Más de seis semanas después de que se le ordenara a Cruz Florian Godoy desalojar el improvisado parque de vehículos recreativos en su propiedad residencial en Sylmar – y limpiar las condiciones pútridas que creó – ella regresó a la corte en Van Nuys para un informe de progreso el 7 de septiembre, cuando un abogado de la Ciudad de Los Ángeles dijo al juez que 18 vehículos recreativos permanecen en el sitio, sólo cinco menos de lo reportado a finales de julio.
Durante la primera audiencia el 26 de julio, Godoy fue multada, acusada de dos delitos menores, se le ordenó desalojar a todos los inquilinos y se le dieron 45 días para retirar todas los vehículos recreativos y limpiar la propiedad. A pesar de la falta de progreso, a Godoy se le dieron 90 días más para completar la limpieza ordenada. Ella está programada para regresar a la corte de Van Nuys para otra audiencia el 7 de diciembre, y el abogado de la Ciudad dijo a la juez Alicia Blanco que esperan que todos los vehículos recreativos finalmente se han ido en esa fecha.
Nancy Román Caino, que vive justo enfrente de la propiedad de Godoy, dijo que está consternada por el tiempo adicional que recibió para terminar de limpiar y enojada por la falta de verdaderas repercusiones para una mujer que describe como una “amenaza impenitente” para todo su vecindario.
“Es una broma: llevamos mucho tiempo luchando para que se haga justicia sobre esta situación y todavía estamos sufriendo”, dijo al San Fernando Valley Sun/el Sol. Caino y otros vecinos se habían quejado durante casi cuatro años ante las autoridades locales y la concejal de la ciudad de Los Ángeles, Mónica Rodríguez, sobre los problemas derivados de las abarrotadas vehículos recreativos que Godoy alquilaba en su propiedad.
Y los nauseabundos olores desagradables que acompañaban a las malas tuberías todavía persisten hasta el día de hoy, especialmente por las tardes y noches, según Caino, quien asistió a la Audiencia del 7 de septiembre.
“Los olores siguen siendo insoportables y siempre aumentan por la noche. Los que vivimos más cerca seguimos respirando todo ese aire contaminado todos los días”, dijo, y agregó que ella y varios otros vecinos han experimentado problemas intestinales similares. “Todos tenemos síntomas similares”.
Aunque la mayoría de los inquilinos se fueron a finales de julio, Caino y su vecino Héctor Rivera dicen que sospechan que algunos nuevos inquilinos pueden estar viviendo en el local, porque escuchan ruidos día y noche, ven gente yendo y viniendo a todas horas y ocasionalmente escuchan generadores funcionando.
Rivera, que vive a menos de dos cuadras de la propiedad de Hubbard Street, compartió relatos similares con el San Fernando Valley Sun/el Sol, que no entiende por qué el juez parece ser tan indulgente con Godoy a pesar de no cumplir con los requisitos exigidos.
“Aún se puede oler el hedor en ciertos días, especialmente con el viento y el calor”, dijo Rivera, señalando que cree que todavía hay muchas personas viviendo en la propiedad.
“Los hemos visto, y los he visto: gente entrando y saliendo todo el tiempo, con vehículos nuevos, vehículos diferentes”, dijo. “Pero siguen dejando que se salga con la suya”.
En la audiencia del 7 de septiembre, el abogado de la ciudad dijo que Godoy dijo a los inspectores que las compañías de remolque supuestamente se habían negado a retirar los vehículos recreativos restantes porque Godoy dijo que ella no es la propietaria registrada de los vehículos, pero afirma que un comprador potencial puede comprar hasta cinco de los vehículos recreativos.
Después de la audiencia, Godoy admitió ante los periodistas fuera del juzgado que “no ha vendido nada” todavía y que la limpieza de su propiedad ordenada por el tribunal avanzaba lentamente.
“No puede ser así: estamos enojados y frustrados”, dijo Caino. “¿Por qué el juez es tan benevolente con ella? No puedo entender. No han hecho nada, nada, nada, nada”.