Jim Davis, residente de Sylmar y quien aparece en esta foto en una edición pasada de la Maratón de Los Ángeles, dijo que terminó la competencia del 2019 luchando contra la deshidratación. 

Fue un día espectacular para una maratón. Mucho sol, pero no demasiado calor. Una gran audiencia a lo largo de la ruta de 26.2 millas junto con bandas y celebridades para animar y motivar a los participantes de la carrera.

Casi 25,000 personas – incluyendo el residente de Sylmar, Jim Davis, un corredor que ha aparecido en cada una de estas pruebas desde que el evento comenzó en 1986 – pasaron el domingo 25 de Marzo yendo desde el Estadio de los Dodgers al muelle de Santa Monica a pie o en silla de ruedas.

Y fue un gran resultado para los 16 estudiantes de la secundaria San Fernando quienes, como parte del programa Student Run LA, participaron en la edición 34a de la Maratón de Los Ángeles Skechers Performance. Lo mejor de todo fue que cada estudiante terminó en el tiempo límite para obtener una medalla de participación, la cual mostraron orgullosos en la escuela el lunes 25 de Marzo.

Pero como dijeron varios estudiantes, un día y un evento bello no siempre significa una bella carrera.

Un maratón es, como sugiere su nombre, una prueba de resistencia y perseverancia. Hasta la persona con mejor forma y condición puede experimentar dolor, o enfrentar otra situación que lo haga detenerse y abandonar la carrera.

Pero ninguno de los estudiantes se rindieron. Trabajaron duro para obtener esas medallas. Aunque a veces las situaciones no eran las óptimas.

David Montes, de 14 años, estaba compitiendo por segunda ocasión. Había entrenado fuerte, estaba en buena forma y buscaba terminar en un tiempo de entre cuatro a cuatro horas y media.

Pero se interpuso el destino.

“Estaba en la milla 8 y las cosas iban bien. Pero entonces sentí un hueso en mi rodilla…pensé que había escuchado un crujido y me empezó a doler mucho”, dijo Montes. “Corrí hasta la milla 13 y no pudo correr más. Quería darme por vencido. Pero entonces vi  (a mis amigos) pasar, y me recordaron que esto era para lo que me había preparado. También llamé (a uno de los entrenadores del equipo) y me dijeron que intentara terminar. Pero terminé caminando el resto del camino”.

Montes no fue el único que experimento trauma físico. Natalie Vargas, de 18 años, también empezó a experimentar dolor en la milla ocho.

“Empecé a sentir este extraño dolor en mi rodilla” que no había ocurrido durante las horas de entrenamiento, dijo Vargas. “Desde la milla 8 hasta que terminé sentí ese dolor. No sé de dónde salió. Aparte de eso me sentí bien”.

Y luego estaba Jasmine Harr, quien estaba compitiendo en la carrera por primera vez.

“Hasta la milla 4 fue un poco difícil porque estaba acostumbrándome al ritmo de la carrera”, dijo Harr, de 17 años. “Luego hasta la milla 19 no tuve problemas. En la milla 20 casi me doy por vencida; topé con la pared”.

Siguió adelante. Para la milla 24, dijo Harr, pasó otro competidor y se puso a su lado hasta llegar a la meta.

“Fue todo lo que pensé que sería y más”, dijo Harr sobre la maratón. “Y creo que cruzar la meta me record porque quería hacerlo. Cada onza de dolor valió la pena. Lo haría de nuevo. Volveré para hacer una segunda maratón”.

Elideth Presuel, de 18 años, fue otra estudiante que competía por primera vez. Aunque describió la experiencia en términos maravillosos – “Realmente me gusto. Todo el mundo me apoyó; te motivaban y te hacían sentir bien. Honestamente hice mejor de lo que pensé”—admitió que para la milla 18, “solo quería terminar y por eso seguí corriendo. Me dolía, pero no tan mal”.

“Aprendes mucho sobre tú misma en esas 26 millas”, agregó Presuel.

Estefani Navarro quizá tuvo una de las mejores experiencias de estos alumnos. Lo único que no logró fue cumplir con la meta de tiempo que se había puesto.

“Mi objetivo era hacerlo entre 4:30 y 4:59. Quería estar abajo de las cinco horas”, dijo Navarro, de 16 años. “Terminé con 5:09, que no fue tan mal. Fue divertido.

“Había mucha gente allá afuera que me motivó, especialmente ver los carteles. Algunos eran divertidos – ‘Toca aquí para agarrar poder’”.

Fue un día para recordar, dijo. Y quizá descubrieron algo sobre ellos mismos.

“La maratón no es sobre cuán rápido terminas”, dijo Montes. “La maratón tiene que ver con terminar, cómo competiste y si no te diste por vencido. El punto es terminar”.