abogar por otros niños en similares circunstancias negligentes y abusivas.  

Un problema continuo

El reciente incidente en La Punte ocurrió el miércoles 15 de Julio y las personas que lo notaron dieron aviso a la policía. Pero esta no es la primera vez que la foto de Gabriel ha sido utilizada por defraudadores.

Hace alrededor de un año, la misma Carranza vio a otro hombre con un cartel similar cerca del retaurante Jack in the Box en la esquina de Foothill Boulevard y Hubbard Street en Sylmar. Otros han sido vistos en la esquina de Rinaldi Street y Laurel Canyon Boulevard, incluso en la intersección de Paxton Street y Foothill Boulevard.

“Es gente diferente, a veces son las mismas personas”, dijo Carranza, añadiendo que cuando lo vio en Sylmar, “mi esposo y yo lo perseguimos”.

“Conducíamos y salté del coche, pero desapareció. Se escapó”, relató.

Carranza califica a estos tramposos como “personas que probablemente no quieren trabajar. La gente es suave y de buen corazón y quieren ayudar, pero están estafando a la gente”.

“Están usando otras fotos de niños que ya han muerto y piden dinero”, agregó. “Está mal”.

Y también está el costo emocional para ella y otros que han sufrido durante los juicios contra Fernández y Isaguirre, donde los fiscales proporcionaron detalles gráficos del sufrimiento de Gabriel.

“Es hora de dejarlo descansar. Queremos seguir adelante, pero con cosas como estas sucediendo, nos pone un poco de tensión”, dijo Carranza. “Duele”.

“¿Cómo puede esta gente ser tan fría de corazón para usar su imagen y mentir sobre un niño que ha estado enfermo”, añade. “Usarlo es enfermizo y perturbador. Estas personas no tienen moral en absolute”.

Es una herida que ha sido reabierta con la muerte de Anthony Avalos, el pequeño de 10 años que fue también la presunta víctima de tortura y abuso sexual y físico por su madre y el novio de esta. Ambos han sido arrestados y acusados de asesinato. 

Las semejanzas entre los casos son asombrosas: un niño, ambos sucedieron en el Valle del Antílope (uno en Palmdale y el más reciente en Lancaster), que había informes en curso a DCFS que delataban el abuso y la agencia al parecer no hizo nada, todo esto estruja el corazón de Carranza.

“Queremos ser muy solidarios con su familia. Es muy desgarrador. Es realmente malo”, dice, incapaz de controlar las lágrimas al hablar de este nuevo caso. “Desearía que esa familia no tuviera que soportar lo que nosotros”.

Carranza también dice que los embaucadores lo están arruinando para aquellas personas que realmente necesitan la ayuda.

Por su parte, después del incidente en Sylmar, ella ha dejado de dar dinero por completo a los que lo piden en las calles y  recomienda que la gente revise bien antes de donar a estas causas.

“Averigue la verdad. Si quiere donar, sólo tenga cuidado con estas personas y haga preguntas”, dijo Carranza. “Prefiero hacer preguntas que dar mi dinero. Realmente deberían descubrir si el dinero es realmente para un funeral”.