Foto Cortesia de Providence Tarzana

Grupo de empleados con regalos.

Las cajas son coloridas y alegres y llevan ropa, los juguetes y otros obsequios.

Son para familias – niños, adolescentes y padres – que pueden estar atravesando un mal tiempo. Mientras que muchos se apresuran a los centros comerciales tratando de comprar regalos para sus seres queridos, la verdad es que muchos en nuestras comunidades están apenas subsistiendo.

Ahí es donde entra el Providence Tarzana Medical Center. El hospital que ha estado operando en el oeste del Valle de San Fernando desde 1973 y actualmente tiene 249 camas no sólo se encarga de atender los Dolores y enfermedades para todos los que llegan a su puerta, pero cada año en las últimas dos décadas, reúne a organizaciones y generosos donantes para alegrar la Navidad para los necesitados.

Las enfermeras que te sacan sangre y se cercioran de que usted tome la cantidad correcta de medicinas, los doctores que alargan la vida de pacientes, los técnicos que vean el interior de sus cuerpos a través de máquinas de todo tipo para encontrar aquello que le aqueja – todos se convierten en Santa Claus cada año.

Ellos abren sus carteras y corazones y dan, adoptando familias enteras de la cercana escuela secundaria Reseda. No saben los nombres ni dónde viven las personas a las que regalan obsequios. La única información que tienen de ellos es la edad de los niños y los padres, y obviamente sus listas de deseos.

Este año no es diferente.

Los empleados del Centro Médico Providence Tarzana y la Escuela Secundaria Reseda se asociaron este año para proveer los regalos y cubrir las necesidades para familias necesitadas en la escuela, muchos de ellos entre la creciente población sin hogar de Los Angeles. La semana pasada, los empleados de varios departamentos del hospital adoptaron 14 familias (incluyendo mamás, padres y hermanos) y seis personas de la tercera edad de ONEGeneration almacenaron una sala con regalos para recoger. Más de 18 departamentos del hospital participaron – con más de 150 empleados, que dedicaron tiempo y fondos para hacer la temporada navideña más brillante para los necesitados.

“Durante esta temporada de luz y regalos, nuestros empleados en Providence Tarzana han continuado respondiendo con gran generosidad a las necesidades de aquellos que son vulnerables y que viven en nuestra comunidad”, dijo Dale Surowitz, Director Ejecutivo del Centro Médico Providence Tarzana. “Estamos orgullosos de nuestra historia de trabajar con la escuela secundaria Reseda por más de 20 años, para llevar regalos y cubrir las necesidades a las familias y estamos entusiasmados de expandir este programa para incluir One Generation”.

One Generation es un centro para personas mayores localizado en Reseda.

Programa “Adopta una Persona Mayor”

En efecto. Este año no son sólo los niños y los padres los que están recibiendo regalos.

Mientras que la mayoría de las organizaciones se centran en dar juguetes a los niños en esta época del año, el hospital está expandiendo su donación de regalos a niños “mayores”.

Por primera vez están adoptando también dos personas  mayores. El programa funciona de la misma manera que el de las familias. El nombre del beneficiado es anónimo y todo lo que los donantes saben es que puede ser un hombre de 70 años de edad o una mujer de más de 80.

Los obsequios incluyen un suéter bonito y caliente o zapatos para diabéticos, o lo que hayan incluido en su lista de deseos.

La idea es que las personas mayores también tienen necesidades que deben ser satisfechas en esta época.

Bendiciones y regalos

Pero los regalos no sólo llevan objetos materiales, sino también los mejores deseos y bendiciones de los que los dan.

Representantes de la secundaria, incluyendo a Sheri Wiley, cuya madre ayudó a desarrollar el programa de ayuda para las familias de estudiantes, asistieron a una bendición de los regalos la semana pasada y ayudaron a empacarlos en camiones para ser entregados a las familias y personas mayores necesitadas. Durante la ceremonia, el Director de la Misión, Shawn Kiley, bendijo los regalos y ofreció una oración de acción de gracias a todos los que abrieron sus carteras y corazones para participar en este programa. Él levantó en oración a las familias que recibirán estos dones, como parte la misión del hospital que va más allá de las paredes del hospital y a la comunidad que sirven.

“Este evento celebra nuestros esfuerzos para vivir en un verdadero espíritu de la Madre Joseph, una de nuestros fundadores, quien dijo que ‘todo lo que se refiere a los pobres es siempre nuestro asunto’”, dijo Shawn T. Kiley, Director de Liderazgo de la Misión en el Centro Médico Providence Tarzana. “Trabajar con One Generation y la Secundaria Reseda somos capaces de ayudar a satisfacer las necesidades y hacer que la Navidad sea más brillante para las familias y personas mayores en nuestra comunidad.”

Al final, la idea es que todo el mundo, no importa cuán joven o viejo, tenga algo bajo el árbol de Navidad.