CIUDAD DE MÉXICO (AP) _ El músico mexicano Armando Vega-Gil, bajista del grupo Botellita de Jerez que fue acusado en redes sociales de acosar y abusar de una mujer cuando ella tenía 13 años, fue hallado muerto tras publicar una carta en Twitter la madrugada del lunes haciendo pública su decisión de quitarse la vida y negando las acusaciones en su contra.
“No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal (hash)MetooMusicosMexicanos”, indica el mensaje.
La banda de rock confirmó el fallecimiento de Vega-Gil en su cuenta oficial mientras que la fiscalía de la capital emitió el lunes una tarjeta informativa en la que sólo informaba del hallazgo de un cuerpo en el interior de un domicilio de un barrio céntrico de Ciudad de México cuya identificación estaba en proceso y que podría ser del músico.
“Con un inmenso pesar, comunicamos que nuestro compañero (at)ArmandoVegaGil falleció la madrugada de hoy. Nos encontramos procesando esta noticia y haciendo los trámites correspondientes. Descansa en paz hermanito”, informó el grupo musical.
La cuenta de Twitter que reunía las denuncias contra el medio musical mexicano, y que estuvo temporalmente inhabilitada en lo que sus administradores calificaron como un intento de censura para acallarles, era una de las varias que se abrieron recientemente para recibir denuncias sector por sector de escritores, académicos, periodistas o artistas.
El domingo, la cuenta de (at)metoomusicamx publicó una en la que una mujer narra cómo cuando tenía 13 años visitó en un par de ocasiones al músico, entonces de 50, con otras amigas porque era su “ídolo” pero después la relación se tensó porque recibió mensajes de Vega-Gil en su celular con “cosas cada vez más asquerosas y explícitamente sexuales” que la atemorizaron.
Los administradores de ese perfil dijeron haberse comunicado con el músico el domingo “para hacer la averiguación pertinente al caso” y que no tuvieron respuesta hasta dos horas después de que publicara la carta de suicidio en redes, texto que tacharon de “un acto para difamar el movimiento”.
“Él sabía que era culpable. Fue chantaje mediático”, aseguran.
El músico, en esa misiva divulgada en su cuenta de Twitter, dijo ser consciente de que cualquier cosa que dijera sería usada en su contra y que lo que menos deseaba era que su hijo se viera afectado por “la falsa acusación”.
“Debo aclarar que mi muerte no es una confesión de culpabilidad, todo lo contrario, es una radical declaración de inocencia; solo quiero dejar limpio el camino que transite mi hijo en el futuro”, escribió.
Vega-Gil, que fue fundador de la banda en los años 80 y también ha escrito múltiples libros, se mostraba convencido de que perdería sus trabajos después de esa acusación porque “todos ellos se construyen sobre mi credibilidad pública”.
“Mi vida está detenida, no hay salida”, agregó.
El músico aprovechó su último texto para disculparse con las mujeres a que pudiera haber hecho “sentir incómodas con mis palabras y actitudes, a las mujeres que dañé con mis modos machistas”.
Él mismo reconoce que los menores estaban entre su público lo que hizo la acusación fuera mucho más seria.
En 2017 cuando se lanzó el movimiento (hash)MeToo en el medio artístico de Estados Unidos, sólo unas cuantas actrices denunciaron casos de acoso o abusos en México. Sin embargo, en marzo se activaron varias cuentas en las redes sociales con este mismo fin en el país. Una de ellas, el (hash)MeTooPeriodistasMexicanos provocó que la fiscalía del estado occidental de Michoacán abriera una investigación al respecto. Entre las denuncias en ese estado había casos de violación.
El fallecimiento de Vega-Gil y todo lo que lo rodeó desencadenó el lunes un aluvión de reacciones de todo tipo en las redes sociales.
“Lamentamos profundamente la muerte de Armando Vega-Gil, fiel amigo y compañero de muchos que aquí trabajamos”, indicó en su cuenta oficial de Twitter el Fondo de Cultura Económica, la editorial educativa gubernamental. “Sea un útil recordatorio para que las justificadas denuncias de acoso, machismo y violencia en contra de las mujeres no se conviertan en una persecución irresponsable”.
Otros usuarios, más agresivos, tachaban al perfil que divulgó la denuncia de cobarde cuando parecía que se había cerrado –aunque después se normalizó y se denunció un intento de hackeo– y afirmaron que “el suicidio de Armando Vega-Gil es responsabilidad de Armando Vega-Gil”.
“No nos van a callar. Ahora más que nunca seguimos en apoyo a las víctimas y también a las que aún no se atravena alzar la voz”.
María de la Luz Estrada, directora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, recordó a The Associated Press que el movimiento (hash)MeToo surgió como una “reacción a la falta de justicia porque el Estado y la sociedad minimizan los hechos y culpabilizan a las mujeres” y puso reglas claras, como el compromiso de que si una denuncia se llega a probar falsa, el mismo movimiento la retiraría de inmediato ofreciendo una disculpa.
Sobre el caso de Vega-Gil, indicó que debería llevar a una reflexión sobre qué lleva a un hombre a escribir una carta así.
“Cuando tú no eres culpable de nada, cualquier denuncia tú la enfrentas, por eso pienso que no debía ser la única denuncia”, agregó.