F. Castro / El Sol

Los últimos tres años han sido cuesta abajo para María Hernández. Primero, su marido fue deportado y ella se quedó con cuatro hijos para cuidar por su cuenta. 

Sin el sostén principal de la familia, la mujer no fue capaz de pagar el alquiler y a medida que las cosas empeoran, terminó sin hogar. 

Durante los últimos dos meses ha estado viviendo en la habitación de un motel de Sylmar, donde este martes 20 de Agosto – primer día de escuela para estudiantes en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) – ella y sus dos hijos más pequeños recibieron una visita especial y regalos para ayudarles a volver a las aulas con útiles muy necesarios.

La niños de la familia fueron algunos de las docenas que recibieron mochilas llenas de útiles escolares (lápices, cuadernos, etc.), así como un desayuno cortesía de McDonald’s, de parte de la concejal de Los Ángeles Monica Rodríguez, North Valley Caring Services (NVCS) y otros patrocinadores.  

“Esto significa mucho. Nos ayuda en la situación en la que estamos. Es bueno para los niños que van a volver a la escuela”, dijo la madre.

“Ahora podrán ir a la escuela más tranquilos porque tienen lo que necesitan”, dijo.

Jesús Roque, que está en séptimo grado en la Escuela Intermedia Sepúlveda, escogió una mochila negra, su hermana Leslie, una estudiante de 4o grado en la Primaria Lassen (ambas en North Hills), escogió una color rosa.

“Me gusta porque tengo cosas adentro (de la mochila) para la escuela”, dijo Jesús. 

“Tengo algo donde poner mis cosas para las clases”, acotó  Leslie.

Vivir con incertidumbre

Un total de 80 familias con 120 niños viven en el motel (que las autoridades pidieron no identificar) y ayudarles a encontrar alojamiento permanente y recuperarse es responsabilidad de NCVS.

Manny Flores, Director Ejecutivo de la organización sin fines de lucro, dijo que el obsequio de mochilas “significa que ellos (las familias) sienten y saben que la comunidad les está ayudando en este proceso de desamparo”.

Las familias pueden permanecer en el motel hasta 28 días, antes de pasar – en el mejor de los casos – a una vivienda permanente, o a otros moteles. Pueden estar en moteles hasta por un año. 

NCVS intenta que estas estancias sean lo más cómodas posible.

Muchas de las unidades no tienen cocinas, de modo que la agencia ofrece 300 comidas a la semana. También organizan noches de cine y otras actividades. 

“La seguridad es un problema, la comida es otro”, dijo Flores, quien admitió que a veces las familias son colocadas en moteles donde la prostitución y otras actividades criminales están presentes debido a la falta de espacio en otros lugares.

La concejal dijo que obtuvo $500,000 para ayudar a estas familias, creando un centro de recursos para ellos en North Hills con gestión de casos y otros servicios.

La idea es “ayudar a que las familias vuelvan a ponerse de pie”, dijo Rodríguez, señalando que “vivir en un motel es un ambiente difícil” para ellos.

Linda Figueroa, con dos bebés y una niña de tres años, así como una hermana pequeña para cuidar, puede dar fe de esta difícil situación.

Perdió su trabajo y durante los últimos cuatro meses ha estado yendo de un lugar a otro.

El martes, se levantó temprano para llevar a sus hijos a la escuela en Newhall antes de regresar al motel, donde recogió una mochila para su hijo mayor.

“Es muy difícil estar en esta situación con ellos”, dijo la madre. “Al menos tenemos un lugar para vivir por un tiempo.”

Su esperanza es conseguir un trabajo y proporcionar “algo más estable en un área asequible”.

El Centro de Recursos NCVS está ubicado en la Iglesia Metodista Unida de North Hills, 15453 Rayen Street en North Hills. Para obtener más información, llame al (818) 894-0483.