La secundaria chárter Discovery Charter Preparatory no tiene el más profundo lote de jugadoras de softball de dónde escoger – a menos que usted considere que una población estudiantil de 255 alumnos igual que el Océano Pacífico.
Sin embargo, este joven equipo 2019 de las Warriors – con 11 jugadoras de segundo año, una de tercero, otra de último y una de primero – pasó invicta en el North Valley para conseguir el primer título de liga en la historia del programa. Ahora tienen la séptima casilla en la División II de la City Section, y darán la bienvenida al 10o lugar, Verdugo Hills, hoy 9 de Mayo, en la primera ronda de los playoffs.
Y no planean tener una visita corta en los playoffs. “Podemos ir más lejos de dónde llegamos el año pasado”, dijo la receptora (catcher) Destiny Villanueva sin dudar.
Las Warriors ponen mucha fe en un cuartero de jugadoras sobresalientes que el entrenador William Díaz ha denominado “The Nightmare Sisters” (Las Hermanas Pesadilla) – Villanueva, la pitcher Samantha Flores, la jardinera Taylor Rodríguez y la paracortos Victorie León. “Ellas son una pesadilla para quién sea que deba defenderse de ellas”, dijo Díaz.
Nunca de las cuatro esta bateando menos de .398 y tiene menos de 29 hits. Típicamente batean de segundo al quinto lugar en la alineación de bateo y realizan un gran trabajo sosteniendo las ventajas de Discovery, que promedia 11 carreras por partido.
Sin embargo, no fue hace mucho tiempo – 2007 a 2016 – que Discovery Prep pasó 10 temporadas consecutivas con un récord perdedor. Díaz, quien asumió como entrenador en 2013, tuvo que aguantar cuatro de esas temporadas perdedoras antes de que las Warriors pudieran enderezar el camino.
“Cuando llegué aquí en 2013 éramos más como un equipo de parque”, dijo Díaz. “Y luego en 2014 recibí al primer equipo con el que podía trabajar. Pero todavía no tenía chicas con las que hubiera trabajado 3-4 años”.
El da crédito a su ex jugadora Rosa Ortega, una catcher que jugó para Discovery entre 2014-2017 y ahora asiste al Colegio Pierce, por ayudarle a establecer una sentido de propósito e identidad para el equipo.
“Ortega jugó cuatro años aquí (121 partidos) sin perderse un solo juego”, dijo Díaz. “Eso empujó a las otras chicas a tener ese sentido de compromiso, ese tipo de responsabilidad (que viene con ser parte de un equipo).
“Rosa nos mostró qué era posible si poníamos el trabajo”.
Rodríguez estaba en su primer año cuando Ortega estaba por graduarse, y respalda las aseveraciones de Díaz. “Ella fue una gran motivador y una buena inspiración como capitán. Siempre estaba encima de tí para asegurarse que estabas aprendiendo”.
A pesar de eso, Díaz tomó un salto de fe el año pasado al iniciar con siete jugadoras de primer año, en parte para que este grupo de Warriors creciera como grupo. El equipo respondió ganando 16 partidos, 13 de ellos en la Liga North Valley, que las llevó a empatar con Lakeview Charter High por el campeonato. Las Warriors entraron en los playoffs de la División II de la City Section ocupando la tercera casilla, y alcanzaron la semifinal antes de perder contra Grant.
Las Warriors se inspiraron en ese progreso. Y cuando las jugadoras regresaron para esta temporada, podían medir su desarrollo de otras formas.
“Honestamente, mi fuerza mental…era muy débil en el noveno grado”, dijo Flores. “Siempre fue así y mis entrenadores antes del entrenador Díaz eran muy estrictos y me trataban mal. Pero él desarrolló mi mentalidad y confianza”.
“Yo también he crecido mentalmente”, dijo Villanueva. “Cuando empecé, lo tomaba todo a pecho. Ahora sé que el partido es solo un juego. Estamos aquí para divertirnos y no deberíamos tomar las cosas tan a pecho”.
León, una chica precoz que puede jugar las cuatro posiciones de infield, no tuvo problemas encajando con sus compañeras “porque conozco a la mayoría de equipos de ligas menores o de viaje…es muy divertido; casi como una familia”.
El récord de 20-6 esta temporada ya es el de más triundos en la historia de la escuela. Podría ser apenas el comienzo para un grupo que – si no hay un éxodo masivo debido a transferencias – puede estar junto 2-3 años más.
Eso espera Rodríguez. A ella le gusta la camaradería y química que ahora existe en el equipo.
“Ya tenemos una buena relación – especialmente cuando estamos dentro de la cancha”, dijo Rodríguez. “Sabemos cómo jugar unas con la otra, y nos gusta hacerlo. Eso lo hace más divertido. Y te quita los nervios cuando estas jugando el deporte con alguien con quien disfrutas jugar”.
Flores agrega que “el año pasado tuvimos altibajos. Pero este año somos más estables. Algunas chicas que no pegaban hits el año pasado ahora lo hacen. Somos más consistentes”.
Si las Warriors derrotan a Verdugo Hills en la primera ronda, hay un potencial encuentro con la secundaria Roosevelt de Los Ángeles, que ocupa la segunda casilla, en los cuartos de final – lo que significa que el camino se vuelve más difícil más pronto que tarde. Pero Díaz cree que su equipo está preparado. Las seis derrotas han sido contra “escuchas mucho más grandes que nosotros o en divisiones más altas. Las escuelas grandes nos preparan para los playoffs (porque las escuelas que enfrentamos) tienen mejor pitcheo y demás”.
Hay varias historias interesantes que podrían definir los playoffs del softball en la City Section de Los Ángeles en 2019, incluyendo el que la secundaria San Fernando haya obtenido la primera casilla en la División Open arriba de Chatsworth y Kennedy, Birmingham que ocupa el tope de la División I donde Chávez, Cleveland, Poly y Sylmar están en competencia, así como la Valley Academy of Arts & Sciences y Canoga Park que compiten en las Divisiones III y IV.
Pero el viaje de Discovery Charter Prep a través de la División II podría ser igual de fascinante – al menos porque parece que, sin importar cómo termine la temporada, las Warriors todavía tienen mucho que contar.