Iglesia Angel Guardian

Los servicios fúnebres se llevaron a cabo esta semana para Gloria Espinoza Tovar, una de las víctimas de la serie de tiroteos que empezó en West Hollywood y terminó en el noreste del Valle de San Fernando hace dos semanas.

Tovar fue una de tres personas asesinadas en el Valle el Domingo 24 de Agosto.

Un rosario y una misa se llevó a cabo en honor de Tovar, de 59 años, en la iglesia católica Ángel Guardián de Pacoima, seguido de un entierro en el Cementerio San Fernando Mission.

La Policía dice que Tovar estaba dentro de su auto Toyota Camry en la cuadra 12900 de la calle Filmore, esperando a recoger a otra feligres cuando un hombre que conducía una camioneta SUV se detuvó junto al vehículo y empezó a disparar indiscriminadamente. Ella murió instantáneamente.

Tovar, una madre de tres hijos y abuela de seis, era una dévota feligres de la iglesia Ángel Guardian por más de 15 años y ella y su esposo, Santiago, servían como Ministros de Eucaristía.           

El Padre Steven Guitrón, pastor de la iglesia Ángel Guardián, le dijo al periódico católico The Tidings que Tovar servía en varios ministerios y la pareja eran ujieres. Ella también servía con enfermos y en la mañana del tiroteo estaba recogiendo a una feligresa que asistía también a los enfermos que llegaban a la misa de las 7 a.m. Como era su rutina, ella planeaba ofrecer la Comunión a aquellos que no podían salir de sus casas para ir a la misa.

La familia de Tovar le dijo al San Fernando Valley Sun/El Sol que era común para ella ofrecer aventones a la iglesia a personas mayores y otros que necesitaran ayuda.            

Y eso era lo que hacía Tovar al momento de su muerte. Nadie se imaginó que alguien atentara contra vidas inocentes. La noticia sobre la muerte de Tovar y los otros asesinados esa mañana en tiroteos ocurridos en San Fernando y Sylmar se expandió rápidamente.

El Padre Guitrón habló del tema de la violencia en la comunidad.

“En la Biblia, Jesús pregunta, ‘¿Quién dices que soy?'”, dijo Guitrón. “Gloria (Tovar), al dedicar su vida al cuidado de los demás que lo necesitan y llevar la Eucaristía a ellos cada Domingo, estaba declarando quién es Jesús”.

También indicó, como se lo ha informado a los feligreses, que el esposo de Tovar se ha respaldado en su fe luego del asesinato de su esposa. “Para él, es una consolación saber la fe que ella tenía, creer en la vida y la resurección…me enorgullece como pastor saber que mi propia gente puede encontrar fuerza en su fe en este momento de tanta [tragedia]”.

El Concejal angelino Felipe Fuentes, junto con el Alcalde Eric Garcetti y representantes de la Policía, asistieron a una misa en honor de Tovar el domingo pasado.

“La comunidad de Ángel Guardián es muy unida”, dijo Fuentes, quien asistió a la misa para ofrecer su apoyo. “Y no hay manera de explicar esta tragedia; todo lo que podemos hacer es apoyarnos unos con otros”.                                  

“No hay nada que pudo haber prevenido que un asesino en serie atacara. Este….individuo enfermo que mató a gente al azar y nadie sabe por qué”.

LA COMUNIDAD DEL NORESTE DEL VALLE    

La comunidad del noreste del Valle de San Fernando se vio impactada por los sucesos de ese día. Los vecinos se paraban junto a la escena de los crímenes para tratar de buscar información. Los padres mantenían a sus hijos dentro de sus casas preocupados de un posible tiroteo.

La Policía se desplegó y para la tarde de ese día anunciaron que tenían a un sospechoso arrestado. “Creo que agarraron al tipo correcto porque los tiroteos pararon”, dijo un residente de Sylmar que pidió no ser identificado.

Inmediatamente después de los tiroteos, los residentes se comunicaron en las redes sociales, expresando su enojo y para tratar de entender al sospechoso, identificado luego como Alexander Hernández.

Durante una audiencia en la corte de San Fernando, el juez pospuso la instrucción de cargos contra Hernández hasta en unas semanas, para llevarse a cabo en el Centro de Los Ángeles. El juez no permitió que se le tomaran fotos al sospechoso “debido al estatus de la investigación”.

Hernández, de 34 años, enfrenta actualmente un cargo de asesinato y otro de intento de asesinato, así como tres cargos de crueldad animal por supuestamente matar a tres perros, dos cargos de disparar un arma de fuego con negligencia, un cargo de disparar a un vehículo ocupado, posesión de una arma de fuego por un ex convicto, y posesión de munición. La Policía ha dicho que cuando arrestaron a Hernández, le encontraron una escopeta con mango de pistola.

Hernández continúa arrestado con una fianza de un millón de dólares.

Las autoridades también dicen que una sola persona es responsable por disparar, herir o matar en una serie de hechos registrados en West Hollywood y el Noreste del Valle en un periódo de cinco días empezando el 20 de agosto y que culminó el 24 de agosto. Ese fue el día en que arrestaron a Hernández en Sylmar.

Otras personas asesinadas el 24 de agosto fueron un hombre de 29 años no identificado que recogía artículos reciclables en el Centro Recreativo de Sylmar, y Mariana Franco, de 23 años, quien fue muerta a tiros cuando el auto en que se conducía con su familia fue atacado en la cuadra 1400 de la calle Celis en San Fernando.