El crimen, que había tenido una tendencia a la baja en Los Angeles por más de una década, registró un aumento considerable este año. El Valle de San Fernando no estuvo inmune a esta alza delictiva. Excepto por la División West Valley, todas las demás divisiones del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD) en esta área de la ciudad reportaron una subida en sus cifras de crímenes.

Hasta el 5 de Diciembre (las últimas cifras reportadas por el LAPD), el crimen en toda la ciudad había subido un 20% en general, comparado con el mismo periodo en 2014. Se habían reportado 266 homicidios este año, mientras que en 2014 hubo 237; las violaciones subieron de 1,418 en 2014 a 1,522 este año; los robos también vieron un aumento a 8,335, comprado con 7,353 registrados el año anterior y los ataques agravados vieron una de las mayores alzas con 12,510 incidentes en 2015, comparado con 9,802 el año anterior.

En general, hubo un 16% más de víctimas de tiroteos en la ciudad y los arrestos bajaron un 9%.

“Ha sido un año difícil”, admitió el Jefe del LAPD Charlie Beck en su mensaje mensual del 8 de Diciembre. “Este es el primer año en más de una docena de años que hemos visto un incremento en el crimen”.

Junto con eso, Beck indicó que “hubo eventos a través de la nación que causaron una crisis de confianza en los departamentos de policía y el LAPD ha tenido que responder a esas dos cosas”.

El Valle de San Fernando también se vio afectado por un alza en el crimen.    

Todas las Divisiones del LAPD, excepto por la División West Valley cuyos números fueron casi iguales a los del 2014, registraron un aumento en delitos de toda índole.

Hasta el 5 de Diciembre, Foothill reportó un total de 671 crímenes violentos en 2015, comparado con 611 el año anterior (9.8% de incremento). Mission subió a 872 casos este año, al contrario de los 776 registrados en 2014 (12.4%); los crímenes violentos subieron a 824 en North Hollywood, de 609 reportados en 2014; Van Nuys también vio un alza a 769 incidentes comparado con 578 en 2014 (33%) y los números de Topanga se elevaron a 674, comparado con 509 el año anterior (32.4%).

Los mayores aumentos en todas estas divisiones tuvieron que ver con ataques agravados — es decir, incidentes donde alguien sufrió daños corporales serios.

Es una tendencia que los líderes municipales quieren revertir.

Matthew Johnson, el Presidente de la Comisión de Policía, se refirió a esto a mediados de Noviembre cuando asumió el cargo.

“Mi intención es enfocarme en dos objetivos importantes y que se pueden medir. Primero, debemos reducir la tasa criminal. La función más importante de cualquier gobierno es mantener a sus ciudadanos seguros”, dijo.

Y como lo dijo el Jefe Beck, los tiroteos policiales que han generado controversia también son una tendencia de este año, y el LAPD no ha estado inmune a esto.

Uno de esos incidentes ocurrió el 1 de Marzo cuando seis agentes del LAPD que respondían a una llamada reportando un robo en el área de Skid Row, en el centro de Los Angeles, confrontaron a un indigente que — según la Policía — intentó agarrar el arma de uno de los agentes, generando que al menos dos de ellos dispararan contra él. El hombre falleció en el lugar y el video del altercado se volvió viral.

Masivas protestas se realizaron en los días siguientes y muchos consideraron el hecho un caso de “brutalidad policial”.

El LAPD y la Ciudad enfrentan ahora una demanda de $20 millones a raíz de ese incidente.

Luego, en Julio, la Comisión de Policía determinó que las acciones de uno de los agentes del LAPD que balearon de muerte a Ezell Ford, un hombre afroamericano de 25 años con problemas mentales, no estaban bajo las reglas del Departamento, mientras que las acciones del otro agente si lo estaban.

La decisión unánime iba en contra de las recomendaciones del Jefe Charlie Beck en cuanto a la muerte de Ford, ocurrida en Agosto de 2014, que generó repudio y marchas de protestas, así como pedidos de reformas dentro del LAPD.

En su mensaje de Diciembre, Beck hizo referencia a las dificultades que estos casos representan para el Departamento.

“No solo tenemos que responder a estas críticas, sino que tenemos que hacer lo mejor para responder a estas cosas de la mejor manera posible” expresó.

CRIMEN SUBE EN TODO EL PAÍS

Los Angeles no es la única gran metrópoli en la nación que enfrenta un aumento en sus registros delictivos. Un reporte publicado el mes pasado por el Centro de Justicia Brennan, un instituto no partidario de política pública y leyes basado en Nueva York, muestra un aumento del 11% en la tasa de homicidios en 25 de las más grandes ciudades de Estados Unidos en 2015.

Además, los homicidios, crímenes violentos y de propiedad experimentaron alzas.

Sin embargo, el reporte del Centro Brennan titulado “Crimen en 2015: un Análisis Preliminar” enfatiza que la tasa de homicidios actual está en sus niveles más bajos desde que se toman registros.

“En 1990 había 29.3 asesinatos por cada 100,000 residentes en estas ciudades. En 2000, hubo 13.8 asesinatos por cada 100,000 habitantes. Ahora, hay 9.9 homicidios por cada 100,000 residentes. Al promediar esto en todas estas ciudades, encontramos que aunque los estadounidenses en áreas urbanas experimentaron más asesinatos este año que el año pasado, están más seguros de lo que estaban hace cinco años y mucho más seguros que hace 25 años”.

A nivel local, el alcalde angelino Eric Garcetti y el jefe Beck atribuyen los incrementos en la delincuencia a varios factores, incluyendo la violencia pandilleril, mayor número de indigentes y la Proposición 47, una medida aprobada en Noviembre de 2014 por los votantes de California que degradó muchos crímenes de robo y drogas de delitos serios a menores, permitiendo que muchos convictos vieran sus sentencias reducidas y fueran puestos en libertad más rápido, donde algunos de ellos han vuelto a delinquir.

El jefe Beck indicó en su mensaje de Diciembre que “el crimen violento tiene que ver con una pequeña minoría de individuos que cometen la gran mayoría de ataques”.