Uno lo conoció cuando apenas iniciaba el Mariachi Los Camperos, y el otro mucho más tarde, cuando ya eran un grupo establecido. Pero cada uno recuerda a Nati Cano, el recién fallecido fundador del afamado grupo, como justo, humilde y un verdadero profesional que transformó la imagen del Mariachi a la de un músico que no sólo se presenta en bares y cantinas.
Cano falleció el pasado Viernes 3 de Octubre luego de una larga batalla con el cáncer de colon. Tenía 81 años.
Un Jefe Justo
“Nati era muy derecho con todos”, dijo Pablo López, uno de los ocho miembros originales del Mariachi Los Camperos, quien conoció a Cano desde finales de los años 50.
En ese entonces, López tocaba en el Mariachi Popular de Jalisco y Cano en el Mariachi Chapala. Ambos grupos eran muy conocidos en Mexicali, Baja California, México. Años más tarde, ambos cruzaron la frontera y llegaron a Los Angeles para continuar su carrera musical.
“El trabajaba en el restaurant/cantina Granada sobre la Broadway, cerca de Chinatown”, recordó López, de 80 años, quien entonces tocaba con su grupo en otro lugar.
Luego, a principios de los años 60, Cano decidió iniciar su propio grupo y empezó a buscar músicos.
“Se andaba organizando, andaban buscando elementos, entraba uno y salía otro”, dijo López.
El tocaba el violín y se unió a Cano sin dudar.
Tocarían juntos por los próximos 40 años.
“Fue buen patrón”, dijo López acerca de Cano. “Anduvimos por todo California, andábamos en San Francisco, Bakersfield, Las Vegas, muchas veces tocamos allá. Anduvimos en las buenas y las malas”, agregó. “Sufrimos para organizarnos y lo que sí sé es que fue un gran patrón”.
“Lo apoyábamos todos”, dijo de las decisiones que tomaba Cano, y acotó, “nunca nos faltó trabajo”.
Trabajo que los llevaba por varios meses a diferentes ciudades, incluyendo rachas de hasta tres meses en Hawaii.
“El era el maestro de nosotros y nos llevó por el buen camino. Nadie tiene que decir nada de lo que fuimos con Los Camperos. Al contrario, hay que agradecerlo”, dijo López.
Durante su trayectoria, Cano y Los Camperos tocaron con sinfín de cantantes y estrellas, incluyendo la memorable actriz Maria Félix en el Teatro Million Dollar del Centro de Los Angeles, una noche memorable ya que a Félix no le gustaba mucho cantar.
Y a pesar de todos los reconocimientos y fama, “nunca se le subió”, dijo López de Cano.
“Puras vaciladas, sanas, bonitas. Convivíamos muy agusto”.
Y recordó que Cano estuvo a su lado hace dos años cuando López perdió a su esposa. El Mariachi Los Camperos hasta tocaron en el funeral.
” Conmigo se portó muy bien. No me puedo quejar”, dijo.
“El Jefe”
Para Jesús “Chuy” Guzmán, un miembro de Los Camperos desde 1988, Cano fue más que su jefe.
“Fue para mí mi mentor, mi mejor amigo, lo veía como mi padre”, dijo Guzmán. “Caminamos juntos y me enseñó a mí y a muchos otros tanto. El Sr. Cano siempre seguirá siendo el ‘Chief’ (Jefe)”.
“Fue la mejor persona que yo he conocido en mi vida”, agregó Guzmán. ” Reímos, lloramos, paseamos y todo fuimos. Es una gran perdida, no sólo para mi, para todo el mundo”.
“Su guía de él fue el respeto, corazón, dignidad, que tiene uno que tener dignidad para lo que uno representa. Dejó una gran escuela, una gran institución en lo que es el Mariachi Los Camperos y en el mundo entero todos lo vemos con mucho respeto”, añadió.
Ese amor por la música, y en especial la música del mariachi, fue algo que Cano pasó no sólo a Guzmán sino a varias generaciones de jóvenes músicos a través del Programa de Aprendices de Mariachi de San Fernando. Miembros de Los Camperos enseñan y hacen presentaciones con estudiantes de escuelas intermedias y secundarias del noreste del Valle de San Fernando, actuando bajo el nombre de Mariachi Tesoro de San Fernando.
El programa ha ganado un sinnúmero de premios y honores, incluyendo un reconocimiento en la Casa Blanca, donde tocaron ante la Primera Dama Michelle Obama y en el Centro Kennedy de Washington D.C.
Pero Guzmán dijo que Cano no soló enseñaba el amor por la música a esos jóvenes, sino también la importancia de la educación.
“La batalla de él era ‘tienes que ir a la escuela, tienes que ir a educarte, a recibirte de la universidad’, eso era lo que él decía, ‘la música de Mariachi es lo mas bonito, pero edúcate, porque el mañana ya está aquí y tienes que estar preparado para cuando se necesite'”, recordó Guzmán.
Durante los más de 50 años que Cano dirigió el Mariachi Los Camperos, él cambió la imagen de estos músicos.
“Teníamos el prototipo de mariachi de cantina que nomás cantábamos rancheras para los borrachos. Él nunca estuvo de acuerdo con eso. Él levantó el nivel del mariachi, lo puso en las grandes carpas, en los grandes teatros de Estados Unidos y de México y diferentes partes del mundo”, dijo Guzmán.
Cano dejó un legado importante que ahora le toca continuar a Guzmán, escogido por él mismo como director del Mariachi Los Camperos.
“Los Camperos siguen, yo soy el director y me voy hacer cargo del Mariachi Los Camperos, por palabra de él, él lo eligió, ya hay papeles legales”, explicó Guzmán. “Él ya presentía su salida, y yo tuve una junta con él para ver eso. Él me dijo, ‘no quiero dejarte un problema'”, agregó.
Cano fue diagnosticado con cáncer de colon en 2008, cuando los doctores le dieron sólo de dos a seis meses de vida. Vivió por los próximos seis años.
Una persona positiva y fuerte hasta el final, siguió presentándose con Los Camperos hasta muy recientemente. Ya no tocaba en el grupo, pero los presentaba y viajaba con ellos, incluso este año cuando se presentaron en Guadalajara, México.
“El amor por Los Camperos y sus dos hijas, Natalia y Alejandra fue lo que lo mantuvo vivo”, dijo Guzmán.