SAN SALVADOR, El Salvador (AP) — Un pastor evangélico que la Fiscalía General de la República vincula con las estructuras criminales de las pandillas fue apresado el martes y será procesado por pertenecer a organizaciones terroristas.

La Unidad de Vida de la Fiscalía informó que ordenó la captura del pastor evangélico Pedro Antonio Jiménez De León y 28 presuntos pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13), quienes operaban en el centro histórico de la capital salvadoreña. Aparentando “ser pastores evangélicos realizaban cultos en cada cuadra con la finalidad de recoger la renta simulando una ofrenda” de los comerciantes de la zona, dijo la fiscalía.

Un fallo reciente de la Corte Suprema de Justicia afirma que las pandillas y quienes las apoyan y financian son terroristas y los tribunales de justicia podrán imponer a los pandilleros penas severas de hasta 60 años de cárcel. Por eso, los capturados serán procesados por pertenecer a organizaciones terroristas y extorsión.

Según la fiscalía, esta estructura de pandilleros tenías sus propios vigilantes de seguridad privada con la finalidad de mantener el control de los comerciantes y dar falsa información a la policía cuando ocurren homicidios, y además han estado utilizando la cobertura de supuestos rescatistas para movilizarse libremente por la zona y mantener vigilancia sobre la presencia policial y pandilleros contrarios.

Unidades de la Policía allanaron la vivienda del pastor donde dicen haber encontrados dos armas de fuego, que se presume eran de las pandillas. Se investigará si han sido utilizadas para cometer delitos.

En el centro histórico de la capital operan las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, dos de los grupos criminales más temidos en el país, que se han dividido el territorio para extorsionar los comerciantes de la zona y nadie puede trabajar en el lugar sin el permiso de ellos.

En algunos delitos contemplados en la Ley Especial Contra Actos de Terrorismo, se podría aumentar hasta en una tercera parte del máximo señalado.

El arresto llega el mismo día en que la Fiscalía General de la República que logró que los tribunales de justicia condenaran a 15 años prisión por el delito de extorsión a uno de los cabecillas que promovieron la tregua entre pandillas.

La Unidad de Patrimonio Privado de la Fiscalía del municipio de Santa Tecla, a 10 kilómetros al oeste de la capital, logró que el cabecilla de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), Danni Fredy Ramos Mejía, alías “Cisco”, y otros ocho pandilleros entre ellos tres mujeres, fueran condenados a 15 años de prisión.

El Cisco fue el pandillero que el 24 de enero de 2013 suscribió un pacto con las autoridades de Seguridad Pública y de la Alcaldía de Santa Tecla, para trabajar para que la cuidad quedara “libre de violencia”, pero nunca se comprometieron a terminar con las extorsiones.

En una entrevista con la AP al concluir el acto celebrado en la comunidad San José del Pino, el cabecilla de la Mara Salvatrucha reafirmó un compromiso para trabajar para llevar la paz a Santa Tecla, pero fue enfático al afirmar que “no tenemos ningún acuerdo en cuanto a las extorsiones y la renta”.

El cabecilla de las pandillas que era el vocero del programa Libertad de la Mara Salvatrucha y presidente de la Asociación de Desarrollo Comunitario (ADESCO) de la comunidad San José del Pino, también participó como modelo en spot de televisión que promovía los esfuerzos de pacificación, que en su momento contó con el apoyo del gobierno del presidente Mauricio Funes (2009-2014).

En marzo de 2012, los jefes de las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 acordaron una tregua, en momentos en que se registraban al menos 14 muertes violentas al día. Los homicidios bajaron a cinco por día.

Pero a finales de 2013, las pandillas intensificaron sus ataques contras las fuerzas de seguridad y grupos rivales, y según cifras oficiales del estatal Instituto de Medicina Legal, en los primeros nueve meses de 2015 se han registrado 4,942 asesinatos, 2,063 más que en el mismo periodo de 2014 cuando contabilizaron 2,879. Agosto cerró con un promedio de 30 homicidios al día y en septiembre el promedio fue de 23.

Las pandillas, involucradas en el narcotráfico y el crimen organizado, extorsionan y cobran renta a comerciantes y empresarios del transporte. Las pandillas asesinan a los que se niegan a pagar, pero la mayoría no denuncian las extorsiones por temor a represalias.