Photo Cortesia de  CSUN Athletics

Pide acción-- El entrenador Reggie Theus (al centro) y el equipo de basketball masculino de CSUN tienen garantizado un inicio lento de la temporada 2014-2015 con seis jugadores suspendidos y bajo investigación.

 

Reggae Teas suena un poco animado la mañana del lunes 17 de Noviembre, luego del fin de semana de apertura de la temporada de baloncesto colegial. Tiene sentido; está de regreso en su elemento entrenando a jugadores, preparando partidos, continuando su resucitación del equipo de baloncesto masculino de la Universidad de California Northridge de la División I que disputó por última vez un torneo de la NCAA en 2009.

El equipo acaba de regresar de partidos de visita en el Torneo EA Sports Maui Invitatioinal Mainland Challenge contra oponentes de peso. El primer partido fue en San Diego contra la universidad de esa ciudad San Diego, que ha sido colocada en la casilla No. 16. Dos días después jugaron contra No. 2 Arizona en Tucson.

Ambos perdidos terminaron con derrotas de dobles dígitos para CSUN. Tanto San Diego State y Arizona esperan ser parte de March Madness (los playoffs colegiales).  El equipo de Northridge está en pleno desarrollo, a pesar de tener a cuatro jugadores titulares que regresaron.

Theus, que acaba de iniciar su segunda temporada aquí, puede pensar en llegar a los playoffs todavía porque es un pilar del positivismo público de los Matadors. Todavía hay mucho trabajo por hacer, y la construcción debe llevarse a cabo en la era moderna de las redes sociales, donde la paciencia es corta y las críticas llegan de todos lados.

“No me gusta perder. Pero cuando tienes partidos como estos debes juzgar los triunfos y las derrotas de forma diferente”, dice Theus, que se prepara para el primer partido en casa contra Montana State. (El partido tuvo lugar anoche, miércoles 19 de noviembre)

“Obviamente no eres el favorito contra estos equipos, y cuando estas diezmado, realmente vas contra la corriente. Veo el esfuerzo que pusimos: si en algún punto tienes la oportunidad de ganar, o si cortas la desventaja a menos de diez puntos. Es por lo que luchas y es importante, especialmente cuando ves cómo algunos equipos pierden por 30 o 40 puntos”.

Alrededor de la base titular de Stephan Hooks, Stephen Maxwell, Tre Hale-Edmerson, Landon Drew y Aaron Parks hay ocho jugadores de primer año en los cuales Theus pudiera basar el futuro de su programa. Dos de ellos, Zacarry Douglas y Taelin Webb, han mostrado el deseo de tener más tiempo en la cancha dado su desempeño en el fin de semana inicial.

La primera temporada de CSUN bajo el liderazgo de Theus fue de 17-18—que incluyó buenos esfuerzos en el Torneo Big West, ya que CSUN llegó al partido de campeonato y perdió apretadamente contra Cal Poly 61-59—mostró lo que los Matadors pudieran ser bajo su guía. Podría convertirse en un programa líder a nivel nacional para Northridge, que no tiene un programa de fútbol americano. Y pudiera dar un poco de brillo ante la sombra que suponen poderosos programas en el Pac-12 como son UCLA y USC.

Eso sucede a través de los triunfos. Y no solo ganar ahora, sino continuamente. Hay varios equipos exitosos de media tabla, como son Gonzaga en Washington y American University en Washington D.C. Algunos, como George Mason y Memphis, han llegado a los Ultimos Cuatro (The Final Four). Butler University, de Indiana, jugó partidos consecutivos del campeonato NCAA.

Todo el mundo recuerda los equipos que llegaron lejos, pero se olvidan del tiempo que les tomó a esas escuelas desarrollar sus programas antes de mostrarse en el escenario nacional.

Sin importar como metódicamente restaures un programa, siempre hay desafíos inesperados que aparecen. Y los Matadors enfrentaron uno grande. Antes del partido contra San Diego State se anunció que seis jugadores—cinco de primer año y una transferencia—fueron suspendidos por el Director Deportivo Brandon Martin por lo que él describió como “violaciones potenciales de reglas del equipo y políticas de la escuela”. Actualmente hay una investigación abierto sobre el tema.

Esto dejó a Cal State Northridge con 10 jugadores para los partidos contra San Diego State y Arizona.

Cuando se le preguntó si esto lo sorprendió, Theus dijo, “No era algo que nadie esperara. Pero no es algo de lo que puedo hablar. Todavía hay mucho en el aire”.

El no tiene idea cuándo los jugadores suspendidos, que pueden tomar parte en las prácticas del equipo pero no pueden tomar parte en partidos, podrán regresar a la duela. Esto no solo afectaría las rotaciones que planeaba Theus, permitiendo a los nuevos jugadores adaptarse al estilo de juego poco a poco, sino que significaría un gran problema para la temporada 2014-15.

“Pensé que podíamos competir por el campeonato de conferencia. Y todavía creo que podemos”, dijo Theus. “Actualmente, estamos cortos de gente. Pero tenemos las herramientas para competir. Algo de eso depende de qué rápido los estudiantes de nuevo año se aclimatan al colegio.

“En estos momentos nos vemos bien pasando por el aeropuerto”, dijo con una sonrisa.

Sería tonto cuestionar a Theus luego de lo que pasó en un fin de semana.

El ha venido destruyendo obstáculos desde que era entrenador en Inglewood High School, para luego pasar a UNLV y equipos de la NBA como Chicago, Orlando y Sacramento. 

El ruge al hablar de cómo Northridge puede salir de las sombras del torneo de baloncesto de la NCAA y convertirse en un competidor recurrente. 

“Dimos un gran salto el año pasado. Si les preguntas a la gente en la universidad, ellos te dirán donde estaba el equipo y donde está ahora y es un programa y una mentalidad diferente. La gran cantidad de positivismo…creo que las cosas se mueven en la dirección correcta”.

“Creo que todo tendrá su fruto. Se trata de jugadores y entrenarlos bien. Sé lo que puedo hacer en cuando a trabajar con los jugadores y los entrenadores. Ahora tienes que tener un poco de suerte y una administración que te apoye”, agrega.