Esta semana se realizaron protestas en todo el país para expresar la indignación por las “condiciones inhumanas” en los centros de detención de migrantes donde se encuentran recluidos adultos y niños.
La organización de derechos de los inmigrantes, CHIRLA llevó a cabo una manifestación en el centro de la ciudad el lunes y el martes, y también grandes grupos de residentes, que viven en el Valle de San Fernando, Burbank, Pasadena, Los Angeles y en el Condado de Orange protestaron frente a las oficinas de sus representantes del Congreso. La “acción”, fue organizada por el grupo activista Move On.
Los manifestantes en el Valle de San Fernando se reunieron frente a la oficina del Congresista Tony Cárdenas sobre el Bulevar Van Nuys en Panorama City y en la oficina del Congresista Brad Sherman en Van Nuys.
Analily Morales, madre de un niño de 4 años, viajó desde la ciudad de Commerce para unirse a una de las protestas y llevó un letrero que donde se leía: “Si alguna vez te has preguntado qué harías durante la esclavitud, el holocausto o el movimiento por los derechos civiles; lo estás haciendo ahora”.
Se le unió su amiga Gina, el hijo de Gina, Jacob, y su amiga Reina, a quien conoció en las redes sociales, quienes compartían la preocupación por los que estaban detenidos. “Estoy aquí porque mi hijo me está observando, y cuando me pregunte cuando sea mayor o cuando mis nietos sean mayores, ¿qué hice en este momento, quiero poder decirles que hice algo”.
Minerva García se unió a la protesta celebrada frente a la oficina del Congresista Adam Schiff en Burbank. Llevaba un cartel desgarrador que sostenía los nombres y los rostros de los niños que han muerto bajo la custodia del gobierno de los Estados Unidos. Se hizo aún más conmovedor escuchar que fue hecho por la hija de 14 años de un amigo. “No puedo quedarme y ver cómo nuestro gobierno perpetúa el trato inhumano y usa nuestros dólares de impuestos para torturar a estos niños y familias”, dijo García.
Ella hizo eco de la preocupación compartida por otros manifestantes, incluidos miembros de las comunidades japonesas y judías de Los Ángeles, que ven poca diferencia entre los centros de detención y los campos de concentración.
García ha estado buscando acciones organizadas para cerrar los centros y detener la separación de las familias. “No quiero más muertes de inmigrantes, especialmente niños. Uno es demasiado y ahora siete que conocemos es una epidemia”.
Los manifestantes esperaban hablar con sus legisladores que, según se informa, están de vuelta en sus oficinas de distrito para las vacaciones del 4 de Julio y mientras intentaban trasladar su manifestación de la acera a las oficinas de los legisladores coreaban: “Todos los inmigrantes son bienvenidos”, “Nunca más es ahora” y cantando “This land is my land” (Esta tierra es tu tierra).
Las protestas se produjeron tras una visita de una delegación del Congreso a al menos dos instalaciones a lo largo de la frontera, lo que reafirmó las calamidades y las condiciones insalubres descritas como “inhumanas”. Denunciaron que a los migrantes sin suficiente agua se les dijo que bebieran agua de un inodoro. Una acusación que el Jefe de Operaciones de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. Brian Hastings ha dicho desde entonces que es falsa.
Los médicos a los que anteriormente se les permitían entrar en los centros de detención confirmaron que los niños están desnutridos y que las madres lactantes no están recibiendo agua adecuada para mantener a sus bebés. En semanas anteriores, el presidente Trump ordenó la reducción del tiempo de recreación para los niños e informes adicionales indican que no había jabón ni cepillos de dientes. A los niños de tan solo 7 años se les dio la responsabilidad de cuidar a los niños más pequeños. Ciudadanos privados intentaron dejar los suministros necesarios, pero fueron rechazados.
Muchos manifestantes de esta semana dijeron que estaban mirando hacia las elecciones de 2020 para crear un cambio, pero ven los centros como una emergencia nacional.
Un líder de una protesta con un megáfono animó a la gente a agitar sus brazos para representar la “ola azul que se convertirá en un “tsunami azul”.
“Siento que hemos perdido toda la humanidad, y aunque he donado, estoy apoyando a un candidato que hará una diferencia, sólo quiero llevar el reconocimiento a lo que está pasando en este momento, y creo que protestar es patriótica”, dijo Morales.
“La historia nos ha enseñado acerca de los campos de concentración y mi pregunta a mis conciudadanos es preguntar, ¿van a tener que convertirse en ‘campos de muerte’ para que usted exija que sean cerrados y traten a las personas que buscan refugio con dignidad y humanidad?”, dijo García.