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SAN SALVADOR, El Salvador (AP) — Al menos siete presuntos pandilleros murieron en dos balaceras distintas con las fuerzas de seguridad, que les incautaron varias armas de fuego y uniformes similares a los de la policía y el ejército, reportaron las autoridades.

Según informes de la Fiscalía y de la Policía Nacional Civil, cuatro supuestos miembros de las pandillas murieron el lunes al enfrentarse a balazos con unidades combinadas de la policía y de la fuerza armada en el cantón El Jutal, del municipio de Jucuarán, departamento de Usulután, a 130 kilómetros al sudeste de San Salvador.

El director general de la policía, comisionado Howard Cotto, explicó que una patrulla integrada por fuerzas combinadas de seguridad vigilaba la zona y, al aproximarse a una casa, “unos sujetos avistaron nuestra presencia y empezaron a disparar. Nuestras fuerzas respondieron al fuego y producto del intercambio de disparos tenemos cuatro delincuentes fallecidos”.

Uno de los sujetos “se rindió y lo detuvimos ileso”, dijo Cotto.

En el lugar fueron incautados un fusil M16, un fusil AK 47, dos fusiles calibre 22, una carabina, una pistola, un revólver y una escopeta, reveló el jefe policial. También se decomisaron varios uniformes similares a los que usan los policías y los militares.

Las autoridades no han identificado a los fallecidos ni a la persona detenida.

En otro hecho de violencia, fuerzas de seguridad abatieron a tres supuestos pandilleros en el cantón Cruz Grande, en la jurisdicción del municipio de Izalco, departamento de Sonsonate, a 65 kilómetros al oeste de San Salvador, pero no brindaron mayores detalles porque la investigación está en desarrollo.

Esto sucede apenas dos días después que dos policías, un soldado y tres pandilleros murieron y otros tres agentes resultaron heridos en diferentes enfrentamientos entre delincuentes y las fuerzas de seguridad, informaron el lunes las autoridades.

El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Mauricio Ramírez Landaverde, informó a los periodistas que un agente de la Policía Nacional Civil murió y tres más resultaron heridos cuando fueron emboscados el domingo en la noche por pistoleros en el cantón Copinol, departamento de Cuscatlán, a 39 kilómetros al este de la capital.

Otro policía, que estaba con licencia, murió al ser atacado por desconocidos cuando descansaba en su casa en el municipio de San Vicente a 60 kilómetros al este de San Salvador.

Landaverde informó que tres presuntos pandilleros murieron en un intercambio de disparos con fuerzas combinadas de la policía y del ejército, que se registró en el municipio de Ilopango, en la periferia este de la capital.

El ministro advirtió que “la policía y la fuerza armada están en la obligación de perseguir a estos grupos, darles captura y llevarlos ante la justicia y en la medida que se resistan de esta manera, usando armas de fuego, seguirán dándose estos eventos”.

Informó que en lo que va del mes, 42 presuntos pandilleros han muerto al enfrentarse a las fuerzas de seguridad.

Desde 2015, las maras o pandillas han incrementados sus ataques contra policías, militares y sus familiares. En lo que va del año 28 policías han sido asesinados en su mayoría cuando se encontraba de licencia. También fueron asesinados un guardia cárcel y 13 militares. Las autoridades atribuyen a las pandillas haber asesinado en 2015 a 62 policías, 17 militares, seis guardias de centros penales y un fiscal.

Según las autoridades, las pandillas establecidas en barrios populosos y comunidades están integradas por más de 70,000 jóvenes y adultos, y son las responsables de la mayoría de los crímenes que se cometen en el país. Más de 13,000 pandilleros están presos y sus cabecillas han sido enviados al penal de máxima seguridad conocido como Zacatraz, donde permanecen totalmente aislados y sin visitas.