M. Terry / El Sol

Arriba la Campeona -- Roxie Verduzco (der.) luego de recibir su medalla de oro por ganar la división "pinweight" en el reciente Campeonato Nacional Juvenil de Boxeo Junior Open.

Conocí por primera vez a Iyana Roxonie Verduzco —Roxie, como le gusta que la llamen — en 2013 cuando era una menor de 11 años que mostraba una energía desbordante y aptitudes, y promesa, para el deporte del boxeo. Había participado y obtenido cinturones en varios torneos juveniles. Pero no hay forma de saber si una chica tan joven continuará con un deporte que demanda tanta disciplina y sacrificio. Los intereses como el cabello, la música y la ropa pueden cambiar de un día para otro.

Roxie, quien vive en Sylmar, tiene ahora 14 años y estudia en la secundaria San Fernando.

Y esto del boxeo no es una fase. Ella continúa mostrando talento y coraje. También sigue colectando títulos.

Roxie ganó recientemente la división pinweight femenil junior (101 libras) en el Torneo Nacional Juvenil Abierto de Boxeo USA 2016 en Reno, Nevada. Ella derrotó a tres

— Natalie Dove (Philadelphia) con un knockout técnico en el segundo round y Amber Rojas (Texas) y Amy Salinas (New Mexico) por decisiones unánimes — en cuatro días.

Ella también recibió el premio de Boxeadora Femenil Sobresaliente por su desempeño. Además, es la miembro más joven del equipo femenil USA 2016 Junior Olympic.

Con esto se establece como una promesa del deporte a nivel nacional.

Su desempeño en Reno, dijo Roxie, “significa que puedo llegar lejos si tomo las cosas seriamente. Se siente bien haber llegado a donde estoy porque he trabajado muy duro por esto. Y siento que puedo dar más. Me hace sentir que puedo llegar más y más arriba”.

No es una sorpresa que el boxeo se le dé de manera natural, cuando se considera su herencia. Roxie se autodenomina orgullosamente “la cuarta generación de peleadores en la familia” que incluye a sus tíos Benny “The Jet” Urquidez, un campeón de kickboxing y artes marciales, y William “Blinky” Rodríguez, un campeón de boxeo y kickboxing. Y también está la tía, ya fallecida, de Roxíe – Lilly Urquidez Rodríguez – una campeona mundial de peso pluma del boxeo y kickboxer quien está en el Salón de la Fama del Boxeo de California. Hasta la madre de Roxie, Gloria Mosquera, fue una kickboxer sobresaliente. Su padrastro, Rodrigo Mosquera, es un entrenador amateur y profesional muy respetado.

Debido a que el potencial de Roxie parece muy prometedor, lo más difícil para nosotros es dejar que su carrera se desarrolle de manera orgánica. Y eso podría ser duro cuando ves su sorprendente coordinación de ojos y manos, movimiento de pies y el poder de sus puños. Roxie quizá se esté convirtiendo en una señorita, pero tiene manos rápidas y puede golpear como una mula. Y está orgullosa del nuevo golpe en su arsenal, un gancho derecho.

“Me llegó de manera natural”, dijo ella. “Lo empecé a usar en mi última pelea. Hice tres ganchos al mismo tiempo y golpeé (a mi oponente) tres veces. Fue como ‘wow’. Todavía tengo mi mano derecha fuerte. Mi brazo izquierdo es bueno, te puede desbalancear, y luego la derecha te fulmina.

“Esa es mi firma ahora: ‘Roxie del gancho derecho’”.

Lo mejor de todo, todavía es una adolescente. Roxie habla tímidamente sobre acostumbrarse a la secundaria (“Está bien. El trabajo es duro, pero me estoy acostumbrado”) y hacer nuevos amigos, tratar de ver en qué dirección irá su vida, qué objetivos ponerse. Ir a la universidad y ser parte del Equipo Olímpico Femenil de Boxeo de Estados Unidos en 2020 son dos de sus prioridades.  

Sus padres hacen lo mejor para mantenerla humilde. Roxie trabaja tiempo parcial limpiando mesas en el restaurante de su madre – “me puedo quedar con las propinas”, dijo ella – y ayudó a alimentar a los desamparados en el albergue de Sylmar “Quiero hacer eso otra vez”.

Ella quería probar para colocarse en el equipo de football como running back, pero su madre dijo que no. Así que Roxie cambió su atención al equipo de atletismo de los Tigers, que no sólo le permitió sacar esa aptitud competitiva, pero también mantenerse en el peso para boxear.

Pero correr es sólo un segmento de su entrenamiento, que incluye sparring y la condición física

— muchas lagartijas y trabajo para ganar fuerza ya que Roxie todavía no levanta pesas — y una vigilancia férrea de su dieta. He ahí donde entra el sacrificio y la dedicación. El año pasado, el Thanksgiving y la Navidad no fueron días para pasarlo disfrutando con la familia, sino de entrenamiento antes del torneo de boxeo.

A Roxie le encanta lo que le ha dado el boxeo, especialmente como un puente más allá del Valle de San Fernando. Ella espera que su equipo juvenil tenga la oportunidad de recibir prácticas este año en el Centro de Entrenamiento Olímpico de Estados Unidos en Colorado Springs, CO, después de los Juegos Olímpicos de 2016.

Cosas como esas pueden ayudar a menguar la pérdida de otras actividades juveniles como ir a comer pizza o pasar la noche con amigas.

“Es un entrenamiento muy fuerte; a veces siento que quiero parar”, dijo Roxie. “Pero me doy cuenta que esto me hacer llegar a muchos lugares”.

Y ella te da la impresión que irá lejos no importar el camino que decida en la vida, ya sea como doctor, abogada, socióloga o boxeadora. Roxie es brillante y amable, curiosa sobre el mundo y lista para tener un impacto en el.

Vale la pena echarle porras — dentro y fuera del ring.