COVID-19 ha impuesto tantas restricciones y ha interrumpido tantas reuniones familiares, días festivos y celebraciones este año. Es un momento especialmente difícil cuando los miembros de la familia no pueden acompañar a sus seres queridos a los hospitales.
Pero un hombre todavía encontró la manera de que su esposa y su bebé recién nacida supieran que él estaba allí.
José Izarraras sabía que no estaría dentro de la habitación del hospital con su esposa Jackie para el nacimiento de su primera hija. Así que decidió salir a la acera del hospital Kaiser Permanente Panorama City para darle una serenata a su familia con música tradicional de mariachi.
Insinuada por sus enfermeras, Jackie pensó que iba a dar un paseo de rutina con su bebé. En cambio, para su sorpresa, le dijeron a la esposa que mirara por la ventana de la esquina del tercer piso, ligeramente abierta, donde fue testigo de la conmovedora vista: su esposo e hijo, y un pequeño grupo de familiares y amigos cercanos con sonrisas de alegría debajo de sus máscara para dar la bienvenida a la llegada de la bebé Alina Rose.
“En ese momento, nos olvidamos de la pandemia”, dijo José. “Estaba abrumado de felicidad y agradecido de haber podido hacer algo tan especial por mi esposa e hija”.
“Quiero dar un agradecimiento especial a todas las enfermeras y al personal”, compartió Jackie. “Me hicieron sentir muy cómodo y nos ayudaron en cada paso del camino”.
El nombre Alina proviene de un origen mixto y significa “Luz”. Para esta familia, el nacimiento de su primera hija ha servido como un faro de luz en estos tiempos desafiantes sin precedentes.
“Créeme. Vamos a hacérsela saber”, dijo José sobre la bienvenida especial de Alina.