Fotos de Cortesia

Unos pocos centenares de personas caminaron por Mission Hills y Pacoima el pasado domingo 31 de Marzo en la Marcha Anual de Justicia César E. Chávez, en el día designado por California para honrar al difunto líder de los derechos civiles.

Los participantes sostenían carteles del hombre conocido por sus marchas, sus boicots y ayunos. También llevaban pancartas denunciando al Presidente Donald Trump y su trato a los inmigrantes y otros que abogaban por los derechos de los trabajadores.

Entre los asistentes estaban Meldrick Quiroz y Rachel Tobar, estudiantes de la escuela secundaria politécnica de Sun Valley que participaban en el evento por primera vez.

“Su simbolismo es la libertad y los derechos de las personas”, dijo Quiroz, de 17 años.

Por su parte, Tobar, de 18 años, expresó que: “lo que él (Chávez) representaba tuvo una enorme influencia en la comunidad Latina”.

Los adolescentes llevaban carteles elogiando a Chávez y el Sindicato de Trabajadores Campesinos (UFW), la unión que Chávez dirigió durante casi 30 años, que sostenían orgullosamente entre la multitud.

Pero Chávez no llevó la UFW a la prominencia por sí sólo. 

Luchando hombro a hombre con él durante varias décadas estuvo Dolores Huerta, co-fundadora de la organización, que se merece los mismos elogios.

Y eso es exactamente lo que California está haciendo por primera vez después que el ex-gobernador Jerry Brown el año pasado firmó el proyecto de ley 2644 de la Asamblea  designando el 10 de Abril como el Día de Dolores Huerta. 

La fecha, que cae en su cumpleaños 89, no es una fiesta estatal, sino un día para reconocer el trabajo de toda la vida de Huerta como una organizadora comunitaria e icono de la lucha por los derechos civiles, algo que comenzó con el UFW y ha continuado como Presidente y Fundadora de la Fundación Dolores Huerta.

Ella es la primera y única persona viviente en recibir este honor. La ley estatal alienta a las escuelas a enseñar a sus estudiantes sobre Huerta y su vida.

“Estoy agradecida de ser tan honrada porque esto es un testimonio del poder de las personas que organizan a nivel de base para lograr la justicia social”, dijo Huerta en un comunicado enviado al San Fernando Valley Sun/El Sol. 

“He sido bendecida por haber estado a la vanguardia de las luchas y victorias de los trabajadores, mujeres, estudiantes, nuestra comunidad LGBTQ y ecologistas para ganar justicia social. Estos reconocimientos provienen de la participación de muchos activistas y simpatizantes”, agregó Huerta.

Una vida de activista

Al igual que Chávez, Dolores Clara Fernández proviene de orígenes humildes en la pequeña ciudad minera de Dawson, Nuevo México. Su padre, Juan Fernández, era un trabajador agrícola y minero, así como un activista sindical que ganó un escaño en la legislatura de Nuevo México en 1938.

Huerta pasó la mayor parte de su infancia y los principios de su vida adulta en Stockton, California, donde ella y sus dos hermanos se mudaron con su madre después del divorcio de sus padres.

La madre de Huerta dirigía un hotel de 70 habitaciones, donde recibía a trabajadores con salarios bajos, a menudo sin recibir pago de ellos. También era parte de numerosas organizaciones cívicas y religiosas.

Huerta trabajó como profesora antes de unirse a la Organización de Servicios Comunitarios de Stockton (CSO), donde fundó la Asociación de Trabajadores Agrícolas. Allí conoció a Chávez, que era director ejecutivo del grupo. Ambos renunciaron a la organización en 1962 y lanzaron la Asociación Nacional de Trabajadores Campesinos, que más tarde se convirtió en la UFW.

Como segundo al mando en la UFW, Huerta fue instrumental en las actividades de la organización. En la famosa huelga de Delano de 1965 (que le generó la atención nacional a la Unión por primera vez y condujo al boicot de la uva), ella ideó la estrategia y dirigió a los trabajadores en las líneas de piquete. También estableció el Departamento de Negociaciones Contractuales del UFW y sirvió como su Director en los primeros años.

Como tal, luchó no sólo contra los cultivadores anglosajones, sino contra estereotipos, desafiando el status quo, convirtiéndose también en un icono del feminismo. 

Arturo Rodríguez, ex-Presidente del UFW, dijo a la revista Hispanic que “a principios de 1970, César Chávez dijo que [Huerta] es totalmente intrépida, tanto física como mentalmente. Un cuarto de siglo más tarde no muestra señales de desaceleración. [Huerta] es un símbolo duradero del movimiento de los trabajadores agrícolas”. 

“Sí se puede”

Y no ha parado o reducido su involucramiento en luchas sociales. Este fin de semana pasado estuvo en su natal Nuevo México participando en una marcha y evento honrando a ella y César Chávez. Y es una presencia permanente en campañas políticas y de promoción del voto, así como en luchas migratorias.

Madre de 11 hijos, abuela de 14 y con seis bisnietos, Huerta ha recibido numerosos premios a lo largo de los años, incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil, que recibió del ex-Presidente Barack Obama en 2012.

Fue un homenaje apropiado por parte de Obama, quien en su campaña hacia la Casa Blanca usó el conocido mensaje de “Sí se puede” – una frase acuñada por Huerta en la década de 1970.

California no es el único estado que designó un día en su honor. También lo hizo su natal Nuevo México. Y el pasado 21 de Marzo, el estado de Washington siguió su ejemplo.

“Los trabajadores de todas partes están en deuda con @DoloresHuerta por su pasión, determinación y arduo trabajo. Me he inspirado en su trabajo por los derechos laborales durante toda mi carrera”, escribió en su cuenta de Twitter el Gobernador del estado de Washington, Jay Inslee.

Este año también, varios distritos escolares de todo el país declararon un día de vacaciones adicionales para sus estudiantes, el Día de Servicio de César Chávez-Dolores Huerta.