Imagenes de video tomado por cellular.

La fiesta de cumpleaños número 40 para una de las hijas de Rafaela Ramírez en la ciudad de San Fernando el pasado sábado 27 de Julio terminó en una pelea entre asistentes al festejo y agentes del Departamento de Policía de San Fernando (SFPD), varias personas y agentes lesionados, e incluso una de las propias hijas de Ramírez en la cárcel junto con otras tres personas detenidas por supuestamente atacar a los policías. 

Sin embargo, Ramírez niega esta afirmación y dice que fueron los agentes de la policía los que fueron agresivos. La familia incluso está contemplando contratar a un abogado por lo que creen que es un caso de fuerza policial excesiva. 

Según un comunicado de prensa del SFPD, “los agentes respondieron por tercera vez a una residencia” en la cuadra 700 de la Calle Fourth a la 1:48 a.m. del domingo en referencia a una  queja por música alta. Cuando cuatro de sus agentes llegaron a la casa, se encontraron con una multitud “de aproximadamente 30 individuos que estaban verbalmente agitados y resistentes”.

“Los agentes ordenaron a la multitud a dispersarse y un sospechoso masculino lanzó una botella golpeando a un agente en la parte superior del cuerpo. Los agentes intentaron llevar a cabo un arresto y fueron atacados por varias personas en la multitud”, se lee en el comunicado de prensa. 

Un video de teléfono celular que fue compartido con los medios de comunicación muestra empujones y agarrones entre las personas reunidas en la fiesta y los agentes, quienes armados con macanas y gas pimienta, empujan y se enfrascan en una pelea con varios de los asistentes, dos de los cuales son vistos con sangre que cae de sus cabezas luego que han sido esposados. Dos de los agentes también se ven en el video poniendo paquetes de hielo a sus cabezas después de la pelea.

El Jefe del SFPD, Tony Vairo, le dijo al San Fernando Valley Sun/El Sol que dos de sus agentes, un hombre asiático y una mujer, fueron arrojados al suelo durante el altercado, dos de los agentes también fueron “pateados varias veces por los sospechosos” y la pelea “continuó dentro de la casa .”

El enfrentamiento comenzó en la entrada a la casa, pero continuó en el patio trasero, donde se estaba llevando a cabo la fiesta. Hay una casa en frente de la propiedad y otra en la parte trasera.

Los cuatro agentes de policía fueron llevados al hospital para observación después del altercado y fueron dados de alta el domingo por la mañana. A principios de esta semana estaban en casa, “bastante adoloridos”, dijo Vairo.

“Nuestros agentes estaban en una pelea, agotados y superados en número”, agregó Vairo, y es por eso que pidieron ayuda de agentes de la División Foothill y Misión del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) e incluso de la Policía del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles.

Cuatro personas fueron arrestadas después del suceso: Rosa Ramírez, de 36 años y residente de San Fernando; Anthony Díaz, de 28 años y residente de Arleta; Daniel Morales, de 27 y Alejandro Navarro, de 22 años, ambos con residencia en Downey. 

Navarro y Ramírez enfrentan cargos de felonía por atacar al policía Robert Park; Navarro y Morales tienen el mismo cargo, pero por atacar al policía Jonathan Zibli; Navarro y Díaz enfrentan otro cargo similar por atacar a la agente policial Brittany Najera; Navarro además enfrenta un cargo de atacar al policía J Robles, y los cuatro enfrentan cargo de felonía por atacar a los agentes policiales Park y Ziblio.

Vairo elogió a sus agentes, diciendo que “podría haber sido mucho peor”.

MENTIRAS

Pero Rafaela Ramírez, propietaria de la casa ubicada entre la Calle Newton y la Avenida Griswold, a poca distancia de la Corte de San Fernando, niega la versión policial del episodio.

“Es mentira”, dijo el lunes por la noche en la entrada de su casa, todavía afectada por el altercado y preocupada por su hija, Rosa Ramírez, que todavía estaba detenida en la cárcel del SFPD.

“Ellos (la policía) golpearon muy mal a dos jóvenes”, dijo. “Los golpearon con las macanas”.

“Les dieron puntos en la cabeza por los golpes de la macana”, agregó Ramírez.

Dijo que la fiesta estaba terminando y que estaban recogiendo, y que de hecho la Policía sólo había ido una vez antes, no dos veces en respuesta a quejas de la música muy alta. Y que cuando llegaron, uno de los agentes, a quien describió como un hombre asiático, estaba actuando “prepotente” y “agresivo”.

“Ese hombre ya vino aquí actuando violentamente”, dijo Ramírez.

Agregó que como máximo había entre 12 y 16 personas presentes en la casa cuando llegaron los agentes allí, la mayoría de ellos familiares, no 30 como afirma la Policía.

Otro joven que estuvo presente en la fiesta dijo que los agentes no les dieron la oportunidad de seguir sus órdenes y comenzaron a sacar sus macanas y golpear a la gente, lo que provocó la reacción de aquellos que trataban de protegerse a sí mismos y a sus seres queridos. 

“En un segundo él (el agente asiático) sacó su bastón y comenzó a golpear a la gente”, dijo el joven, que no se identificó.

Ramírez dijo que los agentes empujaron incluso a los niños pequeños presentes en la fiesta y que rociaron con gas pimienta a la multitud, que es cuando “me bloqueé”.

Ella no sabe lo que pasó después porque estaba cegada por el gas pimienta, pero dijo que los lentes de su marido fueron quebrados mientras él se encontraba en medio de la pelea tratando de defender a personas y chicos. Agregó que los niños ahora le temen a la Policía.

“Me quedé en shock”, dijo sobre lo sucedido, todavía afectada por el episodio violento. “No esperaba que la policía actuara de una manera tan fea”.

NO DEJEQUE QUE UNA FIESTA SE SALGA DE CONTROL

Vairo, el jefe del SFPD, dijo que también estaba desconcertado por la reacción que enfrentaron de los asistentes a la fiesta.

Señaló que en verano hay muchas fiestas en la ciudad y “el 99.9% de las veces se resuelve positivamente” con una primera advertencia, pero en este caso, los invitados “estaban intoxicados a un nivel más alto de lo que debería haber sido y la gente no toma la decisión correcta”.

Vairo agregó que “han pasado años” desde que algo así sucedió en la ciudad y una llamada “se torna violenta hacia los agentes”.

Recomendó a otras personas que vayan a tener fiestas que le dejen saber a sus vecinos para hacerles saber con anticipación y “asegurarse de que están al tanto de lo que está pasando” con sus invitados y también “ser cautelosos de la cantidad de alcohol que se consume”.

Algo que aparentemente no sucedió en este caso, dijo.

“Es una pena. No tenía que ser así”, dijo Vairo. “Ahora tienen que responder por lo que han hecho.”