A. Garcia / El Sol

Geoff Smith, de 27 años, vive en el Oeste de Los Angeles y no se siente seguro cuando la policía esta cerca.

“Todos tenemos la misma descripción”, dice sobre cómo él considera que los agentes policiales no solo en Los Angeles sino alrededor del país creen que un joven afroamericano es un sospechoso.

“Yo soy parte de ese grupo”, se lamenta.

La muerte de jóvenes afroamericanos por la policía en circunstancias controversiales la semana pasada generaron enormes protestas contra las autoridades que culminaron con la muerte a tiros de cinco agentes de la Policía de Dallas por un atacante que aparentemente estaba molesto por los incidentes de supuesto abuso policial. El enojo por el trato de la policía en cuanto a minorías continúa hoy en día.

Y esa percepción de la policía como opresores y no personas que presten ayuda aumentó esta semana en Los Angeles donde la Comisión de Policía dictaminó que uno de los agentes del LAPD actuó conforme a las reglas del Departamento después que disparó y mató a una mujer afroamericana de 30 años luego del robo a una farmacia en agosto de 2015 en el distrito Crenshaw.

Cientos de personas se reunieron desde tempranas horas de la mañana el martes 12 de Julio afuera de las oficinas centrales del LAPD a la espera del fallo de la Comisión.

Cuando finalmente lo anunciaron, la decisión generó protestas y gritos por parte de la audiencia.

“Es algo atroz. Todo el sistema es culpable”, dijo Melina Abdullah del grupo Black Lives Matter, que llevó su molestia y protesta afuera de la Alcaldía de Los Angeles en un intento por reunirse con el Alcalde Eric Garcetti. No se le permitió al grupo dentro del edificio y en cambio realizaron un mitin frente al Ayuntamiento.

El canto de “Fire Chief Beck” (Despidan al Jefe Beck) se escuchó una y otra vez mientras varios oradores se dirigían a la audiencia.

“Estamos aquí para decirle al Alcalde que despida al Jefe Beck porque es uno de los jefes policiales más asesinos en todo el país”, dijo Abdullah.

El Tiroteo de Redel Jones

Las palabras de Abdullah fueron en referencia a la muerte a tiros de Redel Jones el 12 de Agosto de 2015.

La Comisión, después de reunirse por más de una hora en sesión a puerta cerrada, anunció que no encontraba problemas con algunas de las tácticas que utilizaron los agentes en el tiroteo, pero determinaron que el agente Brett Ramírez no violaba las reglas de la corporación.

Ramírez ha sido parte del LAPD por cerca de cuatro años.

Jones recibió un disparo en la espalda en la cuadra 4100 de la avenida Marlton en Sur Centro de Los Angeles después que la policía respondió a un reporte de hurto en una farmacia de la cuadra 3700 de Santa Rosalia Drive. Durante el robo se llevaron cerca de $80.

La Policía dijo que los agentes vieron a una mujer que se asemejaba a la descripción del sospechoso en un callejón al oeste de la avenida Marlton, y que el tiroteo ocurrió cuando los policías intentaron detenerla. La policía dice que la mujer llevaba un cuchillo, y que se recobró un cuchillo en el lugar del incidente.

Según el reporte que Beck entregó a la Comisión de Policía, los agentes siguieron a Jones en el callejón cuando la vieron sacar un cuchillo. Le ordenaron a la mujer tirar el cuchillo, pero ella continuó corriendo.

Un agente lanzó un disparo de su pistola de descargas eléctricas (taser) durante la persecución, pero aparentemente no alcanzó a Jones. En un momento, Jones se detuvo repentinamente y se volteó hacia los agentes, “levantó el cuchillo al nivel de la cabeza y lo apuntó en la dirección (del agente). Jones luego tomó aproximadamente tres a cuatro pasos y se abalanzó en su dirección”, indica el reporte policial.

Beck concluyó en el reporte que “basado en la totalidad de las circunstancias”, un agente entrenado “razonablemente habría creído que las acciones de Jones mientras estaba armada con un cuchillo presentaban una amenaza inminente de muerte o serios daños corporales y por ende, el uso de fuerza letal sería objetivamente razonable”.

Según un reporte interno obtenido por Los Angeles Times, dinero y una nota indicando el robo se encontró en la ropa de Jones.

Una mujer llamada Courtyana Franklin le dijo al periódico, sin embargo, que ella fue testigo del tiroteo a través de un espejo de lado de su auto e insistió en que Jones estaba corriendo en dirección opuesta de los agentes cuando le dispararon, no yendo hacia ellos.

Marcus Vaughn, el esposo de Jones que estuvo presente en la reunión de la Comisión el martes, le dijo al panel en un emotivo despliegue que “Ustedes me la robaron”.

Para los manifestantes, este fue otro tiroteo que involucra policías y una víctima afroamericana que ocurre en circunstancias cuestionables.

“Este no es un tema de negros. Este es un tema de humanos. Se están perdiendo vidas y debemos pedir un cambio”, dijo Jared Jones, de 22 años y quien vive en el Sur Centro de Los Angeles, y quien al igual que Smith, no se siente seguro cuando tiene a policías a su alrededor.

“Cuando hay policías a mi alrededor, todo tiene que estar a la vista para evitar problemas”, dijo Jones, antes de pedir el despido del jefe Beck.

“El no puede seguir permitiendo que ocurran estos asesinatos. Necesitamos alguien de afuera que los haga responsables”, dijo sobre el LAPD.

Para Smith, el cambio podría ser una policía “dirigida por la comunidad”, donde la comunidad esté a cargo de la contratación y el entrenamiento de los agentes.

Su teoría es que la mayoría de policías vienen de zonas con diferentes puntos de vista sobre las minorías y que no las entienden, a pesar de patrullar en áreas donde estas minorías son la mayoría.

“¿Por qué no estamos patrullando nuestras comunidades?”, cuestionó.

Tensión entre la policía y la comunidad afroamericana

La tensión entre la policía y la comunidad afroamericana ha estado más fuerte que nunca luego de dos tiroteos ocurridos en las últimas semanas — el de Alton Sterling en Baton Rouge, Louisiana y Philando Castile en Falcon Heights, Minnesota.

Las tensiones escalaron la semana pasada cuando un hombre atacó y mató a cinco agentes de la Policía de Dallas durante una protesta.

Matt Johnson, Presidente de la Comisión de Policía de Los Angeles, pidió una “discusión significativa” con la comunidad.

“Ya sea que estemos hablando sobre Baton Rouge, Falcon Heights, Dallas o aquí en Los Angeles, las acciones de unos pocos han causado tanto dolor y enojo en comunidades a través de Estados Unidos”, dijo Johnson. “Mi esperanza es que se puede tener un dialogo significativo con todas nuestras comunidades para que podamos continuar mejorando la relación entre nuestros agentes de policía y nuestros residentes”.

Reunión en la Casa Blanca

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, el jefe de la Policía de Los Ángeles, Charlie Beck, se reunieron con el presidente Barack Obama en Washington el miércoles, justo un día después de que la comisión policial fallara que los agentes actuaron dentro del protocolo cuando acabaron con la vida de una supuesta ladrona afroamericana en 2015.

“La Casa Blanca trabajó para formar un Task Force on 21st Century Policing (Equipo Especial Policial para el Siglo 21) que refleje una diversidad de perspectivas”, dijo John Earnest, Secretario de Prensa de la Casa Blanca. “Ese equipo especial generó un reporte específico de buenas prácticas que muchas agencias del orden a través del país han tratado de implementar. No todos lo han hecho. Y es la opinión del presidente que se debe renovar el esfuerzo para la implementación de estas prácticas”.