G. González / El Sol

Al principio del este año un grupo de músicos, todos en su tercera edad, acudieron al panteón de San Fernando Mission para despedir a Isabel Mejía. Ellos portaban varios instrumentos, guitarra, mandarina, y jarana, y al llegar al lugar del entierro de “Chabelita,” como ellos conocían a Mejía, empezaron a tocar.

Esto ya es tradición para el grupo, nombrado Sueños de Oro: llegar al panteón para despedir a uno de sus miembros, ya que son un club de personas mayores, y cómo es el compás de la vida, se adelanta uno que otro al eterno descanso.

“¡Son una maravilla!” dice Violeta Quintero, la maestra que ha enseñado el grupo desde su inicio.  “¡No se imagina que precioso es mi grupo!”

Quintero ha sido la única y misma maestra del grupo. Comenzó como una clase particular de guitarra en los años 70 en casa de una estudiante, que aún sigue en el grupo, y fue creciendo con cada invitación que Quintero fue dando a conocidos, cobrándoles un dólar por persona.  Ella dice que empezó dando clases por necesidad, ya que era estudiante en California State University, Northridge.

A través de los años y títulos obtenidos por Quintero, incluyendo el magisterio en gerontología de University of California, Los Angeles, la clase a continuado gracias a fondos otorgados por el distrito escolar de Los Angeles, LA Mission College, y actualmente por de la ciudad de San Fernando.    

Es una señora muy entusiasmada al hablar del programa que ella formo y de sus estudiantes.  Quintero dice que nació para enseñar música, y no es una maestra que no más entretiene a los participantes.

“Yo enseño que avancen.  Y los corrijo y corrijo hasta que aprenden,” ella dijo. 

Quintero explica que muchas personas piensan que no se puede aprender en la tercera edad, pero eso no es cierto, ella dice.  Sus alumnos tienen ganas de aprender, “y eso es lo que les abre el camino.”

“Toda gente vuelve a aprender.  Todo que quiere, puede,” dijo Quintero.  

También dice que además de servir como aprendizaje, las clases sirven como terapia, sea para salud mental o físico.  Quintero cuenta de una participante que tardaba 30 minutos para llegar a la clase aunque vivía a media cuadra, destacando que la motivación de llegar a clase la mantenía activa físicamente. De hecho, ha visto que a algunos participantes les han dado 2 años para vivir pero prolongan es tiempo a 5 años.  También cuenta que hay unos participantes que entran al grupo después que fallece su pareja, y la clase les ayuda seguir adelante. 

Interesadamente, hay estudiantes en la clase que son hijos de los primeros integrantes del grupo, como Luis González, cuya madre tocaba mandolina y fue animada por  a volver a levantar el instrumento en su vejez.  La madre de González le enseñó a tocar dicho instrumento y también la guitarra, pero fue Quintero quien le ayudo perfeccionar su practicar.  Él entró a la clase en el 2002 y describe su experiencia como “una belleza”.  

“Es cómo una familia,” dijo el señor de 82 años.  “[Hay] mucha camaradería. Simplemente nos divertimos tocando música.”

Martha Araceli Garcia, de 54 años, es otra participante que ingresó, igual que su esposo, después de traer a su padre a la clase, que aún sigue ahí.    

“Trayéndolo, nos metimos a escuchar, y ya de ahí, ya no nos retiramos de aquí, y ya estamos participando al grupo,” García dijo.  “Nos encanta el grupo y estamos muy contentos, muy agradecidos con la maestra porque nos hace pasar un rato muy muy lindo muy bonito.”  

“Y aprendemos de su vitalidad y energía más que nada,” agregó su esposo.

Félix Diaz, de 75 años también expresó su satisfacción con el grupo diciendo, “Ya tengo, ¿qué, como año y medio aquí? También me ha gustado porque la maestra me ha enseñado mucho realmente y con todos convivo muy a gusto,” él dijo.  “Nos juntamos y nos damos, pues, valor para seguir adelante porque ya no creo que vayamos a seguir a llegar al estrellato yo sé que estamos en una manera de convivencia.”  

El grupo, además de realizar eventos para navidad y día de acción de gracias en el parque de Las Palmas, donde se reúnen, también hacen presentaciones públicas.  Recientemente,  actuaron un show en el LA County Fair.