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NUEVA YORK (AP) — Brayan Jiménez, el ex presidente de la Federación Nacional de Fútbol de Guatemala, fue sentenciado el martes al tiempo servido y recibió una multa de 350,000 dólares tras declararse culpable por su participación en el escándalo de corrupción que fue destapado por fiscales estadounidenses.

La jueza Judge Pamela K. Chen anunció la sentencia el martes durante una audiencia en la Corte del Distrito Este en Brooklyn.

Chen dijo que los parámetros federales contemplan una sentencia de entre 41 y 51 meses, pero que la cooperación y remordimiento de Jiménez mitigaron la situación.

La juez también resaltó que Jiménez estuvo detenido durante 50 días y pasó entre cuatro y cinco meses bajo arresto domiciliario.

Jiménez queda ahora sujeto a dos años de libertad vigilada. Ya había hecho un pago de 100.000 dólares y dijo que planea irse de Estados Unidos y regresar a Guatemala dentro de 30 días.

Jiménez presidió la federación guatemalteca entre diciembre de 2009 y mayo de 2015.

El dirigente declaró ante la corte que no había excusas ni nada que justificara sus acciones. Agregó que su proceder dañó la imagen del mundo del fútbol.

Jiménez añadió que en el momento del delito era una persona con un viejo problema de alcoholismo. Mencionó que lleva tres años sobrios. Su esposa y tres hijos estaban presentes en la primera fila.

Jiménez fue acusado en noviembre de 2015 de ser parte de la segunda tanda de acusaciones formales dentro de la investigación lanzada por el Departamento de Justicia sobre la corrupción en el fútbol. Se declaró culpable en julio de 2016 de un cargo de asociación delictuosa para extorsionar y un cargo de asociación delictuosa para cometer fraude electrónico.

Jiménez dijo que hizo los arreglos para conseguir sobornos por cientos de miles de dólares para él y otro directivo de la federación durante las negociaciones con la compañía Media World, con sede Miami y después conocida como Imagina US.

Afirmó que Media World transfirió el dinero electrónicamente de Estados Unidos a cuentas de terceros en Guatemala, y él recibió su parte.

Jiménez dijo que los pagos fueron a cambio de los derechos para la difusión de los partidos de las eliminatorias que Guatemala disputaría de local con vistas a los mundiales de 2018 y 2022.

El directivo afrontaba hasta 20 años de cárcel. Cuando solicitó declararse culpable, aceptó una sentencia que incluía la confiscación de 350.000 dólares.

“Éste es un delito o delitos de carácter grave”, declaró Chen, quien aseguró que Jiménez se había quedado con un soborno extra de 200.000 dólares que mantuvo en secreto a sus cómplices.