Venezuela
Agobiada oposición apuesta por sacar a Maduro
Tras varios desaciertos, la oposición venezolana logró a inicios de año levantarse de su letargo y formar un poderoso liderazgo, apuntalado por más de cincuenta países, que arrinconó al presidente Nicolás Maduro en el arranque de su segundo sexenio.
Hoy ese panorama luce diametralmente opuesto y su líder, Juan Guaidó, lucha por preservar las riendas del bloque entre escándalos de corrupción en la Asamblea Nacional, divisiones y cuestionamientos de venezolanos que se retiraron de las calles decepcionados de que no se lograra el ansiado cambio político. En contraste, Maduro pareciera finalizar el año afianzado en el gobierno con el apoyo de los altos mandos militares.
Ante el escenario que enfrenta la oposición, pocos confían en que pronto pueda superar la crisis para recuperar fuerzas y reconectarse con casi el 80% de los venezolanos que quieren un cambio político, según señalan las principales encuestas locales, y derrotar al oficialismo en las elecciones parlamentarias que se asoman para 2020.
Uno de los obstáculos que según los analistas deberá superar la oposición es la pérdida de confianza y desánimo que hay entre quienes se sienten frustrados por no haber logrado sacar a Maduro del poder. Un estudio de opinión terminado el mes pasado por la encuestadora local Delphos entre 1.200 personas, con un margen de error de 2,2%, muestra que 41,5% de la población se siente decepcionada y desilusionada.
Entre los que se asumen así está Evel Romero, un paramédico y pescador de 42 años, quien hace tres meses optó por dejar el poblado oriental de Marigüitar, donde vivió por casi tres décadas junto a su esposa y seis hijos, y se mudó solo a la capital, donde encontró un empleo como caddie que le genera unos diez dólares semanales y le permite enviar alimentos a su familia.
“Yo pensaba que Guaidó iba a dar la batalla y lograr un cambio de gobierno para que las cosas mejoraran, pero no se dio”, afirmó Romero, quien trabaja en un exclusivo club de golf de Caracas.
MEXICO
Montan lucha libre afuera de estación del metro en México
Tinieblas, uno de los grandes ídolos de la lucha libre en México, presenció desde un escenario una función gratuita de este deporte en una explanada afuera de la estación Insurgentes del metro.
Los jóvenes luchadores llevaban collares con tachones, cuernos de diablo y pantalones entallados mientras intercambiaban insultos, patadas en el pecho y amagos de golpes con las piernas.
En la actualidad este espectáculo conlleva mayor riesgo que en 1971, cuando Tinieblas comenzó su carrera en la lucha libre, aunque las mofas y las aclamaciones siguen siendo igual de intensas.
Tinieblas consideró una idea brillante llevar la lucha libre a las calles porque algunos aficionados carecen del tiempo o el dinero para asistir a una función en una arena.
“Ahorita con la lucha libre que están viendo ellos, pues desahogan todas sus tristezas, sus desalegrías, en fin, tantas cosas”, afirmó Tinieblas, quien tenía puesta su máscara dorada con malla negra al frente.
Este luchador de 80 años oculta su identidad aun cuando está retirado de este deporte.
“Es una terapia la lucha libre. En vez de gritar a la señora cuando llegan, o a la suegra, ya llegan tranquilitos, ya se lo gritaron a los luchadores”, afirmó riendo.
La fundación artística LuchArte organizó esta función en una explanada afuera de una de las primeras estaciones del metro en la Ciudad de México con motivo del cincuentenario de este sistema de transporte, cuyos vagones van atestados en las horas pico.
La estación tiene muros de concreto que evocan la arquitectura prehispánica, y desde la glorieta hundida se alcanzan a ver los altos edificios de oficinas en los alrededores.
BOLIVIA
Bolivia ingresa al grupo de Lima
El gobierno interino de Bolivia informó el domingo que el país ingresó al Grupo de Lima, con el objetivo de contribuir a una solución a la crisis política en Venezuela.
La Cancillería mediante un comunicado reportó que con esta decisión buscan contribuir a “lograr una solución pacífica, democrática y constitucional a la crisis en Venezuela, que debe ser guiada por el pueblo venezolano”.
El gobierno interino de Jeanine Áñez decidió la incorporación del país a este grupo después de la renuncia de Evo Morales a la presidencia. Morales evitó formar parte debido a que es amigo de Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela.
La cancillería boliviana, después de la renuncia de Morales, decidió reconocer al presidente de la Asamblea Nacional y autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.
En Venezuela, el representante de asuntos exteriores de Guaidó, Julio Borges, celebró el ingreso de Bolivia al Grupo de Lima y dijo en Twitter que es “un paso fundamental para fortalecer la lucha internacional por la democracia en Venezuela”.
El gobierno de Maduro rechazó esta decisión según informó el canciller venezolano, Jorge Arreaza en su cuenta de Twitter.
“Supuestos y enconados defensores de las democracias y los derechos humanos han reprimido a sus pueblos salvajemente y ahora incorporan en sus filas a una dictadura fascista, racista, producto de un golpe de Estado sangriento”, sostuvo Arreaza.
El Grupo de Lima está conformado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.