La Fundación Khalsa Care (KCF), con sede en Pacoima, ahora sirve comidas vegetarianas calientes gratis a la comunidad del noreste del Valle de San Fernando los viernes y continuará distribuyéndolas a los residentes durante la emergencia COVID-19 hasta nuevo aviso.
Los miembros de KCF tomaron la decisión el 9 de abril de comenzar esta ambiciosa empresa y se pusieron en contacto con la oficina de la concejal de Los Ángeles, Mónica Rodríguez. Al día siguiente, 10 de abril, se alinearon cientos de automóviles para recibir sus comidas.
En una asociación con la oficina de Rodríguez, que ayudó a correr la voz a la comunidad, el LAPD ayudó a enrutar automóviles a lo largo de Laurel Canyon que conducían al centro con un helicóptero del LAPD que sobrevoló. Se hizo un anuncio desde el helicóptero para que las personas en los automóviles fueran pacientes. Cuando se acabaron las comidas, los que estaban en el centro se retiraron rápidamente de las comidas que se estaban preparando para el día siguiente y regalaron esas comidas hasta que se acabó. Se hizo un anuncio para que la gente regrese el siguiente viernes.
Debajo de una carpa con su nombre, Rodríguez, con una máscara facial y guantes, ayudó a empacar comidas junto con voluntarios de su oficina.
“Todos merecen una comida caliente durante estos tiempos extremadamente aterradores”, dijo Rodríguez. “Crear asociaciones con la Fundación Khalsa Care para alimentar a las familias es que nuestra comunidad se una en primera línea en la lucha contra COVID-19”.
“El viernes pasado (10 de abril) servimos más de 1,250 comidas”, dijo Jaspreet Singh Sethi, voluntario de KCF. “Habíamos preparado alimentos para unas 700 familias con menos de 18 horas de anticipación para tomar la decisión de hacer esto. No estábamos seguros de cuántas personas vendrían, aunque sabíamos que había una necesidad en Pacoima “.
El viernes 17 de abril, la Fundación Khalsa Care preparó 3,000 comidas en anticipación de la gran cantidad esperada.
“Las personas que vinieron a comer la semana pasada eran de todas las edades: familias, personas mayores, de todos los orígenes y etnias. Algunas personas fueron discapacitadas. Los que no tienen automóviles caminaron para recibir sus comidas”, dijo Sethi.
A medida que los conductores en cada automóvil se detenían, les hacían saber a los voluntarios cuántas comidas se necesitaban para su hogar y eso fue lo que se les entregó. No se requiere inscripción anticipada ni comprobante de domicilio. Cualquier persona que necesite una comida caliente puede hacer linea para recibirla.
“Si las personas piden algunas comidas adicionales y les ayuda por un par de días adicionales, está bien. Queremos dar”, dijo Sethi.