Trailblazers, Lions en un Enfrentamiento de Septiembre

La historia reciente del football en la secundaria Cleveland se define por un subida gloriosa y una caída precipitada. Hace dos años, los Cavaliers llegaron al partido por el título de la División II de la City Section, bajo el entonces entrenador Mat Gentle, perdiendo un encuentro cercano ante la secundaria Huntington Park. La recompensa fue subir a la División I de la Ciudad. Pero Gentle renunció abruptamente al comienzo de la temporada 2018, después de una suspensión por presuntas violaciones de reclutamiento. Y el equipo enfrentó problemas el año pasado bajo un entrenador interino y un futuro incierto.

Scott Faer se hizo cargo en Noviembre pasado después de que la temporada terminó. Faer es una cara veterana en el paisaje del football escolar en el Sur de California; paradas anteriores incluyen la secundaria Poly, North Hollywood y Marshall de Pasadena (que perdió la mayor parte de su temporada 2018 debido a un descenso en el número de estudiantes participando en el equipo, y no está jugando al football este año).

Faer esperaría —mejor digamos, demandaría— un mayor nivel de dureza de su equipo principalmente por el sistema que juega: el T de doble ala, un juego de carreras que exige que todo el mundo bloquee para el portador de la pelota (incluyendo, a veces, los quarterbacks), y todo el mundo trabaja con precisión. Más que “vieja escuela”, es prácticamente una revuelta contra la plétora de juegos de cuatro y cinco receptores que proliferan en los partidos actuales. 

Di lo que quieras, pero los Cavaliers tienen un comienzo de 2-0 después de sobrevivir un fuerte juego por parte de la secundaria Grant, a quien derrotaron 42-33, el 29 de Agosto. Y los jugadores parecen estar abrazando el cambio en los sistemas y estándares.

“Todo ha cambiado, y de buena manera”, dijo el linebacker y running back Jerry Abrego, de 16 años. “Nos estamos acostumbrando. Estamos trabajando duro y acercándonos”.

“Hubo cierta frustración al principio, tratando de entender todo”, añade el lineman Gorge García, de 16 años. “Cuando estás [bloqueando] tienes que saber a quién se supone que debes golpear. Pero hemos mejorado en ello… el flujo”.

El quarterback Daniel Mauricio, de 17 años, fue un gran wide receiver en el equipo varsity del año pasado, así que no iba a rehuir el contacto ni se preocuparía por cuántos intentos de pase recibiría.

“Jugué físicamente (como wide receiver), así que ahora ser un quarterback que tiene que bloquear a la primera persona que veo es divertido”, dijo Mauricio. “Lo veo como una oportunidad para ensuciarse.”

El lineman Jonathan Erazo, de 17 años, que jugó en el equipo junior varsity (JV) el año pasado, dijo que el equipo de JV empleó algunas formaciones de ala doble a veces, así que, “Estaba acostumbrado a ello. Mostré (a otros jugadores) algunas técnicas que podrían usar para hacerlo más fácil. Es un sistema de trabajar juntos”.

Lo que los jugadores probablemente no sabían en el momento en que Faer fue contratado era que estaban recibiendo un entrenador que no sólo veía a Cleveland como una oportunidad de trabajo, sino un lugar donde había anhelado estar.

“Cuando jugaba contra Cleveland (en los partidos de la liga de pase de verano como estudiante en la secundaria Calabasas), solía mirar a Cleveland y decir ‘Wow, mira todo eso’”, dijo Faer. “Siempre he tenido el máximo respeto por el programa. Incluso cuando estaba entrenando en Poly, si estábamos revisando alguna película pensaba, ‘hay algunos jugadores con tanto corazón’. Desde que jugué contra ellos en la década de 1980 hasta todo el camino hasta ahora, pensé que este sería el lugar para mí. Los chicos aquí tenían corazón”.

¿Y ahora que ha llegado?

“Estoy muy emocionado por este grupo. Hay algunos que podrían jugar en la universidad. Pero todos tienen corazón. Ese es el tipo de jugadores que me gusta entrenar”, dijo Faer.

Dos imponentes desafíos fuera de liga siguen siendo la secundaria Reseda el viernes 6 de Septiembre, y la secundaria San Pedro el 27 de Septiembre, que llegan antes del partido contra la secundaria Hamilton de Los Ángeles (que fue superada, colectivamente, 89-7 en derrotas ante George Washington Prep de Los Ángeles e Inglewood) y una semana de descanso. El juego de Liga West Valley le sigue a esto; Birmingham se perfila como la mayor amenaza, pero El Camino Real, (a pesar de un inicio de 0-2— no puede ser visto de menos.

Poco puede sacudir la mentalidad colectiva de los jugadores en este momento. Y eso incluye el éxito potencial en la postemporada.

“Para mí, todo es posible”, dijo Erazo.

Faer no hará nada para disminuir la confianza y el entusiasmo de los Cavaliers. Pero muchas cosas pueden suceder en el transcurso de una larga temporada: lesiones, calificaciones, problemas familiares, todos los cuales pueden cambiar la temporada. Además, sus jugadores siguen, honestamente, en la fase de aprendizaje del sistema de doble ala. “Normalmente es el segundo año cuando comienza a hacer clic. Y a veces el tercer año”, dijo el entrenador.

Pero Faer está encantado, por fin, de estar en su “casa” de entrenamiento. Quiere estar enseñando deportes y lecciones de vida en Cleveland siempre y cuando las autoridades de la escuela lo tengan allí. Quiere ver a estos jóvenes, y a otros, crecer y seguir adelante en la vida.

“Quiero que crean en el sistema, y quiero que crean en sí mismos”, dijo Faer. “Y hacer de ellos un buen hombre de Cleveland. No voy a poner victorias y derrotas en esta temporada. Pero quiero que [este equipo] crea y se sume a lo que estamos haciendo esta temporada, y que crean en sí mismos.

“Porque creo que muchos de estos chicos tienen mucho más potencial de lo que saben”.