F. Castro / El Sol

Art Guzman

Art Guzman, quien sirvió en la Guerra de Vietnam entre 1971-72, recuerda a aquellos que no regresaron a casa después de ese y otros conflictos.

Este lunes 27 de Mayo, como lo ha venido haciendo desde hace varios años, colocará banderas, fotos, rifles, botas y cascos de la Segunda Guerra Mundial, Vietnam y otros conflictos, incluyendo la Guerra en Afganistán, en el patio delantero de su casa del 15057 Larkspur Street en Sylmar, en una exhibición patriótica.

“Es un día de emociones muy profundas porque muchos de nosotros no regresaron y nadie cuenta su historia”, dice Guzman, de 68 años. “Nunca se mencionan o se habla de ellos. [La exhibición] es para mostrar al vecindario que debemos recordar a nuestros veteranos muertos”.

Siete de los 10 hermanos de Guzmán sirvieron en las Fuerzas Armadas – tanto en el Ejército como en los Marines. El dijo que tres de sus hermanos mayores también vieron acción en Vietnam.  Para cuando Guzmán llegó al país asiático, la guerra ya había estado cobrando miles de vidas and “me dí cuenta que había hecho estragos en muchos soldados”

“Todavía estábamos a merced de francotiradores, granadas que nos lanzaban, pero no podíamos disparar en contra de ellos”, recuerda.

Dijo también que muchos soldados estaban “adictos a drogas y se encontraban muy frustrados”.

Guzmán recuerda una noche en que lo colocaron en la línea de fuego y empezó a hablar con otro soldado que se encontraba ahí y que “parecía estar muy mal”. Era alrededor de la 1 a.m. y estaban de guardia porque “el enemigo siempre intentaba colarse”.

Un par de semanas después se encontró con ese mismo soldado quien le agradeció que hablara y orara con él ese día.

“Debido a mi fe y hablar con él, aparentemente habían acabado todas las cortes marciales y no se había quitado la vida. Me dijo ‘ ya había jalado el pin de la granada para volarnos ese día”, relata Guzmán.

Dice que los traumas y recuerdos de lo que vivieron persigue a los veteranos todo el tiempo y cualquier cosa puede desencadenarlos, a veces cuando menos lo esperas.

Sólo el fin de semana pasado, estaba en el Hollywood Bowl para asistir a una muestra de la Sirenita con su hija, estaba lloviendo y alguien sentado cerca comenzó a fumar marihuana. El olor provocó un recuerdo vívido de estar de vuelta en Vietnam, donde asistió a un espectáculo del comediante Bob Hope en un entorno similar, bajo la lluvia y con el olor de la marihuana en el aire.

“Para mí, yo estaba de vuelta en Vietnam, con mi ametralladora calibre 60 y mi poncho de lluvia”, dijo Guzmán, abrumado por las emociones de algunas de las cosas que vivió entonces.

Sabe que es lo mismo para otros veteranos que extrañan a los amigos que no regresaron. Los nombres son demasiados para contar.

Pero muchos de ellos son sólo eso, un nombre.

Es por eso que hace esta exhibición, así que no sean olvidados.

“Algunas (personas) dicen que lo aprecian”, dice Guzman. “Para mí lo hago por los chicos (soldados) que no pueden hablar por ellos mismos”.