Chavez Learning Academies y la secundaria chárter El Camino Real han ascendido a los dos puestos más altos en el softball de la City Section de Los Ángeles en 2019, tanto como supervivientes y oportunistas.
A primera vista no parece haber mucho que una a estas dos escuelas más allá de su ávida búsqueda de proveer educación de calidad y sus equipos ganadores de títulos – Chavez, que derrotó a la secundaria Roosevelt por 3-0 en Los Ángeles en el partido por la División I, y El Camino Real que apabulló 9-0 a la secundaria chárter Granada Hills en la División Open, ambos partidos jugados el 18 de Mayo. ECR ha sido parte de la realeza del softball por mucho tiempo, luego de haber conseguido 16 campeonatos desde que el deporte empezó a jugarse en la Ciudad en 1974. Chavez no ha existido por 16 años; sus cuatro escuelas no abrieron hasta el 2011.
Pero un poco de investigación revela, si no similitudes, una simetría interesante.
Ambos son liderados por entrenadores cuyos apellidos empiezan con la letra “B” – Jodi Borenstein en El Camino Real y Stephanie Boshae en Chavez. Ambos se conviertieron en entrenadores jefes en sus respectivas escuelas en 2015, y ambos ganaron campeonatos de la Ciudad en 2016. Chavez estaba entonces en la División II, y la División I era el máximo título que podían disputar los Conquistadors.
Y aquí estaban tres años más tarde, campeones otra vez en el mismo año, y una vez más separadas por un nivel de la escalera de los playoffs. Incluso sus registros son comparables: Chavez tiene marca de 23-13 y ECR 21-9. Son records buenos, aunque no dominantes.
Borenstein y Boshae no se conocen o han competido en contra. Pero también comparten una visión similar de cómo ganar.
“Quiero chicas que van a trabajar duro y hacer lo que se les pida”, dijo Borenstein. “Un atleta disciplinado y alguien que va a trabajar fuerte. Quiero decir, nuestro equipo tuvo promedio de bateo de .296. No es como si tuviéramos estos números que son ‘¡Dios mío!’, por los cielos. A veces necesitas chicas que tienen el hit grande cuando lo necesitas, o que hacen bunt cuando les pides que lo hagan. Que se sacrifiquen por el equipo – ese es el tipo de chica que quiero”.
En cuanto a Boshae, ella busca “alguien que esté dispuesta a hacer lo que sea por el equipo. Alguien que es una competidora. Y alguien que quiere mejorar, que tiene hambre para ser mejor. Que parece ser, año tras año, aquel que quiere hacer el mayor progreso – esos tipos de jugadoras”.
Boshae no sabía exactamente cómo quería que su equipo, posicionado en la cuarta casilla, jugara contra Roosevelt, que entró en el séptimo escaño. No pudo hacer mucha investigación u obtener mucha información de las estadísticas en maxpreps.com, ya que las Rough Riders no subieron estas.
“Al venir aquí, todo lo que sabía era que debíamos mantenernos disciplinadas en el plato, y jugar fuerte como hemos venido jugando – el resto se ocuparía de sí mismo”, dijo ella. “Lo hicimos, ejecutamos, pusimos la pelota en juego. Y jugamos una defensa férrea”.
Las Eagles quedaron limpias en la cancha – no cometieron errores – y la lanzadora inicial Arianna Martínez estuvo en control en el montículo, ponchando a siete y apenas permitiendo cuatro singles de Roosevelt en siete entradas.
“Ella ha estado en apogeo en los últimos partidos”, dijo Boshae sobre Martínez. “Se ha estado poniendo adelante en el conteo, pegándole a sus espacios, poniendo los lanzamientos. Y eso es todo lo que le pedimos hacer”.
“Después que obtuvimos la primera carrera, todo empezó a encajar”, dijo Martínez. “Los nervios se habían disipado; era como ‘vamos a hacerlo’”.
La ofensiva estuvo dirigida por la tercera base Paola Rodríguez, una novata. Ella empujó la única carrera que Martínez necesitó con un single en el primer inning. Y Rodríguez expandió la ventaja de Chavez con un home run de dos carreras en la tercera entrada. Todo se volvió en contra de la lanzadora inicial de Roosevelt, Samantha Islas.
“Dios, solo estaba en el momento”, dijo Rodríguez. “Este es el mejor sentimiento en el mundo, saber que contribuí a marcar carreras y ayudar a mi equipo a ganar el campeonato de la División I. Estoy llorando; este es el mejor sentimiento del mundo”.
