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SAN SALVADOR, El Salvador (AP) _ Cabecillas de las pandillas que están presos estarían ordenando los ataques contra los policías por lo cual se ha creado una unidad especializada para investigar los ataques contra los agentes, informó el lunes el director general de la policía, Mauricio Ramírez Landaverde. 

“Las pandillas se sienten amenazadas porque la policía está dialogando con las comunidades, los delincuentes nos quieren doblegar, pero no lo van a lograr”, dijo Ramírez Landaverde en entrevista con el canal TVO. 

“Ya las primeras investigaciones nos llevaron a descubrir que la mayoría de estos asesinatos fueron ordenados desde el penal de Quezaltepeque”, afirmó Ramírez Landaverde. Quezaltepeque es un municipio ubicado a 15 kilómetros al oeste de la capital. 

En lo que va del año se han reportado 33 asesinatos de policías, el más reciente el sábado cuando supuestos pandilleros acribillaron al cabo Héctor Ramos Argueta, cerca del puesto policial El Zamorano, en la jurisdicción de Jiquilisco, departamento de Usulután, a 110 kilómetros al este de la capital. 

Según la información, Ramos Argueta fue asesinado cuando estaba de licencia y se dirigía a inspeccionar unos cultivos agrícolas en que los trabajaba en sus días libres. 

Ramírez Landaverde afirmó que la mayoría de los asesinatos de los policías han ocurrido cuando los agentes están de licencia y realizan sus actividades personales. 

Señaló que, “los asesinatos han sido de manera cobarde, sin darles oportunidad de defenderse” y advirtió que “ningún caso de asesinato va a quedar en la impunidad”. 

Entre los atentados destacan el asesinato de un agente de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO), que fue atacado por tres supuestos pandilleros cuando hacia reparaciones en su casa, en Lourdes, municipio de Colón, a 30 kilómetros al noroeste de la capital. La esposa del policía recibió un balazo. 

Mientras que otro agente que estaba de licencia y visita sus familiares, fue acribillado a balazos cuando jugaba fútbol en una zona rural de San Pedro Perulapán, en el departamento de Cuscatlán, en la zona central del país a unos 43 kilómetros de la capital. 

Los atentados, según el jefe policial, se deben a que la institución ha incrementado la operatividad policial para frenar los hechos delictivos. 

Explicó que la nueva unidad no solo realizará investigaciones en casos de asesinatos de miembros de la corporación, sino que también dará seguimiento a las amenazas y otros delitos que se cometan en perjuicio de los agentes. 

Dijo que en los últimos días han realizado 99 detenciones de supuestos implicados en los atentados contra los policías y advirtió que “todo el que haya participado (en los asesinatos) va a ser llevado ante la justicia”. 

Además entre las nuevas medidas de protección, el jefe policial, confirmó que todos los agentes y oficiales, están autorizados a portar sus armas de equipo estando en período de licencia. 

Según las autoridades, los pandilleros están involucrados en la mayoría de delitos que se cometen en el país. El 70% de los homicidios se atribuye a las pandillas y 49% de las víctimas son miembros de esas estructuras criminales.