Estas Eagles tienen dos estudiantes de último año que se graduarán, y 12 de sus jugadoras podrán regresar. Los que ven de afuera quizá crean que lograron de más. Pero si se mantienen juntas, este podría ser un grupo formidable para otras dos o tres temporadas.
“Todos entendimos cuál era el trabajo duro que necesitábamos para llegar a este punto”, dijo Rodríguez. “Lo entendimos, lo procesamos, y nos dijimos a nosotras mismas que necesitamos ir a CIF y ganar estos anillos”.
Agregó Martínez, “Creo que definitivamente podemos traer más jugadoras a nuestra escuela, crear un mejor programa y un nombre más grande para nuestra escuela”.
Suena como si las Eagles todavía tienen hambre. Justo como le gusta a Boshae.
ECR, posicionada en la sexta casilla, había derrotado a Granada Hills dos veces en juegos de la Liga West Valley esta temporada, por marcadores de 13-1 y 7-1. Pero el hecho de que las Highlanders, que entraron en la casilla ocho, habían derrotado al ocupante de la primer escaño, San Fernando, y al cuarto posicionado, Kennedy, en los playoffs de la División Open, y a domicilio, no garantizaba que las Conquistadors llegaran a una tercera final consecutiva en contra de sus rivales.
Excepto por una cosa: El Camino Real tenía a las dos mejores jugadores en la cancha – la lanzadora Jillian Kelly y la jardinera Jordyn Vanhook.
En cualquier día, Kelly habría sido la estrella. Ella restringió a las Highlanders a un solo hit – un single en la quita entrada – y caminó a una sola jugadora mientras ponchaba a seis lanzando un juego completo que fue sumamente eficiente.
“Otros equipos le quitan atención en nuestra liga porque no lanza 65”, dijo Borenstein sobre Kelly. “Pero coloca bien la pelota. Nunca piensas cuando la ves ‘ ella es la pitcher’.Pero sale, lo hace, y nos mantiene en los partidos. Marcamos algunas carreras para ella. Pero si marcas un par, eso será suficiente para ella”.
“Todo el partido tenía el mismo pensamiento – siempre iba a ser un partido 0-0, no importaba cuál era el marcador”, dijo Kelly. “Solo sabía que teníamos que salir y jugar nuestro partido”.
Nadie jugó como Vanhook. La jardinera central tuvo cuatro de los 11 hits de las Conquistadors, y los últimos tres fueron home runs. Un home run de dos carreras por parte de Vanhook al centro izquierdo en la tercera entrada puso a ECR en el tablero. Vanhook siguió eso con otro home run de dos carrera en la cuarta entrada.
Cuanto bateó en la quinta entrada, las Conquistadors tenían dos jugadoras en base con un solo out. Granada Hills había traído a la lanzadora Kit Zenga, y la ventaja no era tan grande que las Highlanders no podían alcanzar a ECR, y decidieron lanzar en contra de Vanhook.
Fue un error. Vanhook le pegó tan fuerte que la pelota chocó con el tablero de Dominguez Hills, a unos 315 pies desde el plato.
“Nuestra entrenadora asistente fue entrenadora en Granada Hills hace algunos años”, dijo Vanhook después. “Ella nos dijo ‘ ellas probablemente te lancen aquí’. Yo estaba siendo paciente. Y cuando recibes el lanzamiento, eso es lo que puede pasar”.
Borenstein no podía hacer más que maravillarse con su jugadora, quien se dirige a la Universidad Arizona State.
“Esa chica…la he tenido por cuatro años”, dijo Borenstein. “El crecimiento que le he visto en cuatro años es algo que nunca he visto en una jugadora. Ella continuó mejorando, creció como persona, como compañera de equipo, como estudiante en el salón de clase. Y apenas está madurando como jugadora de softball. Solo de ver lo lejos que ha llegado, y saber que va a jugar en un equipo de softball (de la División) Pac-12, estoy muy feliz por ella.
“Ir y pegar 4-por-4 con tres home runs es probablemente el mejor desempeño en una final de la Ciudad. Jugué para Chatsworth, entrené en El Camino. He visto mucho softball de la sección. Y tenemos a un señor aquí, Bobby Fisher. El ha estado viendo softball de la ciudad desde los años 70s. Le pregunté si podía recordar haber visto algo como esto, y dijo ‘nunca’”.
Al igual que Chavez, El Camino Real es muy joven con solo dos jugadoras que se graduarán. También podrían seguir siendo una fuerza por las próximas 2-3 temporadas.